REPUBLICA DE PANTALLA

Jenaro Villamil

Hacia la sociedad de la información

Los riesgos de la neoliberalización: ¿un modelo .org o .corp?

La SCT rechaza debatir sobre el tema

DEL MIERCOLES 28 al viernes 30 de mayo se realizó en el Senado de la República la sexta Conferencia Internacional El Reto de México ante la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información, que se efectuará en diciembre de este año en Ginebra. Este debate sobre el gran reto global de eliminar la brecha digital y la inequidad entre los países y los sectores "info-pobres" y los "info-ricos" cruza todos los tópicos de la vida moderna: desde el régimen de medios de comunicación, nuevos proyectos educativos, hasta el combate a la pobreza y, por supuesto, la tendencia intimidatoria de Estados Unidos para confrontar a una sociedad global de la información plural, diversa, crítica con sus leyes patrióticas contra el terrorismo que instauran la cibercensura y el ciberespionaje.

LA NOTA POLITICA más significativa de esta conferencia, organizada por la Comisión de Comunicaciones y Transportes, presidida por el senador Javier Corral y con la colaboración de dos universidades (UAM y Uia), así como de la UNESCO, fue el menosprecio absoluto de las autoridades de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes al foro. Ninguno de los subordinados de Pedro Cerisola, el mismo funcionario de triste papel en el asalto al cerro del Chiquihuite, expuso cuál es la posición de esta dependencia en asuntos torales como la democratización del sistema de telecomunicaciones. El miércoles estaba agendada la presencia del presidente de la Cofetel, Jorge Arredondo, y de Julio César Margáin, coordinador del proyecto foxista e-México. Ambos estuvieron ausentes. Paradójicamente, sí asistieron los dos ex presidentes de la Cofetel, Carlos Casasús y Javier Lozano, y legisladores de todo el espectro político representado en el Senado. ¿Por qué el equipo de Cerisola menosprecia una vez más el debate sobre una política pública en esta materia? ¿Están preparados en la SCT para la sociedad de la información, o para la sociedad anónima de la discrecionalidad?

EL VIERNES, SALVADOR de Lara presentó, en nombre de la cancillería mexicana, los lineamientos generales de nuestro país en la cumbre que se realizará en Ginebra. Subrayó que el gobierno federal, desde la Declaración de Bávara, concibe los desafíos de la sociedad de la información no como un problema técnico (¿cuántas máquinas o qué tecnología debemos tener para reducir la brecha digital?) sino como un asunto social y político (¿cómo enfrentar las desigualdades en el acceso y acotar los poderosos intereses comerciales y políticos que dominan en el tema?). Sin embargo, la SCT parece no tomar como prioridad debatir públicamente estos asuntos.

LOS DATOS DEL rezago y la inequidad a escala global son impresionantes. Bert Hoffman, del Instituto Iberoamericano de Hamburgo, precisó que América Latina ha quedado rezagada a este nivel: mientras en la región sólo 5.3 por ciento de la población usuaria de Internet, los países asiáticos tienen un acceso de 32 por ciento, en Estados Unidos y Canadá es de 31 por ciento y en Europa de 28.9 por ciento. A América Latina sólo la superan en rezago Africa (1.3) y los países de Asia y Oceanía que no forman parte de la OCDE.

Los dilemas del soft-power

EN TERMINOS MAS ilustrativos, los dilemas de esta discusión global se pueden plantear así: ¿serán Bill Gates y Microsoft, por ejemplo, los que determinarán las pautas de la sociedad global de la información, o los estados, los ciudadanos y los movimientos globales quienes conduzcan la revolución informativa? ¿Se permitirá, como ha ocurrido en el terreno de los grandes monopolios televisivos privados, una neoliberalización y mercantilización de los contenidos mediáticos e informativos, o se pugnará por hacer efectivos los derechos globales de la información, que incluya la diversidad, la pluralidad y los compromisos para eliminar la desigualdad prevaleciente y el respeto a los movimientos de ciberresistencia? ¿Los organismos internacionales se quedarán pasmados frente al unilateral y censurador soft-power de George W. Bush y su "eje del terrorismo de Estado", con toda su cauda de leyes patrióticas que violan los más elementales derechos humanos?

UNO DE LOS más ilustres participantes de la conferencia fue el intelectual Armand Mattelart, ex colaborador del gobierno chileno de Salvador Allende y autor de infinidad de libros y ensayos sobre la mundialización de la comunicación. En una de sus obras más recientes, Historia de la sociedad de la información, Mattelart plantea estos escenarios:

"EL ACONTECIMIENTO GLOBAL del tránsito al año 2000 debía ser el fallo de los ordenadores. La historia no lo decidió así. A finales de noviembre-principios de diciembre de 1999, las organizaciones no gubernamentales, los sindicatos y las asociaciones de consumidores se han movilizado masivamente en Seattle, en pleno corazón de Estados Unidos, contra las derivas y peligros de un mundo 'todo mercado', con motivo de la tercera conferencia de la Organización Mundial de Comercio...

"EN VISTA DE la notoriedad y de los resultados de las cibermovilizaciones desencadenadas por los actores sociales a escala mundial, las confesiones más diversas del espectro político no han tardado en pregonar el advenimiento de una 'sociedad civil global'. La expresión ha colonizado el lenguaje de la diplomacia y la estrategia militar...

"EN ESTOS TIEMPOS en que el miedo impregna los modos de gobierno, conviene extremar la vigilancia ciudadana. Porque desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, la mayoría de los estados ha reforzado sus dispositivos de seguridad en nombre de los operativos de la lucha antiterrorista... Las intromisiones, arbitrarias o legales, en las libertades colectivas e individuales, entrañan el riesgo, en efecto, de reprimir el derecho de las organizaciones de la sociedad civil a manifestar su desacuerdo respecto a las lógicas segregadoras del sistema mundial en gestación" (op. cit., Ed. Paidós, 2002, pp. 155-160).

ESTA REFLEXION FUE escrita antes de que observáramos el exhibicionismo belicista en la reciente invasión a Irak y la manipulación abierta de la información que aplicó puntualmente el gobierno de George W. Bush. Lo que está sucediendo en Estados Unidos con la contrarrevolución de la información de los defensores de la net-war (las "guerras inteligentes" ciberguiadas) constituye el desafío geopolítico más importante en vísperas de la cumbre de diciembre en Ginebra.

Derecho de la información en la sociedad mexicana

EN NUESTRO PAIS no somos ajenos a la ciber-autocracia global que se pretende imponer como modelo de soft-power, pero también se han dado muestras de resistencia y de cibermovilizaciones que han representado batallas muy importantes en la sociedad global de la información. El caso del neozapatismo de 1994 y el apoyo civil obtenido en todo el mundo fue paradigmático. Las nuevas redes civiles organizadas a partir del acceso a Internet son movimientos imparables en distintos ámbitos de la vida social, cultural y política del país. Sin embargo, el problema es otro. Como se vio en la conferencia del Senado, la ausencia de una política de Estado que conciba a la información como un bien público, motor del desarrollo y de la democratización nacional, es uno de los vacíos más fuertes.

EL GOBIERNO FEDERAL presume el avance logrado con la aprobación de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública, que entrará en vigor a mediados de junio. Sin embargo, esta iniciativa surgió de instancias civiles y no del propio gobierno, que originalmente quiso limitar este asunto a un ámbito administrativo y no a un tema de derechos civiles. Esta ley apenas constituye un peldaño, que puede derrumbarse si no es acompañada de una nueva generación de reformas democráticas que tengan como objetivo colocar a nuestro país en la avanzada y no en la retaguardia de la sociedad de la información. Incluso la operación de esta ley puede complicar el acceso. Hay fuertes desbalances en las 250 unidades administrativas del gobierno federal que deben proveer la información al ciudadano. El propio Instituto Nacional de Acceso a la Información teme que se creen candados a nivel reglamentario en materia de acceso a la información.

ALGUNOS PROCESOS pendientes de esta nueva generación de reformas son los siguientes:

A) LA POSPUESTA reforma al régimen legal de medios electrónicos, donde imperan la discrecionalidad y el esquema mercantil excluyente. El gobierno ha cedido en este terreno frente al poder de las televisoras privadas.

B) UNA URGENTE reforma al régimen de telecomunicaciones, para cerrar las brechas entre el modelo analógico y el digital. Si se deja este asunto a los intereses de competencia entre operadores o a las reglas del mercado, sólo se impulsarán las zonas rentables económicamente, donde puedan conseguirse ganancias.

C) EL EJE DE una cobertura social para impulsar el derecho a la información y el acceso a nuevas tecnologías debe ser un nuevo proyecto educativo con visión pública, laica, diversa, moderna. No bastan parches como e-México o guías educativas anacrónicas.

D) SON NECESARIOS mecanismos legales y políticos para limitar la concentración de los medios e impulsar la diversificación de los mismos con capital social, comunitario y participativo.

E) EXISTEN UNA serie de derechos derivados para mejorar la calidad de la información y la libertad de la misma, como son el respeto a los derechos mínimos de los periodistas, la promoción de los medios impresos y de los medios públicos, el respeto a la privacidad, límites a la comercialización de los datos personales, ley de archivos, etcétera.

EN OTRAS PALABRAS, apenas estamos en el umbral de cumplir con el primer compromiso signado en la Declaración de Bávara:

"LA SOCIEDAD DE la información debe estar orientada a eliminar las diferencias socioeconómicas existentes en nuestras sociedades y evitar la aparición de nuevas formas de exclusión y transformarse en una fuerza positiva para todos los pueblos del mundo, reduciendo la disparidad entre los países en desarrollo y los desarrollados, así como en el interior de los países."