México D.F. Martes 3 de junio de 2003
Renunciaron en 2002 por la inactividad de Semarnat, Sagarpa y Ssa
Expertos del Cibiogem aceptan impulsar de nuevo los transgénicos
"Queremos participar en decisiones que hagan que el país lleve esto a la práctica"
ANGELICA ENCISO L.
Un año después de la renuncia de los 13 científicos del consejo consultivo de bioseguridad, parte de la estructura de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem), fueron reconvocados para diseñar un plan de trabajo y retomar las acciones sobre los organismos genéticamente modificados (OGM) en México, informó José Luis Solleiro.
Recordó que la renuncia de entonces se debió a la inactividad de las dependencias -las secretarías de Ambiente, de Agricultura y de Salud, que forman la Cibiogem- ante la urgencia de una política sobre los OGM o transgénicos, alimentos a los que se inyecta un gen de una variedad distinta para lograr un fin específico; por ejemplo, el maíz BT, al que se agregó un gen para combatir insectos.
En la renuncia, los 13 científicos mexicanos cuestionaron la parálisis de la Cibiogem ante la situación de los transgénicos en el país, luego de confirmada la presencia de maíz transgénico en cultivos tradicionales de Oaxaca.
Convocatoria
Solleiro, integrante del consejo, explicó ayer en entrevista que este jueves habrá una reunión de reinstalación del consejo, ya que los convocó el presidente de la Cibiogem, Javier Usabiaga, secretario de Agricultura.
"Pasó un año y dos presidentes de la Cibiogem -los secretarios de Medio Ambiente, Víctor Lichtinger, y de Salud, Julio Frenk-, y nadie habló con nosotros. En la renuncia expresamos nuestra preocupación por la parálisis de la Cibiogem y la necesidad de que el país tuviera una política clara al respecto", detalló. La Cibiogem fue creada para regular e investigar el uso de los transgénicos.
Ahora Usabiaga los convocó y les pidió reconsiderar la renuncia; la mayoría de aceptó y solicitó que como primera acción se elaborara un plan de trabajo, agregó. "No queremos un consejo estéril, queremos participar en decisiones que hagan que el país lleve esto a la práctica", puntualizó.
Consideró que en México se debe investigar y experimentar para que se tomen las decisiones que conduzcan al uso comercial de los cultivos modificados genéticamente. Los integrantes del consejo, además de Solleiro, son Jorge Nieto, Irineo Torres, Jaime Matuscelli, Michelle Chauvet, Amanda Gálvez, Agustín López, Cuauhtémoc Navarro, María Cristina Rodríguez, Laura Silva, Ariel Alvarez, Elena Alvarez Buylla, Camila Arriaga y Jesús Caballero.
Solleiro, director técnico de Agro Bio, asociación civil que agrupa a firmas biotecnológicas, agregó que se requieren dos o tres años para hacer las evaluaciones de datos sobre los transgénicos, y hasta ahora "no hay señales claras del gobierno para avanzar en el uso comercial de esos productos".
Detalló que hay preguntas por responder antes de usar comercialmente los transgénicos. Falta conocer -dijo- las condiciones en que se da el flujo génico entre maíces modificados y tradicionales; entre esos maíces y su pariente silvestre, el teocintle; es importante saber si se da el flujo, cuál es la consecuencia, y si quedan esos genes en las poblaciones o no, y conocer qué pasa con los insectos.
Explicó que el consejo consultivo de bioseguridad ya había recomendado al gobierno analizar el potencial en términos socioeconómicos de la introducción y difusión de la biotecnología para los productores mexicanos, "y hasta ahora no se ha hecho nada".
Por su parte Greenpeace expresó su preocupación por que Estados Unidos interpuso una denuncia contra la Unión Europea ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) por la moratoria en la región contra los OGM y porque países como México daban su apoyo legal como terceras partes afectadas.
En conferencia de prensa, María Colín, asesora legal de la organización, sostuvo que era "inconcebible que el gobierno mexicano apoye la denuncia en la cual no tenemos interés directo como nación y que no atienda un asunto de seguridad nacional, como la afectación del maíz mexicano". Se refirió a la presencia de maíz transgénico en los cultivos de la sierra norte de Oaxaca.
De acuerdo con datos oficiales, la industria farmacéutica cada año se beneficia de la biodiversidad con utilidades entre 75 mil millones y 150 mil millones de dólares. Y los 10 fármacos más vendidos en el mundo en 1997 provinieron de fuentes naturales, reportó el Programa Nacional de Naciones Unidas para el Ambiente.
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