El propósito, impedir más tragedias como la ocurrida el jueves en Victoria, Texas

Claman por acuerdo migratorio entre México y EU "sin condicionamientos"

DE LOS CORRESPONSALES

El vocero del consulado de México en Houston, Texas, Marco Antonio Núñez Yuren, informó que de las 18 personas que fallecieron asfixiadas en la caja de un tráiler en Victoria, Texas, 13 eran originarias de México, una salvadoreña y otra hondureña. Las restantes no han sido identificadas.

En relación con el hecho, gobernadores, organismos de derechos humanos y la Iglesia católica convocaron al gobierno mexicano a buscar con el de Estados Unidos un acuerdo migratorio "sin condicionamientos", para evitar más tragedias de este tipo.

Núñez Yuren puntualizó que el presidente Vicente Fox ordenó a Eduardo Ibarrola Nicolín, cónsul de México en Houston, brindar apoyo a los familiares de las víctimas, y precisó que los 24 mexicanos que salvaron sus vidas permanecen en albergues texanos mientras concluye la investigación. Agregó que dada su permanencia indocumentada se les proporcionará asesoría mientras llega el momento de su deportación.

Tres eran de Guanajuato

Los hermanos Serafín y Roberto Rivera Gámez, así como Héctor Robles, salieron del municipio de Santacruz de Juventino Rosas, Guanajuato, el 5 de este mes. Los dos primeros pretendían volver a su comunidad con dólares suficientes para echar la casa por la ventana en una fiesta que celebrarían en diciembre del próximo año.

De esa misma comunidad partieron el 5 de mayo José Reyes Fulgencio Arellano Gámez e Israel Rivera Sánchez, quienes fueron internados en un centro comunitario de Houston, Texas, en espera de rendir su declaración ante las autoridades de aquel país, no en calidad de indiciados, sino de testigos, informó el delegado de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) en Guanajuato, Benjamín Ruiz y Avila.

Reveló que los santacrucenses fueron enganchados por un pollero de Salvatierra, a quien se investiga por el delito de tráfico de personas, aunque no dio más información, sólo que "les cobró mil 800 dólares para llevarlos a la muerte".

Patricio Rico Rivera, sobrino de Serafín y Roberto, dice: "nos enteramos por la tele, nadie nos dijo nada. Empezamos a movernos por nosotros mismos, porque en la tele dieron los apelativos de mis tíos que estaban difuntos".

La Dirección de la Oficina de Atención a Comunidades Guanajuatenses en el extranjero indica que 117 personas originarias de la entidad fallecieron en 2002 en la búsqueda de trabajo en Estados Unidos, y este año, con estas muertes, suman ya 36.

Para Ruiz y Avila "urge un acuerdo migratorio, de lo contrario, nuestra gente seguirá muriendo en su intento de cruzar la frontera y florecerán más traficantes de humanos, que lo único que buscan es dinero".

Del mismo modo se manifestó Ricardo Monreal, gobernador de Zacatecas, quien expresó: "debería considerarse una vergüenza nacional eso que está pasando en Estados Unidos, y es muy importante que México vuelva a plantear su relación con el país vecino; es urgente y evidente la necesidad del acuerdo migratorio y que defendamos los derechos humanos de los migrantes".

Monreal confirmó que los zacatecanos Eliodoro Mireles Chavarría e Ignacio Ríos Mireles viajaban en el tráiler abandonado por polleros en una carretera de Texas, y aunque están con vida, su estado de salud es grave. Ambos son originarios de Rancho Nuevo, municipio de Villa García.

Agregó que desde el miércoles se encuentra en Estados Unidos el director del Instituto Estatal de Migración, Armando Esparza, para apoyar a las familias de los zacatecanos hospitalizados.

En San Luis Potosí, el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Luis Morales Reyes, lamentó la tragedia que se vivió en el condado de Victoria, y apremió a los gobiernos de Estados Unidos y México a lograr cuanto antes "por respeto a la vida", un acuerdo migratorio sin "condicionamiento alguno".

Más migrantes mexicanos muertos que iraquíes en la invasión

Jorge Bustamente, presidente fundador del Colegio de la Frontera Norte, opinó en Veracruz que con la Operación Guardián, impuesta por Estados Unidos para evitar el paso de indocumentados, han muerto más mexicanos que iraquíes en la invasión a su país.

No obstante, abundó, el gobierno de México, las iglesias y la sociedad civil nada dicen ni hacen para evitar que sigan muriendo connacionales.

En la guerra de Irak murieron mil 800 iraquíes, mientras por la Operación Guardián -desde que comenzó, en 1994- han muerto más de 2 mil 300 migrantes, puntualizó.

Dijo que hasta ahora ni el Congreso, ni el gobierno, ni las iglesias, ni los partidos políticos se ha atrevido a proponer la suspensión de la Operación Guardián para evitar que sigan pereciendo mexicanos.

Puestos de sobreviviencia en San Diego

De su lado, activistas defensores de los derechos de los migrantes en San Diego, California, anunciaron que el domingo iniciarán una campaña para establecer puestos de sobrevivencia este verano, con el objetivo de tratar de evitar muertes en las zonas desérticas y montañosas del condado.

Enrique Morones, dirigente del grupo Angeles Fronterizos, indicó que acudirán a las montañas del sur de California para colocar cajas con agua y artículos que pueden ayudar a sobrevivir a migrantes extraviados.

Mueren mexicano y colombiana en Arizona

En tanto, el consulado de México en Douglas, Arizona, reportó la muerte de dos indocumentados, uno de origen mexicano y una colombiana, quienes fallecieron por insolación a consecuencia de las altas temperaturas que imperan en el desierto.

El cónsul mexicano Miguel Escobar Valdés informó que el connacional Noé Alvarez López, originario de Guanajuato, pereció la madrugada del jueves en las montañas Huachuca, cerca de Sierra Vista, Arizona.

En tanto, Amparo González Cifuentes, originaria de Cali, Colombia, falleció la noche del miércoles en un hospital de Douglas. Cuando se sintió mal, sus compañeros de travesía y el traficante de indocumentados la abandonaron a su suerte.

Asesinan a dos guatemaltecos

Mientras, dos centroamericanos que ingresaron en México sin documentos fueron asesinados la madrugada del jueves por asaltantes que los sorprendieron en las vías del ferrocarril, en el municipio de Huehuetán, Chiapas.

El hondureño Miguel Angel Melgar Márquez, único sobreviviente, había llegado con Jesús Melgar y Raúl Melgar Alcántara desde el domingo a la frontera entre Guatemala y México, desde donde caminaron para pasar la noche del miércoles en Huehuetán.

A las 5 horas del jueves reiniciaron su camino y, para evitar a las autoridades migratorios, caminaron por las vías del ferrocarril. En el camino se encontraron con tres sujetos, quienes los amenazaron con armas blancas y una pistola.

El hondureño afirma que después de discutir un buen rato con los asaltantes, uno de ellos le disparó, pero erró el tiro, por lo que echó a correr. En cambio sí le dio en el tórax a su compañero Jesús Melgar. Su otro compañero y sobrino, Raúl Melgar, fue muerto a machetazos.