Lavagna trabaja ya en la reprogramación de la deuda, señala Néstor Kirchner

Argentina no aceptará imposiciones del FMI, advierte el presidente electo

Otorgué indultos porque los considero una medida justa, sostiene Duhalde

STELLA CALLONI CORRESPONSAL

Buenos Aires, 21 de mayo. El gobierno que asumirá el próximo domingo en Argentina no aceptará la imposición de ajustes del Fondo Monetario Internacional (FMI), pues el país "demostró que se puede vivir sin el acuerdo" con ese organismo, declaró el presidente electo Néstor Kirchner.

En declaraciones publicadas hoy por el diario Clarín, también adelantó que el ministro de Economía actual, Roberto Lavagna, quien permanecerá en el cargo, ya trabaja en la reprogramación de la deuda, de "varias décadas, que permita volver viable el funcionamiento del país".

Argentina tiene vencimientos con el FMI por unos 3 mil millones de dólares en septiembre próximo, y el organismo ubica en 136 mil millones de dólares la deuda del país hasta 2002.

Mientras, el mandatario saliente, Eduardo Duhalde, calificó a Kirchner de tener una sana "rebeldía dentro del justicialismo (peronismo), que opuso tenaz resistencia en una etapa muy mala para la Argentina y pelea por un justicialismo distinto".

En entrevista con el diario Página 12, Duhalde dijo jocosamente: "sepan que Kirchner no está embarazado de Duhalde ni del duhaldismo", ante la insistencia sobre cuánto puede influir el actual presidente en el próximo gobierno. Asimismo, expresó que es "de primera" el gabinete elegido por quien fuera "el único gobernador que me apoyó en 1999 en mi carrera presidencial (fuertemente obstaculizada por el ex presidente Carlos Menem). Le ofrecí ser jefe de gabinete cuando asumí, pero entonces me dijo que no estaba de acuerdo en que no se llamara de inmediato a elecciones".

Duhalde asumió el cargo de presidente a principios de 2002, elegido por la Asamblea Legislativa, tras una sucesión de presidentes luego de la renuncia de Fernando de la Rúa, en diciembre de 2001, al estallar el llamado cacerolazo.

El mandatario saliente estimó que Kirchner tendrá "continuidad" en cuanto a una "nueva mirada sobre la economía, que deja atrás un liberalismo mediocre y rapiñero", y consideró necesario establecer condiciones para "la transferencia del circuito financiero".

En cuanto a posibles "venganzas" de Carlos Menem, que renunció a ir a la segunda vuelta con Kirchner, a quien todos los sondeos señalaban como el gran favorito, Duhalde sostuvo que el ex presidente "se suicidó" políticamente, aunque recordó que éste ha declarado que "la razón de su vida es el poder". Por lo pronto, los diputados menemistas dijeron que se mantendrán apartados de la bancada peronista, por ahora.

Por otro lado, Duhalde habló sobre a los indultos decretados anoche en beneficio del ex jefe guerrillero Enrique Gorriarán Merlo y del ex coronel carapintada Mohamed Alí Seineldín, que provocaron rechazo en partidos y grupos humanitarios.

Explicó que en el caso de Gorriarán, además del pedido de su familia por el estado de salud del jefe del Ejército Revolucionario del Pueblo, existía el hecho de que no se realizó el juicio de segunda instancia, lo que era un motivo válido para cuestionar una reclusión perpetua, "y porque la etapa de la subversión y la de los militares que buscaban imponerse al poder civil se terminó en Argentina".

En el caso de Seineldín, éste ya gozaba de un régimen de reclusión abierto y pernoctaba en el cuartel donde cumplía la pena.

Según Duhalde, hay que usar los calabozos para "los delincuentes, tanto para los de guante blanco que vaciaron el país como para los comunes, pero no para gente que con motivaciones ideológicas equivocadas -a mi criterio- que por derecha o por izquierda protagonizaron acontecimientos tan viejos".

El decreto de perdón presidencial, que alcanza además a otros 16 civiles y siete militares que estaban cerca de cumplir su condena y gozaban de libertad condicional, fue rechazado por las Abuelas de Plaza de Mayo, que calificó la decisión de inconsulta, así como por Familiares de Detenidos Desaparecidos.

"ƑUstedes creen que yo no sé que a mí no me conviene? Eso de las conveniencias o inconveniencias le puede interesar a alguien que quiere seguir en política. Yo creo que es justo y por eso lo hice", explicó Duhalde, quien hoy reiteró que su vida partidaria o institucional está concluida.

Reconoció, no obstante, que tomó la decisión para que no pasara a su sucesor el problema ni "a cualquiera en el futuro. Esta etapa está terminada y pagaron bastante".

Sobre el tema, Kirchner dijo no haber sido consultado y manifestó ayer su desacuerdo. Por otro lado, el presidente electo anunció que piensa recurrir al mecanismo de consulta popular para definir "temas fundamentales", como por ejemplo la relación Mercosur-ALCA, la reconversión productiva, los modelos educativos, el funcionamiento institucional y la postergada reforma política.

"La consulta popular es un mecanismo constitucional. Cuando tenga que definir temas centrales y fundamentales que van a determinar la vida de los argentinos en los próximos 50 años, no tendría ningún problema" en recurrir a ella, dijo Kirchner desde Santa Cruz, provincia patagónica que gobernó 11 años y siete meses, donde recurrió más de una vez al plebiscito.