México D.F. Jueves 22 de mayo de 2003
Las alusiones de Marta Sahagún al condón, en el marco de una "campaña personal"
Organismos civiles cuestionan las políticas públicas contra el sida
Defensores de derechos humanos denuncian la estigmatización de los enfermos
Subrayan el abandono en el que se encuentra la población carcelaria infectada
VICTOR BALLINAS
En la cátedra de derechos humanos Fray Francisco de Vitoria, Elvia Martínez, de la organización Ikatiana, subrayó que la referencia de Marta Sahagún al condón "se da en el marco de una campaña política personal, pero no es una política pública". En tanto, Carlos García de León, presidente de la organización Ave de México, resaltó: "qué bueno que la señora Sahagún, la esposa del presidente Vicente Fox, hizo esa referencia, porque ahora el PAN tendrá que hablar de ello, y el marco de las campañas políticas puede ser una oportunidad".
En tanto, Raymundo Sandoval, del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, destacó que las personas que viven con sida en México enfrentan un patrón sistemático de violaciones a los derechos humanos por parte de las instituciones del Estado encargadas de desarrollar las políticas públicas, pero también en ámbitos como el acceso a hospitales, al empleo y a la educación, entre otros.
García de León destacó que la pandemia de sida es sobre todo una enfermedad de varones, con más de 85 por ciento de los casos, concentrada lo mismo en las grandes ciudades que en el campo. Precisó que el contagio por vía sexual se presenta en nueve de cada diez casos.
El presidente de Ave de México refirió que en repetidas veces en la historia una enfermedad ha dado pie a encarnizados enfrentamientos y a las peores formas de discriminación, como fue el caso de la lepra y la peste, así como el de algunas de las antiguamente llamadas enfermedades venéreas.
Explicó que debido a la estigmatización y a la discriminación el enfermo de sida "se imprime la culpa de manera vergonzosa para constituirse en la otredad de la mayoría, para ocultarse e infligirse castigos diversos, desde la culpa, pasando por los prejuicios y la cancelación de los placeres, hasta el más triste y doloroso ostracismo, hasta llegar al suicidio, real o social".
Martínez, por su parte, explicó que en materia de salud "mientras la enfermedad cueste más, van a existir más problemas, van a registrarse más muertes. En los hospitales, añadió, se dice que si se van a morir los enfermos de sida qué caso tienen darles ya más atención. Cuando éstos se encuentran internados en estado crítico, entonces se les niega la atención y se les manda a sus casas.
"No se le da la opción a la gente de decir 'me quiero morir en mi casa o en el hospital'; simplemente se les envía a sus domicilios", destacó.
Expuso que en las cárceles el sida es un grave problema sin control. Detalló que hace seis años "estuvimos trabajando con presos enfermos de sida en Santa Martha Acatitla -aquí en el Distrito Federal- ". Denunció que los enfermos "estaban en el abandono, enrejados, sin aplicación de medicamentos, e incluso a los que padecían diárreas los dejaban vaciarse sin medicamentos; ahí se morían".
Esto, agregó, es algo cotidiano. "Empezamos a hacer trabajo en los reclusorios, pero hay mafias adentro y afuera bien organizadas que nos impidieron seguir con nuestra labor. Por ejemplo, los condonesse los vendían sólo a algunos presos, los controlaban, no todos tenían acceso a ellos".
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