México D.F. Lunes 26 de mayo de 2003
"Se van a quedar con los ganas los que piensan
que no vamos a terminar", afirma
Reitera López Obrador: el distribuidor vial
se inaugurará el próximo domingo
El jefe de Gobierno agradeció la cooperación
de los vecinos en los nueve meses de trabajos
BERTHA TERESA RAMIREZ
El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés
Manuel López Obrador, reiteró el compromiso de acabar las
obras del distribuidor vial San Antonio el próximo 1O
de junio, "por lo que se van a quedar con las ganas los que estén
pensando que no vamos a terminar". Durante su conferencia de prensa matutina,
López Obrador señaló que las empresas constructoras
realizan un gran esfuerzo y trabajan de manera responsable, para que la
obra quede terminada en el tiempo estipulado.
El jefe del Ejecutivo local aprovechó para agradecer
a los vecinos de la zona de San Antonio y a la población en general
su cooperación durante los nueve meses que lleva la construcción,
y pidió su comprensión y apoyo en esta última semana
de trabajos en esa obra que será fundamental para resolver los problemas
de tráfico y contaminación.
Por
otra parte, durante un recorrido por las obras viales que se construyen
en Santa Fe, el mandatario capitalino anunció que esos trabajos,
que constan de tres puentes y dos tramos de vialidad de 2.1 kilómetros,
cuyo objetivo será unir el poniente con el oriente de la ciudad,
se concluirán en septiembre de 2004.
Las obras en las que se invertirán 70 millones
de dólares forman parte de un programa integral de vialidad en el
que los tres puentes, más la ampliación de la avenida Centenario
y la continuación del Eje 5 Poniente, se conectarán al segundo
piso que se construirá de San Antonio a San Jerónimo y desde
luego al distribuidor vial que se inaugurará el domingo próximo.
El director del proyecto, Gerardo Merla Vignau, indicó
que la construcción vial considera seis carriles en dos sentidos,
además de que los puentes tendrán un nivel de servicio para
10 mil 800 vehículos por hora, en ambos sentidos.
Precisó que uno de los puentes tendrá una
longitud de 420 metros y los otros dos 260, con altura de 62 metros.
Indicó que esta obra generará 29 mil empleos
directos y 56 mil 500 indirectos en los próximos 15 años,
en tanto que el desarrollo de los terrenos contiguos a la vialidad implicará
una considerable derrama económica para los pueblos de San Mateo
Tlaltenango, Santa Rosa Xochiac y San Bartolo Ameyalco.
Santa Fe, sin adecuada integración norte-sur
Sobre los conflictos viales que tiene la zona, Merla Vignau
dijo que actualmente el único acceso a la zona de Santa Fe con buen
nivel de servicio es la carretera México-Toluca y la estructura
vial de la zona poniente del DF sólo cuenta con calles paralelas
que corren en dirección oriente-poniente, sin una adecuada integración
norte-sur que les permita funcionar como red.
Por otra parte, existe una interconexión vial que
fluye de las avenidas Centenario y Las Aguilas con avenida Toluca y calzada
Desierto de los Leones hacia la zona de Santa Fe, con un tránsito
obligado que cruza por los pueblos antes mencionados, lo cual crea un conflicto
vial para su población y un tiempo de recorrido que puede durar
de 60 a 75 minutos en ciertas horas del día.
Como solución al problema se inició la construcción
de 2.1 kilómetros de vialidad que conectan Centenario con avenida
Carlos Lazo, lo cual implica la construcción de tres puentes en
Santa Fe.
Así, agregó, con los tres puentes se evitará
la circulación de mil 500 vehículos que diariamente atraviesan
por esos tres pueblos, lo cual permitirá reducir el tiempo de recorrido
de 60 a tres minutos, para desplazarse de avenida Centenario casi esquina
con calzada de Las Aguilas al entronque formado por las avenidas Carlos
Lazo y Centenario.
Mencionó que los inversionistas de la obra han
asumido el compromiso de terminar la obra en septiembre de 2004, y agregó
que en el marco de cooperación entre el Gobierno del Distrito Federal
e inversionistas privados, las obras se realizan en terrenos privados y
al término de las mismas se hará una permuta por un predio
de 38 hectáreas propiedad del gobierno capitalino contiguo a la
zona donde se desarrollan las obras.
Agregó que los inversionistas son propietarios
de otras 35 hectáreas de tierra, lo que hace que sumados representen
73 hectáreas de tierra en la que se pretende hacer un desarrollo
residencial.
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