México D.F. Jueves 22 de mayo de 2003
Prevén que pocos guerrilleros depondrán las armas
Presiones en la Duma para aprobar la amnistía a rebeldes chechenos
JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL
Moscu, 21 de mayo. Los diputados de la Duma aprobaron este miércoles, en primera lectura, la amnistía parcial que el presidente Vladimir Putin ofreció a rebeldes chechenos, una controvertida iniciativa de mucho efecto propagandístico y poca utilidad para poner fin a la guerra en la república separatista.
Las presiones sobre los legisladores rebasaron esta vez el límite de lo habitual y se retiró el proyecto alternativo de indulto que había preparado el único miembro checheno de la Cámara baja, Aslambek Aslajanov.
Sin embargo, el Kremlin fracasó en su intento de ver adoptado el texto presidencial en sus tres instancias de votación en un solo día, casi de modo mecánico y sin sufrir ninguna enmienda ni adición.
La premura, según los voceros oficiales, obedecía al deseo de que la amnistía, tras ser turnada al Consejo de la Federación, la Cámara alta, pudiera entrar en vigor lo antes posible.
Al anunciar la medida, Putin dio por descontado que el indulto empezaría a aplicarse a partir del primero de agosto próximo. Los diputados extendieron hoy un mes la fecha de entrada en vigor, en el entendido de que el borrador será aprobado de manera definitiva no más tarde del 6 de junio.
Hasta los mismos promotores de la amnistía están convencidos de que muy pocos chechenos podrán beneficiarse de la medida. El representante especial de Putin ante la Duma, Aleksandr Kotenkov, no derrochó optimismo al estimar en cerca de 700 el número de chechenos que podrían ser perdonados, todos ellos actualmente en cárceles.
Kotenkov habló de otros 300 que obtendrán su libertad gracias a que la amnistía no se limita a los rebeldes chechenos y también incluye a los militares rusos que cumplen condenas menores por delitos cometidos en territorio de Chechenia. De esta manera, Putin concederá el indulto a 90 por ciento de los soldados y oficiales del ejército ruso, que en su momento -y para calmar las críticas internacionales- fueron procesados por haber incurrido en reiterados saqueos, golpizas y otros excesos contra la población civil chechena.
Queda excluido de la amnistía quien haya matado, algo por definición común en una guerra, así como perpetrado crímenes repudiables como violaciones, secuestros, atracos armados y "otros delitos graves", a definir por los diputados.
La desconfianza hacia las autoridades rusas -a partir de la nefasta experiencia de la anterior amnistía en Chechenia- es otro factor que permite anticipar que muy pocos guerrilleros depondrán las armas.
El diputado checheno Aslajanov recordó: "La mayoría de los amnistiados en 1999, salvo los que emigraron de Chechenia o juraron lealtad a Ahmad Kadyrov (el gobernante interino pro ruso), desaparecieron sin dejar rastro en los siguientes meses".
Salambek Maygov, representante oficial en Moscú del desconocido líder separatista, Aslan Masjadov, precisó: "De los 500 rebeldes que creyeron en esa amnistía, 450 fueron secuestrados y ejecutados por militares rusos en operaciones encubiertas tipo escuadrón de la muerte".
Por lo pronto, Putin no consiguió que la amnistía esté aprobada antes de la magna celebración del tercer centenario de San Petersburgo. Tendrá una carta menos, desde su perspectiva triunfalista, para hacer creer a sus invitados que la situación se normaliza en Chechenia.
Además, a juzgar por las filtraciones que llegan de Bruselas, algunos colegas europeos pueden estropear el ánimo festivo del presidente ruso al insistir en que se incluya un párrafo sobre el conflicto de Chechenia, en el comunicado conjunto de la Cumbre Rusia-Unión Europea, una de las actividades enmarcadas en el calendario conmemorativo de la fundación de la Ciudad del Neva.
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