México D.F. Viernes 16 de mayo de 2003
Aceptó que Pumas dejó mucho que desear en los dos torneos, pero no habló de fracaso
Queremos ganar a Morelia para dedicar el triunfo a la afición, dijo El Parejita
A Francisco Fonseca no le preocupa la posible llegada del goleador boliviano Joaquín Botero
CARLOS HERNANDEZ
José Luis Parejita López admitió que en Pumas "nos caímos moralmente" después de las eliminaciones en el torneo mexicano y en la Copa Libertadores, pero señaló que ya se repusieron y advirtió que ante Morelia será "el partido del honor" y, aunque ya están fuera, buscarán una victoria para dedicarla a sus seguidores.
Mientras firmaba autógrafos y platicaba con todo el que se acercaba, el Parejita expresó que "los aficionados siempre han estado con nosotros en las buenas y en las malas, y nuestra única forma de agradecerles es matarnos por ellos en la cancha y vencer a Monarcas".
No quiso calificar de fracaso las dos eliminaciones sufridas, pero aceptó que "el equipo dejó mucho qué desear".
Los auriazules entrenaron ayer a puerta cerrada en el estadio México 68 y los encargados de prensa del club, encabezados por Rocío Rodríguez, ni siquiera dejaron tomar fotos desde atrás de las rejas del inmueble. "Son órdenes superiores", señaló.
Sin embargo, los futbolistas accedieron a bajar de sus lujosos automóviles para responder algunas preguntas de los medios. Al lado de su Beatle color pistache, el hijo del Pareja dijo que no tuvo mucha actividad este torneo y aunque termina su contrato desea seguir en el plantel.
Rodrigo Lemos, a bordo de su Audi, indicó que le queda año y medio de contrato y que ya sólo espera que finalice el torneo "para irme de vacaciones".
Admitió que para el Juego de Estrellas fue obligado a asistir por la directiva: "a mí me comunicaron que tenía que ir, no me pidieron opción. Pero fui con mucho placer por la gente que votó por mí".
Joaquín Beltrán, en su Honda, dijo que termina su contrato, pero que le gustaría salir del club en una situaciones distinta. Otro que acaba su ciclo con Pumas es Horacio Sánchez, quien está consciente que le afecta ser sobrino del técnico.
"Tonterías por mi nexo familiar siempre van a estar diciendo, pero si me voy o no será por cuestiones futbolísticas", apuntó al lado de su Jetta gris.
Los brasileños Leandro Augusto, quien conducía un Mercedes Benz blanco, y Ailton Da Silva, un Cruisser plateado, tienen contrato con UNAM, al igual que el delantero Francisco Fonseca, quien no se mostró preocupado por la posible llegada del goleador boliviano Joaquín Botero.
Y mientras el veterano Miguel España, quien vive su última campaña, bajó de su auto clásico Karmann Ghia para atender a los fanáticos, el Pentapichichi no quiso salir de su Navigator Negra con vidrios blindados.
A los reporteros sólo les expresó un "no hablo porque estamos castigados" y a quienes lograron acercarse les dio una tarjeta con el historial de su carrera y una foto en una de sus tardes de gloria con el Real Madrid.
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