México D.F. Lunes 26 de mayo de 2003
La apertura de Pemex al capital extranjero no es la única opción: Canacintra
Canales responde a presiones de EU y del Grupo Monterrey: Abraham Nuncio
El cabildeo del secretario de Economía por la privatización debe "pararse en seco"
DAVID ZUÑIGA
Las recientes declaraciones del secretario de Economía, Fernando Canales Clariond, en favor de la apertura total del sector energético a la inversión extranjera reflejan las presiones del Grupo Monterrey y de otras facciones del sector privado aliadas a los intereses de Estados Unidos, advirtió Abraham Nuncio.
Investigador especializado en el sector privado regiomontano y sus relaciones con el Partido Acción Nacional (PAN), Nuncio destaca el cambio de discurso del secretario de Economía, quien fue el primero en declarar que Pemex no se vende, postura que luego secundó el canciller Luis Ernesto Derbez.
Sin embargo, señala, después el funcionario adoptó el discurso empresarial que demanda acabar con los "monopolios" en manos del Estado y aplicar el principio de subsidiariedad -defendido por el PAN y por la Confederación patronal de la República Mexicana-- que plantea que el Estado sólo realice las actividades que no puedan hacer los particulares o que no les interesen.
Estos llamados a abrir Pemex le recuerdan a Nuncio, colaborador de La Jornada, las que ha hecho reiteradamente el presidente de Grupo IMSA y primo del secretario de Economía, Eugenio Clariond Reyes Retana, entre otros empresarios de Monterrey.
Nuncio recordó que en gobierno de Carlos Salinas de Gortari también se intentó justificar las privatizaciones con el argumento de que era necesario deshacerse de empresas públicas para que el gobierno pudiera destinar más recursos presupuestales a gasto social y desarrollo;. Este gasto, agregó Nuncio, "nunca llegó" y algunas de las privatizaciones terminaron en fracasos y quiebras fraudulentas con cargo al erario.
El investigador consideró significativo que Fernando Canales Clariond haga este tipo de declaraciones en momentos en que Estados Unidos arrecia las presiones a México para que abra totalmente su industria petrolera. Asimismo, le preocupa que el funcionario anuncie que cabildeará con el Legislativo para que apruebe esta apertura. Estos intentos, sostiene, "deben ser parados en seco"; no obstante, añadió, aun cuando pasara en la Cámara de Diputados el Senado la detendría.
Por su parte, Gilberto Ortiz, presidente de la Comisión de Energéticos de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), señaló que este organismo pugnará porque el Estado mantenga el control sobre Pemex y la Comisión Federal de Electricidad.
Según el empresario, sí existen alternativas para que ambas paraestatales financien su modernización, como el uso de recursos de los fondos de pensiones o emplear una parte de las reservas internacionales, que ascienden a más de 53 mil millones de dólares.
Ortiz Muñiz aclaró que la apertura del sector energético al capital extranjero no es una posición que defienda todo el sector privado, sino sólo "algunos organismos" vinculados a intereses extranjeros. México, sostuvo, necesita conservar Pemex y la CFE por razones estratégicas, pues si las pierde no tendrá elementos para negociar desde una posición "digna" con Estados Unidos.
Más aún, si el capital foráneo llegara a controlar a las empresas del sector energético, se reducirían aún más las posibilidades de que empresas mexicanas participen en las licitaciones para dar mantenimiento y ampliar la infraestructura; no obstante, insiste en que los perjudicados no serían solamente los empresarios mexicanos que son proveedores de Pemex y la CFE o realizan obras de infraestructura, sino todo el país. "Basta con ver lo que sucedió en Argentina", señala.
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