México D.F. Sábado 31 de mayo de 2003
Su familia pide aclarar las circunstancias del
accidente
Sepultan a Saúl Cornejo en su natal Tezontepec
El no tenía por qué estar en esa área
de las obras del distribuidor vial, afirma hermano del trabajador
CARLOS CAMACHO CORRESPONSAL
Tezontepec de Aldama, Hgo., 30 de mayo. Bajo el
inclemente sol, con música de mariachi, decenas de familiares y
amigos acompañaron a Saúl Cornejo Hernández hasta
su tumba, luego de que el martes pasado falleció tras sufrir un
accidente en las obras del distribuidor vial San Antonio, en el Distrito
Federal.
Cornejo es uno de los apellidos más comunes en
este municipio de 32 comunidades, dedicado básicamente a la agricultura
y donde 45 por ciento de los jóvenes tienen que emigrar a las grandes
ciudades o a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades de vida.
Saúl,
de 35 años, igual que sus siete hermanos, dejó los campos
de cultivo para buscar un mejor empleo en la ciudad de México. Hacía
siete meses que trabajaba en las obras del distribuidor vial; viajaba cada
fin de semana para reunirse con su esposa María García, de
32 años, y su hija Brenda, de ocho.
Aquí se enteraron por las noticias de que había
ocurrido un accidente en el distribuidor vial, en el que habían
resultado lesionados dos trabajadores, uno de ellos Saúl Cornejo,
quien la mañana siguiente falleció a causa de un politraumatismo.
La desgracia enlutó el hogar de Saúl, quien vivía
con sus padres, Filiberto Cornejo, de 80 años, y Juana Lucía
Hernández Martínez.
El cuerpo fue velado en la humilde vivienda, ubicada en
la comunidad de Presas, a unos cinco kilómetros de la cabecera municipal.
Entre el dolor y la incertidumbre, Rigoberto, uno de los hermanos de Saúl,
pedía a los reporteros no tomar fotografías del velorio y
"no politizar el asunto", además de exigir a las autoridades una
investigación profunda del percance, porque "mi hermano no tenía
por qué estar en el lugar del accidente. No era operario ni maquinista.
No sé por qué pasó eso".
Rosa Isela Rodríguez, de la oficina de Atención
Social y Ciudadana de la Secretaría de Gobierno del Distrito Federal,
pedía "respetar el dolor de la familia", y aclaraba que la instrucción
del jefe de Gobierno capitalino, Andrés Manuel López Obrador,
es "dar todo el apoyo necesario a los familiares".
Trascendió que el Gobierno del DF ofreció
una vivienda para la familia de Saúl y una beca de estudios para
Brenda, pero Rosa Isela Rodríguez no lo confirmó; simplemente
pidió respetar el dolor de la familia y dijo que se harán
los trámites necesarios ante la empresa que contrató los
servicios de Cornejo Hernández.
Al mediodía partió el cortejo fúnebre
hacia la capilla de la comunidad, donde el padre Rubén Mendrano
Gordillo criticó la falta de fuentes de empleo en la región,
que obliga a gente como Saúl a "buscar una mejor vida, pero él
encontró la muerte". Terminada la misa, la carroza enfiló
al pequeño panteón de Presas-Mangas. Algunos de sus compañeros
colocaron dos cascos en la tapa del féretro antes de que cayeran
las primeras paladas de tierra.
Luciano Velázquez Gómez, síndico
procurador del ayuntamiento perredista de Tezontepec de Aldama, adelantó
que el municipio ofrecerá toda la ayuda legal que requiera la familia.
Rodrigo Cornejo aclaró que esperarán y posteriormente
tomarán una decisión sobre los pasos legales que seguirán
en busca de que se aclare el accidente y se deslinden responsabilidades,
porque, insistió, "mi hermano no tenía por qué estar
en el lugar donde ocurrió el percance".
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