A PLENO ZOCALO

José Agustín Ortiz Pinchetti

ƑY el transporte colectivo?

SE HA POSTERGADO la inauguración del distribuidor vial San Antonio. Decisión prudente, política y humanamente. No determinada por los percances, muy pocos, comparados con los acontecidos en otras obras de gran complejidad en distintas partes del mundo. Pero es una señal de buen juicio hacer un alto antes de arrancar la operación. Los capitalinos estamos asombrados por la serpentina de concreto que se levanta día a día articulándose con el Periférico.

ESTA ES LA primera fase de la construcción de los segundos pisos. Seguirá este año el tramo San Jerónimo-Las Flores. Los sureños tendrán que ajustar sus recorridos cotidianos. En contra de sus críticos, la obra es indispensable. En la ciudad circulan tres millones de automóviles, 125 mil taxis y 25 mil unidades entre combis, microbuses y autobuses. La cultura del automóvil prendió en los años cincuenta. No se puede revertir por una decisión de gobierno. Es un hecho que debe destrabarse la circulación y disminuir las emisiones contaminantes.

ƑPERO ESTAS GRANDES obras van a resolver los problemas viales? No. Hay que cambiar la tendencia y desarrollar a fondo el transporte colectivo. Una política así no podrá producir efectos inmediatos, pero podrá ir preparando un cambio profundo en la próxima década.

ƑQUE SE ESTA haciendo en este sentido? Obras mayores de mantenimiento en el Metro, instalación de 10 barreras automáticas en los cruceros del Tren Ligero, continuación del programa de sustitución de microbuses y taxis, renovación de la red de semáforos, modernización de la planta de asfalto para la repavimentación de 545 mil metros cuadrados, continuación del distribuidor vial Zaragoza, construcción de tres puentes en Santa Fe, con la coparticipación de la iniciativa privada, y de tres puentes en el Eje 5 Poniente; construcción de una ciclopista sobre la vía del antiguo tren a Cuernavaca, con circuitos en Chapultepec y en la zona Roma-Condesa, y el inicio de cinco proyectos ejecutivos para corredores de transporte público.

ALGUNAS DE ESAS respuestas están inspiradas en lo hecho en otras megalópolis. Por ejemplo, los corredores viales son una idea colombiana. Se trata de un transporte de capacidad media que consiste en reservar en algunas avenidas dos carriles exclusivos para transporte público, sobre los cuales circulan, en ambos sentidos, autobuses articulados que son como metros pequeños. Están dotados de andenes de ascenso-descenso, de un sistema de prepago, y las vías de circulación quedan firmemente separadas del resto del arroyo. Se puede, sin calcarla, adaptar esta idea a nuestras necesidades.

ESTAN YA EN curso los estudios preliminares para definir cuatro o cinco corredores en las vías que puedan prestarse para el apoyo, según la orientación del recorrido y las características propias de las avenidas. Un corredor probable sería el de Tláhuac-Tasqueña. Otro, de carácter metropolitano, fluiría a lo largo del bulevar López Portillo. Para fines de 2004 veremos si se materializa esta utopía del transporte público.

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