México D.F. Domingo 1 de junio de 2003
Recibió el premio Alpino Presidentes
por ser el primer mexicano en lograr la cima
El Everest es la montaña más difícil
de remontar, afirmó Ricardo Torres Nava
Los organizadores desairaron a la pareja ganadora Badía
Bonilla y Mauricio López
ROSALIA A. VILLANUEVA
"Hay una regla de tres en la vida: inteligencia, voluntad
y rectitud. La enseñanza que me han dejado las cumbres que he alcanzado
es encontrarme a mí mismo'', expresó el montañista
Ricardo Torres Nava tras recibir el Premio Alpino Presidentes, por ser
el primer mexicano y latinoamericano en conquistar la cima del Everest
hace 14 años.
Sin ocultar la emoción, Torres Nava agradeció
la distinción de "mis hermanos montañistas, porque este reconocimiento
va más allá de cualquier posición política,
y eso no tiene precio''.
Dijo
lo anterior a los asistentes que llenaron el salón de la Codeme
(Confederación Deportiva Mexicana), en donde el titular del organismo,
Nelson Vargas Basáñez, le entregó una escultura de
bronce con el rostro de Ricardo y de Edmund Hillary, el primer hombre que
alcanzó el llamado Techo del Mundo en 1953.
Admirador de Hillary desde que era niño, el doctor
Torres Nava manifestó que para aprender el arte de escalar montañas
se requiere "tenacidad, coraje, fragilidad y soberbia'', y muchas veces
la coronación de una cumbre "la compartes con todos, pero en el
momento en que llegas, a veces estás solo''.
Con la voz entrecortada lamentó que el deporte
del montañismo no es reconocido como otras disciplinas, pues hay
escaladores que cuando logran una conquista, quizá porque "no tienen
un estadio, no nos llevamos los aplausos ni nos hacen olas''.
Torres Nava, quien varias ocasiones interrumpió
su discurso por los aplausos que recibía de la familia montañista,
dijo que el Everest no lo llama como tal sino con su nombre verdadero,
Sagarmatha, que significa La Diosa Madre del Mundo y a la que le guarda
un gran respeto.
"Escalamos para conocernos más a nosotros mismos
y ver que nuestros sueños se pueden alcanzar. He escalado montañas
y me he caído, sólo para encontrarme conmigo mismo y con
el Dios en quien creo, este es el verdadero sentido que le doy al montañismo'',
reflexionó.
Dijo que pese a ser el primer mexicano y latinoamericano
en conquistar la cima más alta del mundo de 8 mil 850 metros en
1989, y de haber logrado el Grand Slam, "he aprendido más de las
cumbres que no he alcanzado, como el K2, por lo que estoy convencido que
el Everest es la montaña más difícil de remontar''.
Luego de presentar el video con las fotografías
que dan testimonio de su hazaña lograda hace 14 años, expuso
que de esa expedición compuesta por 95 escaladores de varias nacionalidades,
solamente 14 llegaron a la cima y siete perdieron la vida. Incluso, comentó
que Peter, el hijo de Hillary, fracasó dos veces en el ascenso.
Ahora Torres Nava espera culminar un proyecto que trae
hace dos años en una montaña de Chile, donde desea imponer
nueva marca mundial, pero en buceo, en diciembre próximo.
Lo desagradable del acto fue la omisión que hizo
el grupo alpino Reinhold Messner del matrimonio de Badía Bonilla
y Mauricio López (ausente) que también recibiría el
Premio Presidentes. En su representación asistió su hermano
Benedicto quien, molesto, dijo que fue una falta de respeto que "ni siquiera
los hayan mencionado''.
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