México D.F. Sábado 31 de mayo de 2003
Tensión en Puno; autoridades declaran
duelo regional por la muerte de estudiante
Toledo evalúa levantar el estado de emergencia
que decretó por 30 días
Human Rights Watch rechaza la violencia y exige la investigación
inmediata del deceso
AFP, DPA Y REUTERS
Lima, 30 de mayo. Un clima de tensión se
vivió este viernes en Puno -ubicado en el sureste de Perú-,
cuyas autoridades declararon duelo regional por la muerte de un estudiante
en los violentos incidentes del jueves contra el estado de emergencia decretado
en el país, en tanto se reanudaron las protestas en otras regiones.
El presidente Alejandro Toledo se vio obligado a cancelar
un viaje a Estados Unidos ante las protestas y la continuación de
las huelgas de los gremios de los maestros y del Poder Judicial. Su gobierno
informó que evalúa en estos momentos levantar el polémico
estado de emergencia, decretado el martes por 30 días y que parece
haber intensificado los enfrentamientos.
Luego de tres días de desórdenes a causa
de la medida de excepción, el ministro de Salud, Fernando Carbone,
anunció que el gobierno desea levantar el estado de emergencia "lo
antes posible", pero a condición de que retorne la calma al país,
ya que en algunas ciudades persisten los focos de protestas.
La
medida de excepción "se podría ir suspendiendo en un plazo
más corto por zonas, según vaya volviendo la calma entre
la población", expresó Carbone, a la vez que formuló
un exhorto para que no se registren más incidentes lamentables ni
en Puno ni en ninguna otra parte del país, pues en los tres días
anteriores el saldo ha sido de una víctima fatal, unos 80 heridos
y alrededor de 100 detenidos.
Una multitud de maestros, estudiantes, campesinos y ciudadanos
en general se congregaron este día en la ciudad surandina de Puno,
adonde llegaron procedentes de diversas provincias de la región
y marcharon pacíficamente y con crespones negros por las calles.
Las autoridades decretaron duelo regional en Puno hasta
el domingo y las actividades se hallan paralizadas en toda la región,
con las banderas a media asta.
Los manifestantes coreaban consignas contra el gobierno,
al que tildaban de "asesino" por la muerte del estudiante baleado en el
abdomen, y expresaban su solidaridad con los maestros estatales y los trabajadores
del Poder Judicial en huelga por tiempo indefinido y en claro rechazo al
estado de emergencia. Las fuerzas de seguridad se abstuvieron de intervenir.
Cancela visita a Florida
En medio de la conmoción social, el presidente
Alejandro Toledo decidió cancelar sorpresivamente su asistencia
a la cita Diálogo América Latina-Africa en Democracia, a
realizarse el 5 y 6 de junio en Florida, Estados Unidos, se informó
oficialmente.
En el tercer día bajo el estado de emergencia decretado
por el presidente Toledo para contener la creciente agitación contra
su política económica, decenas de profesores volvieron a
salir a las calles en varias ciudades para protestar y fueron reprimidos
por agentes antimotines, como ocurrió la víspera.
Los incidentes se produjeron en Piura (norte), Huaraz
(noreste), Cañete y Arequipa (sur) y en Huancayo (Andes centrales),
donde agentes antimotines lanzaron gases lacrimógenos para dispersar
a los manifestantes. Una docena de personas fueron arrestadas en las movilizaciones,
según los primeros informes. A la par, en Lima, trabajadores del
Poder Judicial salieron a las calles y también fueron reprimidos
con gases.
El estado de emergencia implica restricciones a la libertad
de reunión y tránsito, así como allanamientos y detenciones
sin órdenes judiciales. La medida presidencial -que enfrenta el
rechazo de 57 por ciento de la población y sólo cuenta con
39 por ciento de apoyo, según un sondeo de opinión local-
fue acompañada del llamado a los militares para controlar el orden
público.
La convulsión social obligó al primer ministro,
Luis Solari, y al ministro de Defensa, Aurelio Loret de Mola, a comparecer
ante el Congreso, donde enfrentaron a la oposición, que condenó
los excesos policiales en Puno y en otras ciudades y emplazó a los
funcionarios a explicar las razones que tuvo el gobierno para imponer el
estado de emergencia.
Una vez concluida la sesión ante el pleno del Congreso,
celebrada a puertas cerradas, el Legislativo se dipuso a debatir las explicaciones
brindadas por el Ejecutivo. Si bien no se conocieron detalles del intercambio
de opiniones, expertos y políticos coinciden en que el estado de
emergencia por 30 días es demasiado largo, sobre todo por la restricción
de las garantías individuales y constitucionales, puestas en manos
de los militares.
"Hay una indignación generalizada frente a la incompetencia
e incapacidad de este gobierno para resolver problemas por vía del
diálogo; se está recurriendo a métodos que son propios
de dictaduras", declaró Jorge Sánchez, uno de los voceros
del sindicato del magisterio, que aglutina a unos 280 mil docentes. Agregó
que los maestros evaluarán el fin de semana en asamblea general
levantar o radicalizar la huelga.
En tanto, Walter Albán, defensor del pueblo, denunció
que cuatro personas están desaparecidas en Puno. "Estamos realizando
las investigaciones para poder determinar su paradero", precisó
Albán al señalar que la noche del jueves recibió denuncias
de tres desapariciones y que en horas recientes recibió una cuarta.
Albán anotó que pedirá una mayor
información para determinar la forma en que se produjeron los incidentes
en Puno y conocer quién dio la orden de disparar a los universitarios,
no obstante la justificación gubernamental de que los disparos se
dieron porque una patrulla militar-policial se halló aislada entre
una turba con bombas molotov y otros objetos susceptibles de causar daño.
Desde Washington, la organización humanitaria Human
Rights Watch reclamó al gobierno peruano una "investigación
inmediata" sobre la muerte del estudiante en Puno, y dijo que "en lo posible
deben ser utilizados métodos no violentos durante las protestas
para minimizar la pérdida de vidas humanas".
En otro orden, se reportó que Toledo permitió
el ingreso en el país de 56 marines de Estados Unidos para
participar en ejercicios militares conjuntos con fuerzas peruanas en la
región selvática amazónica de Iquitos, en la frontera
con Colombia, acorde con una autorización previa del Congreso peruano.
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