Combatir el terrorismo, su misión principal, afirma el organismo regional

Dice OCS que no pretende convertirse en bloque militar ni suplantar a ONU

El mecanismo, integrado por Rusia, China, Kazajastán, Kirguizistán, Tadjikistán y Uzbekistán

JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL

Moscu, 29 de mayo. La Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), cuya cumbre anual con participación de los jefes de Estado de los países miembros se celebró este jueves en Moscú, no pretende convertirse en bloque militar ni suplantar a Naciones Unidas, asientan en su declaración conjunta los presidentes de Rusia, China, Kazajastán, Kirguizistán, Tadjikistán y Uzbekistán.

La misión principal de esta organización regional -derivada de la reunión que tuvo lugar en la ciudad china de Shanghai en 1996 para dirimir controversias fronterizas entre ellos y ofrecer una respuesta coordinada al eventual peligro que representaba el régimen talibán en Afganistán como factor desestabilizador en la zona-, sigue siendo combatir el terrorismo internacional.

Las autoridades de cada nación integrante de la OCS, a conveniencia, aplican esta fórmula también para descalificar a sus respectivos grupos de oposición, sobre todo en el caso de las cuatro ex repúblicas soviéticas de Asia Central, y a movimientos independentistas en lo que respecta a Rusia y China.

Para hacer frente "a los desafíos comunes" que afrontan, entre los cuales se mencionan el extremismo islámico, el separatismo y el narcotráfico, los presidentes acordaron este jueves acelerar la creación de una fuerza militar de despliegue rápido, denominada RATS (siglas en ruso de Estructura Regional de Lucha Antiterrorista), que tendrá su cuartel general en Bishkek, la capital kirguiza.

Se decidió instalar el secretariado ejecutivo de la OCS en Pekín, la capital china, lo cual refleja -en opinión de analistas locales- el marcado interés de ese país en impulsar la organización, inclusive mayor que el que pudiera tener Rusia, debido a que ésta ya adquirió el mismo tipo de obligaciones con Kazajistán, Kirguizistán y Tadjikistán mediante el Tratado de Seguridad Colectiva de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), que no incluye sólo a Uzbekistán.

La RATS, aunque limitada en su tamaño y funciones, será la primera fuerza de despliegue rápido en que participen Rusia y China, lo que de alguna manera amplía el sentido del compromiso de desarrollar la cooperación militar y técnica entre ambos países, contenido en el Tratado de Amistad ruso-chino del 16 de julio de 2001.

Hasta ahora, y desde mucho antes, la cooperación en dicha materia estaba circunscrita al hecho de que China compra poco más de la mitad de todo el armamento que Rusia exporta al año.

Amenazas comunes

Aunque los presidentes hablaron también de la intención de convertir la OCS en un foro regional de diálogo político, de intercambios económicos y comerciales, así co-mo de cooperación cultural y educativa, falta mucho para concretar estos planes.

En cambio, entre las amenazas comunes que detectan los miembros de la OCS hay una que requiere inmediata solución: Afganistán, devastado y entregado al dominio de los caciques, los principales beneficiarios del negocio de la droga que habían prácticamente erradicado los talibanes, es de nuevo el principal productor mundial de heroína, en lo que constituye otro de los logros involuntarios de la guerra contra el terrorismo que libra Estados Unidos en Medio Oriente.

Esta cumbre de la OCS inauguró la intensa sucesión de encuentros internacionales que, en los próximos días, tendrán como anfitrión al presidente Vladimir Putin.

Estaba previsto que se llevara a cabo en Kazajistán, pero el titular del Kremlin pidió cambiar la sede a Rusia para no tener que salir del país en la víspera del tercer centenario de San Petersburgo.

Putin recibirá en su ciudad natal al presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y a los otros mandatarios que invitó al mag-no festejo, en cuyo contexto este viernes tendrá lugar una cumbre de la CEI, integrada por 12 de las ex repúblicas soviéticas, y el sábado otro encuentro, esta vez de Rusia con la Unión Europea.

Acabada la celebración en San Petersburgo, Putin entregará la estafeta al presidente de Francia, Jacques Chirac, por cuanto sin mediar pausa, el selecto Grupo de los Ocho, que forman los siete países más industrializados del mundo y Rusia, se reunirá en la ciudad de Evian.