Rally de siete carreras en la sexta entrada

El norte ganó al sur 10-5 el Juego de Estrellas de la LMB

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Campeche, Camp., 25 de mayo. Era una noche tranquila, hasta que en la sexta entrada la selección de la zona norte acabó con el duelo de lanzadores al fraguar rally de siete carreras, para llevarse el Juego de Estrellas y superar 10-5 a su similar del sur.

El pitcheo sureño no salió vivo de ese sexto rollo, pues ni el derrotado Obed Vega, que no sacó un solo out, ni el zurdo veterano Angel Moreno pudieron sofocar la artillería norteña, que realizó un desfile de 10 bateadores para consumar el ataque del triunfo.

El racimo fue coronado con cuadrangular de Noé Muñoz con un compañero en los senderos, quien terminó por definir el rumbo del encuentro, realizado con buena entrada en el estadio Nelson Barrera, casa de Piratas de Campeche, donde se reunió lo mejor de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB).

Así se regresó al formato norte contra sur en el clásico de media temporada, el cual no se utilizaba desde 1999 porque desde entonces los duelos fueron entre mexicanos y extranjeros, o bien ante la liga de Texas y hasta una serie de tres partidos ante Cuba el año pasado.

Por el norte, dirigido por el dominicano Bernie Tatis, el usual desfile de serpentineros fue integrado por el abridor Pablo Ortega, le siguió el cubano Osvaldo Fernández, después Edgar Leyva, el ganador Octavo Tavo Alvarez, Rigoberto Loya, Trévor Alvarez, el puertorriqueño José Alberro y Claudio Moreno.

Por la zona sur, bajo el mando del estadunidense Lee Sigman, de Tigres de Puebla, lanzaron el estadunidense Gustavo Gandarillas, Edwin Hurtado, Juan Antonio León, el derrotado Obed Vega, Angel Moreno, Isidro Márquez y Craig Dingman.

En el rally asesino fue clave el aporte sarapero, pues además del tablazo de cuatro esquinas de Noé Muñoz, el estadunidense Jayson Bass, que bateó de 5-3 con una producida y una anotada, remolcó a un compañero con doblete al fondo del parque.

Todavía en la octava tanda la división del norte puso el encuentro en la congeladora con otras dos carreras, cortesía de un palo de vuelta entera de Pedro Iturbe, de Pericos de Puebla, quien se llevó a un corredor por delante.