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México D.F. Lunes 26 de mayo de 2003
Arquitecturas relacionales, de Lozano-Hemmer,
se inaugura mañana en Arte Alameda
Artista anima a una lectura excéntrica
del DF
MERRY MAC MASTERS
Las ciudades están en crisis porque ya no representan
a sus habitantes, afirma el artista electrónico Rafael Lozano-Hemmer
(ciudad de México, 1967). En la actualidad, un edificio en cualquier
ciudad del mundo -Singapur, Sao Paulo, México- se parece a otro
en cualquier otra, porque refleja la ''fórmula'' que el arquitecto
encontró para abaratar la construcción. Frente a esa ''alienación''
edificadora, Lozano-Hemmer, mediante pequeñas o grandes intervenciones
de arte interactivo, anima al público a dar una lectura ''excéntrica''
a la ciudad. Más allá de crear un "monólogo", pretende
que el espectador también tenga formas de agenciar un cambio en
la urbe.
El
creador mexicano-canadiense, radicado en Toronto y Madrid, cuyo trabajo
se difunde principalmente en Europa, Japón, Estados Unidos y Canadá,
presentó del 26 de diciembre de 1999 al 7 de enero de 2000 Alzado
vectorial en el Zócalo capitalino, con motivo de los festejos
finiseculares. Ahora su primera exposición individual aquí,
Arquitecturas relacionales. Rafael Lozano-Hemmer, integrada por
cinco instalaciones, será inaugurada el 27 de mayo a las 20 horas
en Laboratorio Arte Alameda (Dr. Mora 7, Centro).
Para la ocasión el expositor creó la pieza
Frecuencia y volumen, en torno a las ondas radioeléctricas,
para el espacio central del recinto virreinal. La idea, explica, es que
cada participante se convierte en una "antena", para así escuchar
"los diversos tipos de realidades que siempre están encima de nosotros".
Más allá de la AM y la FM de la radio, "hay otras frecuencias
en constante transmisión, desde onda corta hasta el control de tráfico
aéreo, de los taxis o de la misma policía". La obra comprende
aparatos que permiten hacer una escaneo desde 150 kiloherzios hasta
mil 500 megaherzios.
A Lozano-Hemmer le atrae eso, porque ''el espectro radioelectrónico
es un espacio público'' y en la actualidad ''hay un debate muy interesante
sobre quién tiene acceso a ello''. Por ejemplo, "en México,
como en otros países de Latinoamérica, hay comunidades indígenas
que hacen radio pirata o informal. Hay muchos intentos de intentar acallar
este tipo de emisiones, porque organiza comunidades. Para mí es
interesante pensar quién tiene acceso, por qué y cómo
podemos crear una plataforma para debatir sobre a quién pertenecen
esas ondas. Por otro lado, se está proponiendo que cualquier secretaría
de Estado pueda hacer escuchas sobre todo el espectro radioelectrónico,
incluso de comunicaciones privadas entre la gente sin necesidad de una
orden de un juez".
La pieza Frecuencia y volumen funciona así:
"Hay una proyección de 140 metros cuadrados sobre la pared, de modo
que al llegar el público contribuye con su sombra que, dependiendo
del lugar donde esté, sintoniza una frecuencia diferente. En el
momento de escucharla, puedes hacerte más grande o más chiquito
en la sombra. Esa es la forma de materializar esa realidad que es intangible
aquí en el espacio físico. Para hacer esto desarrollamos
una cámara de seguimiento computarizado. A mí me gusta esta
idea de que para escuchar estas ondas hay un mecanismo de vigilancia. Vivimos
en una sociedad casi lúgubre, de seguimiento orwelliano,
donde la privacidad ya no existe".
Preside el espacio la proyección de un micrófono
radiofónico de 18 metros de altura, que funciona como "icono monumental,
casí fálico", que para Lozano-Hemmer representa "la simetría
en el poder".
Las cuatro instalaciones restantes equivalen a una recopilación
de trabajos anteriores. La pieza 33 preguntas por minuto consta
de 21 pequeñas pantallas de cristal, conectadas a un programa de
cómputo, generadora de preguntas infinitas y automáticas,
tanto en inglés como en español. De hecho, debido a las combinaciones
posibles, la pieza puede hacer 55 mil millones de preguntas diferentes.
Para realizar 1000 usos tópicos se colocó
el proyector "más grande del mundo" en un camión de 12 toneladas,
junto a un generador eléctrico, que fue desplazado por Linz, donde
proyectó de forma efímera y guerrillera diferentes letras
del alfabeto sobre los edificios de la ciudad austriaca. 1000 usos tópicos
también se presentará en la próxima Bienal de Valencia,
España.
No podría faltar la instalación documental
de la pieza Alzado vectorial. El artista acaba de presentar una
versión de la misma en la inauguración del Museo Vasco de
Arte Contemporáneo, en Vitoria-Gastéiz. Una quinta instalación
consta de una retrospectiva de cinco documentales de intervenciones en
otras ciudades europeas.
Lozano-Hemmer prepara para octubre, en Yamaguchi, Japón,
su más grande instalación hasta la fecha, Suspensión
amodal, pieza en la que la gente podrá participar con su teléfono
celular, Internet o computadoras locales.
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