Es un proyecto hecho por cineastas víctimas del cine estadunidense, dice el director

Sin ton ni Sonia, homenaje a los lugares comunes en el cine: Sama

Tiene un humor particular y una propuesta fuerte; mucha gente tuvo miedo de financiarme, asegura el realizador La cinta se estrenará el 10 de junio con 300 copias

JUAN JOSE OLIVARES

Sin ton ni Sonia, la ópera prima de Carlos Sama, se estrena el 10 de junio en México. La cinta, una "comedia con un humor muy especial", viene acompañada de una buena campaña publicitaria de la distribuidora Columbia, que apuesta con 300 copias a este proyecto hecho por cineastas "víctimas del cine estadunidense durante nuestra infancia y adolescencia", como lo comenta el realizador en entrevista.

Y es por eso que el lugar común y el diálogo disparatado son fuente esencial en la película, que cuenta con las actuaciones de Cecilia Suárez, Juan Manuel Bernal, Mariana Gajá, José María Yazpik y Tito Vasconcelos.

Sama, egresado del CCC y quien se dedica a la publicidad, comenta: ''Una de las apuestas que tiene esta cinta fue hacer un homenaje a los lugares comunes del cine, a lo mejor hay quien no ha visto suficiente cine como para darse cuenta de que homenajeamos otras películas u otros géneros de distintos lugares del mundo, pero al final, lo que nos tiene contentos es la respuesta del público. Es un homenaje al cliché del cine y no lo usamos como una estrategia narrativa, más bien nos burlamos de ella, de la manera en que el mexicano ve a México, de la manera en que el gringo ve a México, y jugamos con eso porque las cintas estadunidenses tienen una estructura poco flexible. Queríamos apostarle al cliché, al gringo que no se muere, todo ese tipo de lugares que hemos visto hasta el cansancio. Lo quisimos manejar con ironía y sarcasmo, ver nuestra realidad y burlarnos de todo lo burlable, pero principalmente de nosotros mismos."

¿Una comedia para los condeseros?

En Sin ton ni Sonia, Orlando (Bernal) es un director de doblaje de series de tele. Vive con Sonia, una chica new age que no sabe lo que quiere. El amor de Sonia y su trabajo vuelven a Orlando un ser colérico, una persona que cruza su camino por el de otras personas que ya se conocían. La aparición de un asesino serial se mezcla en esta historia de la vida cotidiana.

"Creo que es una cinta que sin hablar de que si es buena o no, tiene un humor particular y una propuesta fuerte. Cuando estaba en papel, hizo que mucha gente tuviera miedo de financiarme. Toqué todas las puertas con el guión y me costó trabajo que la gente creyera en el proyecto. La traté de reducir a un corto y poderlo filmar como una tesis y ya a la hora de la hora me di cuenta de que no funcionaría así, que la película pedía extensión y desarrollo de personajes", comenta Sama.

El largometraje llegó a manos de Columbia de manera inesperada y les gustó, le vieron potencial. A decir del realizador, Sin ton ni Sonia "tiene la paradoja de que se hizo con poco dinero y mucho trabajo, y que ahora parece que es una película grande por ese apoyo con el que llegamos. Nos apoyan de una manera que hasta a nosotros nos sorprende. La producción fue experimental, la levantamos con poco dinero, de hecho paramos dos veces porque no había dinero. No sabíamos si íbamos a proseguir, no había inversionista, pero en enero llegó un cuate que se dedica a la construcción y le metió la lana que faltaba".

-Los que la han visto dicen que es una comedia light para la taquilla.

-A algunos de mis amigos que escriben guiones se les hacía una comedia irreverente, contrario a lo que algunas personas opinan, que era difícil, que era una comedia para los condeseros (los jóvenes que viven en la Condesa), que no iba a funcionar con el público en general. Honestamente la escribimos con la más absoluta libertad. Tenía miedo de que funcionara porque me parecía extravagante. Me gustaría que la gente que dice que los personajes son light se compenetrara con ellos.

''Díficil vivir del cine en este país''

-¿Los egresados de las escuelas de cine tienen que hacer publicidad para poder sostener sus proyectos?

-Cada quien encuentra su propio camino. Todos tenemos que vivir de algo y de pronto ha sido difícil acceder al cine. Yo, por azares del destino, di con la publicidad pronto y ha sido muy importante porque es un laboratorio experimental que me ha dado mucha cancha, porque gracias a ella he podido estar un set todos estos años y en muchas ocasiones, todo lo contrario a un cineasta que sólo se dedica al cine, sobre todo en un país como el nuestro, pues para que toque un set pueden pasar 3 ó 4 años. La publicidad me dio mucha cancha y afortunadamente cada vez hago más proyectos dentro de la publicidad. Ahora, por ejemplo, hago pura dirección de actores, que de alguna manera es como filmar una secuencia, una película pequeña. Me da oportunidad de experimentar con materiales, maneras de trabajar con el actor, lenguaje, es como jugar al cine todo el tiempo. Aunque no creo que sea indispensable, hay muchos amigos cineastas que dicen que les caga la publicidad y a lo mejor viven de escribir para tele; cada quien encuentra un camino.

Abunda: ''Lo que es un hecho es que es muy difícil vivir del cine en este país, por las pocas cintas que se hacen al año y el poco chance de estar sistemáticamente filmando. Para vivir de esto uno tendría que estar filmando una cinta cada dos años y que te fuera bien."

Sama, quien pertenece a la compañía de publicidad Catatonia, que ha ganado con sus comerciales algunos premios, dice: ''Lamentablemente la televisión en este país tampoco echa mano de los cineastas, porque es una televisión a la que poco le interesa la calidad, pese a las fortunas que pagan los anunciantes por 30 segundos. No les interesa hacer tele de calidad. En Estados Unidos vemos series filmadas en cine con buenos actores, con buenos guiones y nos preguntamos por qué no podemos hacer eso, que crearía más fuentes de trabajo para todos y para ayudar a desarrollar esta industria, que pocas opciones de trabajo nos deja''.

-¿Cómo ves ahora el cine tú que estás en la publicidad?

-Para que nuestra industria se consolide deben ocurrir algunas cosas, como por ejemplo que sigamos haciendo cintas que le gusten al público, porque es el que generará la industria Cada vez que a una cinta mexicana no le va bien en taquilla, es muy grave para todos, sin embargo, a veces los mexicanos tendemos a voltear a ver a nuestros colegas con poca amabilidad y poca solidaridad, y no nos damos cuenta de que es al revés: mientras mejor nos vaya a todos esto se consolidará. Por eso digo que para Columbia es una distribución arriesgada porque ahora todos dicen que es un comedia fácil, pero cuando la tuvieron en sus escritorios no les pareció así. Para que haya películas como Japón tiene que haber cintas que funcionen en taquilla, una cosa no está peleada con la otra.

Sin ton ni Sonia, cuyo guión es del mismo Sama y de Luis Felipe Sabre, cuenta con la fotografía de Federico Barbabosa y la dirección de arte de Miguel Angel Alvarez.