México D.F. Viernes 16 de mayo de 2003
Crece el riesgo si recibe todos los casos que
la PGR no quiere investigar, advierten
Temen ONG fracaso de fiscalía especial
VICTOR BALLINAS
El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro
Juárez, la Asociación de Familiares de Personas Desaparecidas,
el Centro Fray Francisco de Vitoria, la agrupación Acción
de los Cristianos para la Abolición de la Tortura, Sin Fronteras
y el Foro Migraciones destacaron que se debe precisar el mandato de la
Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del
Pasado, porque el riesgo de que continúe recibiendo todos los casos
que la Procuraduría General de la República (PGR) no quiere
investigar es que al final su resultado sea que no sirva de nada.
Julio
Mata, de la Asociación de Familiares de Personas Desaparecidas,
expuso que la fiscalía está tomando las investigaciones y
los casos que la PGR no quiere. Dijo que el asunto de los maestros asesinados
(se acusa a ex líderes magisteriales) y el de Aguas Blancas "deben
ser indagados por la procuraduría" para que la fiscalía acelere
los trabajos que ya tiene.
Por su parte, Graciela Mijares, de la organización
Uníos y ex guerrillera de la Liga 23 de Septiembre, manifestó
su preocupación porque la fiscalía no realizó investigaciones
de fondo, y aunque tiene facultades, "sólo está bateando"
la pelota. "Es indignante esta actuación porque todos sabemos cómo
ha sido el control del Estado sobre las agrupaciones sindicales y, sobre
todo, de los dirigentes charros. Es vergonzoso que no se pueda saber
ni obtener información de los grupos paramilitares que existen al
cobijo y servicio del movimiento obrero oficial."
Mijares destacó que en la agrupación Uníos,
junto con ex compañeros de guerrilla, se busca realizar una coordinación
amplia y empujar para pelear juntos sin distingos de organizaciones, con
el objetivo de que la PGR pueda investigar.
Por su parte, Arturo Requesens, académico de la
Universidad de la Ciudad de México y abogado de ACAT, comentó
que si se analiza jurídicamente la competencia de la fiscalía,
es amplia, tanto que podría conocer cualquier tipo de crimen político
cometido de manera directa o indirecta por servidores públicos.
Insistió en que "no hay límite en el tiempo
y en el espacio, por lo cual es conveniente que se precise su mandato,
porque si no se va a saturar y hay casos que deben ser investigados por
la PGR".
Manifestó su extrañeza porque en el caso
de los maestros asesinados la fiscalía dijo que no es su competencia,
pero de acuerdo con su mandato tiene la obligación de investigar
y no lo hizo.
Christian Rojas, del Foro Migraciones, señaló
que el hecho de que la fiscalía haya tomado el caso de los maestros
"mina profundamente la credibilidad sobre sus resultados, es un retroceso",
pues se había planteado no sólo investigar la verdad jurídica,
sino conocer lo que realmente ocurrió, y cada vez hay evidencias
de que se pisa más el terreno de la impunidad.
En tanto, el director del Centro de Derechos Humanos Miguel
Agustín Pro Juárez, Edgar Cortez, consideró que la
dependencia que encabeza Ignacio Carrillo Prieto, en su carácter
de extraordinaria, no se debería volver ordinaria y retomar todo
asunto que la PGR no quiere.
"Es preocupante que la procuraduría haya determinado
que no hay elementos para fincar responsabilidad a Elba Esther Gordillo
y Carlos Jonguitud, porque es su función investigarlos, además
de que no quedan claras las razones que aduce para que no se procediera
en su contra."
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