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México D.F. Viernes 23 de mayo de 2003
Exigen a Gobernación y la SRA revisar
el marco jurídico agrario
Son devueltas a narcos tierras incautadas,
acusan campesinos
Ordenes judiciales obligan a labriegos a entregarlas
y quienes se oponen son asesinados
MATILDE PEREZ U.
Revisar el marco jurídico agrario, exigieron representantes
del Congreso Agrario Permanente (CAP), del movimiento El campo no aguanta
más y de otras organizaciones a las secretarías de la Reforma
Agraria (SRA) y de Gobernación. Argumentaron que las 370 mil hectáreas
que fueron incautadas a narcotraficantes a partir de 1992, que se entregaron
a campesinos, ahora, por órdenes judiciales, regresan a quienes
las sembraron con enervantes y aquellos que se oponen son asesinados.
A ese fenómeno, dijeron, se debe sumar la agudización
de los enfrentamientos por conflictos agrarios en Oaxaca, Chiapas, Sonora,
Sinaloa, Veracruz y Chihuahua, entre otras entidades, que están
derivando "en ríos de sangre".
Ante
las críticas y señalamientos campesinos, el titular de la
SRA, Florencio Salazar Adame, reviró: No hay un abandono de los
ejidatarios, "nosotros continuaremos con los procedimientos legales, toca
a la Procuraduría Agraria investigar los casos de la devolución
de las tierras incautadas al narcotráfico. También pediremos
al Tribunal Superior Agrario que revise los expedientes, porque probablemente
hubo algunos datos que impidieron a los magistrados advertir que se trataba
de tierras incautadas".
Durante la instalación de la Comisión de
Ordenamiento de la Propiedad Rural, los dirigentes campesinos asentaron
que sin una política más agresiva, sin que eso signifique
"confrontaciones ni pleitos sino defensa de la propiedad social", continuará
el atraso en las zonas rurales. En ese foro, el subsecretario de Gobernación,
Ramón Martín Huerta, aclaró que el evento no era una
ceremonia más ni un acto convencional. Gobierno y campesinos, dijo,
están dispuestos a demostrar que buscan obtener resultados, "esto
es el inicio del seguimiento con seriedad y concreción del Acuerdo
Nacional para el Campo".
Margarito Montes Parra, de la Unión General Obrera
Campesina y Popular (UGOCP), pidió a los responsables de la política
agraria y a los ministros del Tribunal Superior Agrario (TSA) que "dejen
de moverse en la irrealidad de sus oficinas, hagan a un lado sus fantasías
y regresen a un grado de realidad. Señores, los ejidos se han adelgazado
y perdieron su función por diversos motivos económicos y
jurídicos".
Como ejemplo, manifestó que en Sonora cerca de
87 por ciento de los ejidos que se formaron durante el reparto agrario
de 1938 ya se vendieron, y en el caso de los 76 conformados en 1976 ahora
sólo existen 40, el resto es propiedad privada. En los campos 5,
16 y 47 destacan residencias en medio de las escasas superficies que aún
se cultivan, y hasta en los solares urbanos de los ejidos, como en el caso
de El Polvorín, las residencias desplazan las viviendas campesinas.
Con estos problemas no se puede continuar con la ficción
presupuestal, ya que para que los campesinos mantengan las tierras que
se decomisaron al narcotráfico hay que ir más allá
de la negociación jurídica, asentó Montes Parra.
Después, en entrevista, expuso que las tierras
que por órdenes judiciales están devolviéndose a familiares
de narcotraficantes o inclusive a quienes ya cumplieron sus respectivas
sentencias, fueron incautadas hace una década al cártel
de Sinaloa, encabezado por Félix Gallardo.
Rafael Galindo, coordinador en turno del CAP, puntualizó:
"los 300 millones de pesos extra que se aprobaron durante las negociaciones
del Acuerdo Nacional para el Campo para los asuntos agrarios deben ser
para resolver los conflictos de la tierra, esperamos que no vayan a parar
a los bolsillos de un senador (Diego Fernández de Cevallos) que
le ganó un juicio a la SRA".
Cada uno de los dirigentes campesinos insistió
en que el gobierno federal cumpla el compromiso adquirido en el Acuerdo
Nacional para el Campo de analizar y evaluar el marco jurídico agrario.
José Durán Vera, de la Unión Campesina Democrática,
comentó que el compromiso de los agricultores fue "no tocar el artículo
27 constitucional", pero eso no significaba renunciar a la revisión
del marco jurídico. "¿Ya olvidaron ese compromiso, ese pacto?"
Postura contraria sostuvieron los representantes del Consejo
Nacional Agropecuario, Armando Paredes; de la Confederación Nacional
Ganadera, Gustavo Torres, y de la Confederación Nacional de Propietarios
Rurales, Julián Orozco, quienes apuntaron que el tema de la seguridad
jurídica cubre las expectativas de discusión acerca de la
problemática agraria, y que la revisión y análisis
del marco jurídico no podría ser un único tema.
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