BALANCE DE LA JORNADA

Marlene Santos A. y Carlos Hernandez

Los ocho mejores clubes pelearán la liguilla

CRUZ AZUL Y CHIVAS brindaron una semana plena de emoción a sus respectivas aficiones, las cuales pasaron de la desbordante euforia a la tristeza, y viceversa. Ojalá a final de cuentas la repesca no resulte el platillo fuerte, sino sólo el preámbulo, y los clasificados entiendan que el espectáculo y entrega exhibidos por estos equipos es el modelo a seguir.

AUNQUE PECO DE falta de lealtad y solidaridad, Chivas entendió que en la guerra, en el amor y en el futbol todo se vale; tuvo razón al apretar el calendario de La Máquina, que aunque logró imponerse el jueves en el estadio Azul, al final el cansancio cobró factura y Guadalajara, en casa, ante su gente y bajo el ardiente sol del mediodía, le arrebató el último boleto a la liguilla.

ADEMAS LOS CEMENTEROS se cansaron de hacer declaraciones tendientes a evitar el exceso de confianza, al advertir que saltarían a la cancha del Jalisco como si en el marcador fueran cero-cero. La realidad fue que con el 5-1 favorable se durmieron en sus laureles, en una actitud imperdonable que ni siquiera se disculpa con las fallas arbitrales.

LO PEOR DE TODO es que la semana trágica para los seguidores azules podría redondearse este miércoles, cuando en la Copa Libertadores Santos de Brasil haga valer su condición de local, ya que promete desplegar a raudales su jogo bonito, lejos de la incómoda altitud de la ciudad de México. Lo más probable es que de nuevo se resienta la ausencia de Aarón Galindo en la defensa.

UNA VEZ MAS se confirmó que en el futbol, con todo y su gran margen para las sorpresas, prevalece la lógica. Y ahora, como ha ocurrido en los últimos torneos, los mejores ocho del irregular torneo están en la lucha por el título. Chivas, que hizo siete puntos más que Cruz Azul, redondeó el pelotón y ahora va contra el superlíder Morelia.

LA LIGUILLA ES otro torneo, más breve y más intenso, en el que se juega al todo o nada y mucho contará la experiencia de planteles como Toluca y Morelia, que por ese factor son favoritos. El Atlas de Fernando Quirarte y Tigres de Ricardo Ferreti también acumulan kilometraje en esta fase, mientras Miguel Herrera, Daniel Passarella, Daniel Guzmán y Eduardo de la Torre van por la sorpresa.

EN LA FEDERACION Mexicana de Futbol ven la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio, o como dijo Tomás Boy, miden con distinto rasero, empezando con el Atlas de Alberto de la Torre, cuyos jugadores en diversos momentos han reportado adeudos salariales hasta de mes y medio, y el defensa Alberto Macías, ahora con los azulgrana, reclama una importante cantidad.

EN ATLANTE, PROPIEDAD de Grupo Pegaso, también deben dinero al plantel, y el caso extremo es Puebla, donde a tres de los cuatro últimos técnicos no les han pagado, no les entregan copias del contrato y aunque demandaron ante las autoridades civiles a Boy, la federación mantiene firme entre sus afiliados al controvertido Francisco Bernat.

SI BIEN ES cierto que en el seno del organismo hay grupos de poder que hacen sentir su peso en los asuntos de importancia, hacia fuera ni el eco les responde. Víctor Garcés, titular del máximo circuito, pega gritos a los cuatro vientos, o mejor dicho hacia Tlatelolco, sin que en la Secretaría de Relaciones Exteriores se den por enterados.

EL CASO DE LOS naturalizados puso un gran signo de interrogación en la clasificación de jugadores mexicanos y extranjeros. Un directivo de Grupo Pegaso descubrió el caso de Joao Batista, lo divulgó en el momento justo, claro, no con el sano intento de esclarecerlo, sino de desubicar a los moribundos Colibríes, pero en las averiguaciones ellos también pueden salir raspados. Inclusive la conclusión podría ser que en México se vivió un torneo cachirul.