Deja en segundo término planteamientos laborales

Imprime Medel sesgo político a su discurso

BERTHA TERESA RAMIREZ

En el tercer día de manifestaciones en la Plaza de la Constitución, el líder de los burócratas de la capital, José Medel Ibarra, confirmó lo que ha señalado el jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador, de que su movimiento tiene tintes político-electorales, ya que en su discurso, en el que los planteamientos laborales pasaron a segundo término, advirtió a las autoridades locales: "con nuestros votos vamos a lograr que se vayan a sus casas, para que no sigan haciéndonos daño". Agregó que a los trabajadores del GDF les queda claro que el PRD no es un partido que represente una auténtica opción política.

Los perredistas, abundó, como gobernantes no han mejorado las condiciones de vida de los trabajadores; por el contrario, regatean prestaciones económicas y desde marzo de 1998 no los aumentan. Asimismo los acusó de lucrar con la miseria de los pobres presentándose como redentores ante sus necesidades.

"En cinco años de gobierno perredista en la ciudad no sólo hemos padecido los trabajadores; en ese tiempo han aumentado la delincuencia y la anarquía, nadie se siente seguro ni en sus casas y las calles han dejado de ser exclusivas de los peatones, para estar en manos de mafias organizadas", apuntó.

Señaló que el jefe de Gobierno los llama "líderes charros", empero, "líderes charros son los que tienen pacto en lo oscurito, con los que inaugura jardines, olvidándose que éstos se cobijaron en el salinismo relacionándose con Justo Ceja, a quien incluso le dieron casas de interés social".

Dijo que al jefe de Gobierno y a Encinitas, como llamó al secretario de Gobierno, Alejandro Encinas, les parece excesiva la demanda de basificación de 35 mil trabajadores eventuales, la mayoría de los cuales tiene más de 15 años de antigüedad laboral, a pesar de que la ley dice que para ser trabajador de base son suficientes seis meses.

Poco después, impulsado por sus seguidores que gritaban "šNi un voto al PRD!" "šNi PRI, ni PAN, este asunto es laboral!", Medel intentó una negociación con las autoridades a las puertas de las oficinas del jefe de Gobierno, sin obtener respuesta y tuvo que volver al templete instalado en el Zócalo.

Desde ahí indicó a los trabajadores, que le exigían cerrar las oficinas, que no lo hicieran, ya que, les dijo, incurrirían en diversas responsabilidades y serían sancionados. A cambio les propuso tres opciones para este jueves: llevar a cabo asambleas informativas en los centros de trabajo, marchar a las cuatro de la tarde del Angel de la Independencia al Zócalo o continuar las marchas a las nueve de la mañana de los centros de trabajo a la Plaza de la Constitución. Esta última ganó.

Frente a las oficinas de López Obrador, el líder ofreció disculpas a los medios de comunicación por las agresiones que sus seguidores infligieron a varios reporteros durante la movilización del martes pasado.