México D.F. Lunes 19 de mayo de 2003
El organismo autónomo estará integrado por indígenas, especialistas y legisladores
Desaparece el Instituto Nacional Indigenista; crean Comisión Nacional
Asociaciones están escépticas; Xóchitl Gálvez podría encabezar la nueva dependencia
MATILDE PEREZ U. Y ALMA MUÑOZ
Hoy, a 54 años de su creación, desaparece formalmente el Instituto Nacional Indigenista (INI) y nace la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, que hereda la personalidad jurídica y patrimonio del organismo que llega al fin de su vida institucional.
Sin embargo, en el tintero de la esperanza queda la autonomía que demandan los pueblos indígenas. Los "nuevos pasos" que da la naciente institución -descentralizada de la administración pública federal y autónoma operativa, técnica, presupuestal y administrativamente- en su relación con los pueblos indígenas es hacer partícipes a sus representantes mediante un consejo consultivo, en el que también estarán instituciones académicas especializadas en la materia, organizaciones sociales que trabajan con indígenas, las mesas directivas de las comisiones de asuntos indígenas de las cámaras de Senadores y Diputados y los gobiernos de los estados.
El perfil asistencialista y desarrollista del INI, fuertemente criticado por los pueblos y organizaciones indígenas, es sustituido por dicha comisión, cuya tarea -según establece su respectiva ley- es ser instancia de consulta y coadyuvancia en la formulación, ejecución y evaluación de los programas, proyectos, estrategias y acciones públicas para el desarrollo de los pueblos indígenas.
Para el Congreso Nacional Indígena y la Asamblea Nacional Indígena Plural por la Autonomía, la creación de la citada comisión es un "cambio cosmético": siguen los mismos criterios burocráticos, las respuestas de coyuntura. La exigencia es la aplicación de una política de Estado que cumpla con los Acuerdos de San Andrés, que se escuche y respete la voz de los indígenas y no se sobrepongan a ellas las de las organizaciones no gubernamentales, fundaciones o agencias benefactoras.
Observaciones distintas expresa Xóchitl Gálvez, cuya Oficina Presidencial para la Atención de los Pueblos Indígenas también desaparece. "La comisión adquiere fuerza política al dejar de ser un organismo sectorizado dentro de la Secretaría de Desarrollo Social y se posiciona dentro del gabinete ampliado. Se termina con la vulnerabilidad que arrastró el INI por la merma de su presupuesto".
La cercanía de la comisión con el Presidente fortalece ese espacio, "conquista de los pueblos indígenas", mencionó Gálvez, una de las candidatas a asumir la dirección del nuevo organismo encargado de la política gubernamental dirigida a los pueblos indígenas. El titular de dicha comisión "no estará por encima de ningún secretario de Estado, pero tendrá la fuerza política y económica para orientar los esquemas en materia indígena, así como evaluar y publicar los indicadores sobre la operación de los mismos, y si en determinado momento se requiere una segunda reforma la impulsaremos, porque no hay que esperar 54 años para ir planteando cambios", explicó en entrevista telefónica.
Las decisiones de la comisión serán tomadas por el presidente de la Junta de Gobierno, integrada por 13 secretarías de Estado y cuyo titular será nombrado por el Presidente de la República. Un director general será el responsable de la administración, y el consejo consultivo tendrá entre sus actividades ser órgano de consulta y vinculación con los pueblos indígenas y la sociedad.
Durante las próximas semanas, Gálvez y el director del extinto INI, Arnulfo Ambriz, trabajarán conjuntamente para evitar -según versión de Gálvez- que se suspenda el apoyo a las comunidades indígenas. El personal de la instancia que encabezó la creadora de los edificios "inteligentes" en el país, continuará con las audiencias públicas para indígenas en la residencia oficial de Los Pinos y con la coordinación dentro del gabinete, para hacer que las diversas secretarías de Estado se involucren en las políticas de apoyo a las comunidades y pueblos.
El actual gobierno había advertido que el INI sería transformado en una institución capaz de asesorar, capacitar, informar y crear canales de comunicación con los pueblos indígenas.
En este contexto, los pueblos indígenas -cuyos 12 millones de personas habitan regiones que abarcan la quinta parte de los 2 millones de hectáreas del país- se preguntan si esta estrategia política servirá para garantizar las condiciones de desarrollo sostenido, integridad territorial y bienestar por las que luchan.
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