México D.F. Jueves 22 de mayo de 2003
México promoverá ante la OMC la reducción de subsidios a las exportaciones
Campesinos exigen a Fox que rechace chantajes para la apertura del agro
ANGELICA ENCISO Y GEORGINA SALDIERNA
El gobierno mexicano no debe ceder a los "chantajes" de Estados Unidos para abrir indiscriminadamente el sector agrícola; lo que tiene que hacer es aplicar los puntos del Acuerdo Nacional para el Campo y la Ley de Comercio Exterior, para cobrar los aranceles ya establecidos y buscar la exclusión de maíz y frijol del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), señalaron organizaciones campesinas. Además, precisaron, el primero en incumplir el acuerdo ha sido Estados Unidos.
A su vez, el representante mexicano ante la Organización Mundial de Comercio (OMC), Eduardo Pérez Mota, dijo que en la próxima reunión ministerial, a efectuarse en septiembre, en Cancún, México promoverá en el tema de la agricultura la reducción sustancial o la eliminación de los subsidios a la exportación, y condicionará la disminución arancelaria a los resultados que se tengan en este punto.
Luego de las declaraciones del martes pasado del negociador en jefe de temas agropecuarios de Estados Unidos, Allen Johnson, en el sentido de que México se debe ajustar a los compromisos internacionales, y de que además lamentó que su socio comercial haya "amenazado" con fijar barreras a exportaciones estadunidenses, ayer reaccionaron de inmediato las organizaciones del campo que demandan la revisión del TLCAN.
Alberto Gómez, coordinador nacional de la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas, consideró necesario que las autoridades mexicanas actúen con firmeza, "que presenten una respuesta clara para no aceptar presiones ni chantajes, porque es indispensable la revisión del acuerdo comercial y sacar al maíz y al frijol del tratado".
El líder de El Barzón, Alfonso Ramírez Cuéllar, coincidió en que no se deben aceptar ese tipo de presiones. El gobierno debe asumir los compromisos que adoptó con los productores en el Acuerdo Nacional para el Campo y establecer los aranceles fijados en la ley de Comercio Exterior, indicó. Agregó que se debe hacer la solicitud para la exclusión de maíz y frijol del TLCAN, y de en forma paralela realizar la investigación para el restablecimiento de salvaguardas, tal como lo establece la ley.
El dirigente de la Confederación Nacional Campesina (CNC), Heladio Ramírez López, responsabilizó al gobierno estadunidense de ser el primero en incumplir los términos del acuerdo comercial desde hace diez años. "Si hablamos de incumplimientos, de medidas unilaterales, los mal parados serán los propios estadunidenses, pues no han cumplido con el TLCAN en materia de transporte, en la compra de excedentes de azúcar producido en México, en el caso del tomate, del aguacate y de los cítricos".
Un ejemplo de violación flagrante en las relaciones comerciales, añadió, fue la medida unilateral del Congreso estadunidense al aprobar la más reciente ley agrícola, "la cual intenta apoderarse de los mercados internos latinoamericanos". El TLCAN ha dejado en la ruina a los productores de maíz, arroz, cártamo, soya, algodón y oleaginosas, abundó.
Por su parte, Pérez Mota señaló que sin duda el tema de la agricultura seguirá siendo el más delicado en las negociaciones de la OMC, por las distorsiones que provocan los subsidios otorgados a los productores en los países desarrollados; por la desigualdad que generan en la competencia y el obstáculo que significan para un desarrollo sano de la agricultura.
Acompañado de Stuart Harrison, jefe de gabinete de la dirección general de la OMC, y de Evans Rogerson, jefe de organizaciones ministeriales del consejo general de la organización, el representante del gobierno foxista reconoció que México es un jugador pequeño en el contexto del organismo mundial de comercio. Aceptó que no puede promover una reforma integral en el tema agrícola, pero de cualquier forma buscará que los productores mexicanos compitan en las mismas condiciones con sus homólogos de Europa. "Por ello, queremos que ellos bajen sus subsidios", puntualizó.
Si bien Estados Unidos y la Unión Europea han mantenido posiciones divergentes en el rubro de la agricultura, entre otros, explicó que ello no implica que la reunión ministerial de Cancún se pueda convertir en el escenario de un "choque de trenes".
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