Retoma propuesta de Juliana González para otorgar estímulos a docentes

Crear un sistema nacional de maestros universitarios, plantea el rector De la Fuente

KARINA AVILES

El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Juan Ramón de la Fuente, planteó ayer la creación de un sistema nacional de maestros universitarios como un estímulo académico y económico a los docentes, con el propósito de fortalecer la enseñanza superior. Con tales medidas, agregó, el Estado demostraría en los hechos su compromiso con este nivel de estudios.

La propuesta original fue una iniciativa formulada por la profesora emérita Juliana González Valenzuela durante la ceremonia del día del Maestro, en la que la UNAM entregó el reconocimiento al Mérito Universitario a 209 profesores e investigadores, por 50 y 35 años de labor docente.

Entrevistado al término del acto, el rector acogió la propuesta de González Valenzuela y convocó a realizar un análisis y discusión de la propuesta, que pueda concretarse en un proyecto que correspondería instrumentar al Estado.

De la Fuente explicó que se trataría de un sistema para evaluar el desempeño docente de cada maestro, en cada universidad, con criterios explícitos por conducto de comités evaluadores externos. Esto permitiría no sólo dar un estímulo académico al docente sino también económico, pues en el caso de las evaluaciones positivas se pretendería otorgar un complemento a los ingresos del profesor.

Dicho sistema sería análogo al nacional de investigadores y de creadores, y el propósito es fortalecer la calidad de la enseñanza superior, indicó. Por su parte, la filósofa Juliana González, quien habló en representación de los profesores destacados por su larga trayectoria en la enseñanza, manifestó que en el ámbito nacional no existe una justa apreciación de la docencia y de sus tareas distintivas.

"El signo más patente de ello sería la inexplicable inexistencia de un sistema nacional de profesores o un sistema nacional de maestros de educación superior, como quiera que fuera designado."

Dijo que no encontrar una forma de evaluación a la labor docente nos condena a mantener el desequilibrio, a desalentar el impulso para acercar la enseñanza real a sus más plenos ideales y a que, inclusive, "prosperen las tendencias tecnocráticas empeñadas en proponer una mera educación virtual, considerando prescindible la presencia formativa del maestro".

Durante su discurso, la filósofa habló del significado de la educación y de la tarea de enseñar. Recordó que la educación fue para los griegos paideia y ésta significa formación, en sentido literal.

Sin educación, abundó, "se permanece en estado amorfo, informe o deforme". El meollo de la tarea educativa es la formación y la humanización. La enseñanza, en particular la superior, es en esencia diálogo entre discípulos y maestros.

El maestro universitario, dijo, comunica su propia experiencia cognoscitiva y cultural, expresa una actitud, una vivencia, transmite significados, no datos, abre horizontes de búsqueda, nunca respuestas cerradas. Manifestó que "si creemos también a Platón, el ser humano cuenta con dos principales formas de no morir del todo, dos modos de procreación y de perpetuar la especie: a través de los hijos, del cuerpo, y a través de los hijos, del espíritu".

Asimismo, destacó la labor desempeñada por la UNAM, una institución que después de haber pasado por un "oscuro y doloroso" periodo de interrupción de actividades, "ha recuperado su rostro verdadero y ha realzado su imagen pública rencontrando su sitio de prestigio y prominencia en la sociedad".