Presentaron libro de memorias del revolucionario, editado por Siglo XXI

Víctor Serge hizo de la observación su capacidad esencial: Moreno Toscano

Jaime Labastida lo definió como ''gran hombre de acción y pensador lúcido''

Ejerció influencia en las ideas políticas de Octavio Paz, recordó Adolfo Gilly

CESAR GÜEMES

Más que su educado talento para describir, la capacidad esencial de Víctor Serge era la de observar, apuntó la historiadora Alejandra Moreno Toscano la noche de este miércoles al comentar en Casa Lamm el volumen Memorias de mundos desaparecidos (1901-1941), editado por Siglo XXI.

En la mesa de presentadores del texto se encontraban también Claudio Albertani, Horacio Cerutti, Jacques Gabayet, Adolfo Gilly y Jaime Labastida, director de la editorial que publica las memorias, quien definió a Serge como ''gran hombre de acción y uno de los pensadores más lúcidos del siglo XX".

Gilly, en su intervención, citó a Octavio Paz, quien, en Itinerario, recordaba haberse encontrado con un grupo de intelectuales que ''ejercieron una influencia benéfica en la evolución de mis ideas políticas", entre ellos Víctor Serge y César Moro. ''Nada más alejado de la pedantería de los dialécticos -escribió Paz y citó Gilly- que la simpatía humana de Serge, su sencillez y su generosidad. Una inteligencia única".

Saber estar en dos mundos

Alejandra Moreno Toscano, en su turno, se preguntó: ''¿Qué fascina más de Víctor Serge: su enorme inteligencia, el ser uno de los escritores más brillantes del siglo XX, la honestidad con la que mira al mundo, el que haya sabido vivir a fondo para sacar de cada circunstancia experiencia y provecho?" Y se respondió con varias afirmaciones cuyo eje central fue la capacidad de observar del escritor: ''Para saber ver es necesario resistir a las sugestiones de la prensa, lo que otros dicen y opinan o interpretan. Resistir a las tendencias de su propia imaginación, lo que a cada quien le gustaría que fuese la realidad. Son muy pocos los que saben observar lo que ven. Generalmente la mayoría ve lo que quisiera haber visto o acata la autoridad de observaciones de otros. Si esa capacidad para ver es tan escasa, los testimonios que nos informan sobre lo real son insignificantes, y por eso tienen tanto valor los grandes testimonios de los que saben ver".

Más allá que la fuerza de la escritura del autor de Memorias de mundos desaparecidos y de su talento descriptivo, Moreno Toscano dijo preferir su ''capacidad para desmontar los mecanismos por medio de los cuales opera el miedo en la vida política". Finalmente, el ser dual del escritor, explicó la historiadora, se dio porque ''siempre supo estar en dos mundos: era francés y era ruso, era revolucionario y libertario, era directivo y disidente. Y eso fue no por indecisión sino por una honestidad total consigo mismo".