México D.F. Domingo 11 de mayo de 2003
Rechazará toda medida que considere peligrosa
para su seguridad, insiste Tel Aviv
Aplicar de inmediato el plan de paz, pide Colin Powell
a israelíes y palestinos
Expulsa el gobierno de Sharon a pacifista estadunidense;
"residía en zona militar", afirma
DPA, REUTERS Y AFP
Jerusalen, 10 de mayo. El secretario de Estado
es-tadunidense, Colin Powell, pidió este sábado en Jerusalén
a israelíes y palestinos que comiencen a aplicar de inmediato el
plan de paz para Medio Oriente, conocido como "mapa de ruta", aunque Israel
reiteró que rechazará toda medida que considere peligrosa
para su seguridad.
"Hay suficientes acuerdos (entre israelíes y palestinos)
sobre el plan de paz para que podamos comenzar", en especial aquellos que
se refieren a la fase inicial, dijo Powell durante una rueda de prensa
tras reunirse con su homólogo israelí, Silvan Shalom.
El plan de paz contempla la creación de un Estado
palestino para el año 2005 en Cisjordania y la franja de Gaza, tierras
de las que se apoderó Israel en 1967.
Los líderes palestinos han respaldado el plan,
pero el gobierno israelí del derechista primer ministro Ariel Sharon
ha presentado algunas objeciones sobre seguridad.
El funcionario estadunidense también manifestó
su esperanza de que Israel termine con la construcción de los asentamientos
judíos en territorios reocupados, pero también sostuvo que
los líderes de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) "tienen que
asegurar que los grupos terroristas no sigan representando una amenaza
para Israel".
No
obstante, Powell reconoció que la cuestión del derecho de
retorno de los refugiados palestinos es un tema que preocupa especialmente
al gobierno israelí y constituye uno de los puntos más difíciles,
si bien dijo esperar que no suponga una barrera infranqueable para la reactivación
del es-tancado proceso de paz.
El secretario de Estado indicó además que
presentará a Sharon y al primer ministro de la ANP, Mahmud Abbas,
con los que tiene previsto reunirse este domingo por separado, demandas
específicas, sin precisar a la prensa internacional su contenido.
Sobre Abbas, señaló que "queremos ayudarle,
y ayudar a los otros miembros de su gobierno a poner en marcha las instituciones
necesarias para restructurar la ANP", pero nuevamente volvió a insistir
en la se-guridad y el fin de la violencia.
Por su parte, el canciller Shalom reafirmó la posición
de su gobierno sobre el cese de la violencia y los atentados, lo que consideró
una condición indispensable para reanudar el diálogo con
los responsables de la ANP y para la adopción de medidas encaminadas
a disminuir la tensión.
"Israel está dispuesto a realizar gestos de carácter
humanitario hacia los palestinos si terminan con las incitaciones a la
violencia y al terrorismo", declaró Shalom sin precisar cuáles
serían esos gestos, y aseguró que Tel Aviv rechazará
toda medida, como una retirada militar de Cisjordania, que pueda poner
en peligro la seguridad del país.
Añadió que Israel no tiene un enfrentamiento
con los palestinos, sino que "el único conflicto que tenemos es
con la dirección de la ANP", y señaló que el gobierno
del primer ministro Abbas será juzgado por su capacidad para actuar
a fondo contra los grupos radicales.
"Si esos dirigentes piensan que lo único que tienen
que hacer es alcanzar un alto del fuego" con los extremistas palestinos,
"no creo que ello cree un mejor clima" para la paz, advirtió Shalom.
De su lado, el jefe del movimiento Fatah, de Yasser Arafat,
llamó al gobierno palestino a boicotear la visita de Powell por
su negativa a entrevistarse con el presidente palestino, además
de que convocó a un paro general en Ramallah este domingo.
Powell llegó el sábado a Israel, en la primera
etapa de una gira que le llevará a Cisjordania, Egipto, Jordania
y Arabia Saudita, y después a Rusia, Bulgaria y Alemania.
Mientras tanto, los dirigente de la ANP saludaron el discurso
del viernes del presidente estadunidense, George W. Bush, en el que recordó
su apoyo a la creación de un Estado palestino, pero pidieron al
mandatario republicano que presione a Israel para que respete el "mapa
de ruta".
"Solicitamos a Estados Unidos que también presione
a Israel para que se retire de todos los territorios palestinos", indicó
Nabil Abu Rudeina, uno de los principales consejeros de Arafat.
A su vez, el ministro palestino encargado de las negociaciones
con Israel, Saeb Erekat, deseó que la posición de Bush "sea
una realidad en el plano político para poner término a la
ocupación israelí de nuestro país, lo que culminará
con una completa retirada israelí a las fronteras de 1967 y con
la autorización de un Estado palestino al lado del Estado israelí".
En el terreno militar, el ejército de Israel destruyó,
en la población de Beit Hanoun, en la franja de Gaza, la casa de
un palestino sospechoso de ser miembro del grupo de resistencia Hamas,
que el viernes anterior se atribuyó el lanzamiento de tres cohetes
tipo Qassam contra la ciudad israelí de Sderot, donde resultaron
heridas una mujer y una niña.
El Ministerio del Interior israelí, por su parte,
ordenó la expulsión de la pacifista estadunidense Christiane
Lionron, detenida por el ejército durante la víspera en Beit
Sahour, cerca de Belén.
Un vocero castrense indicó que medida se tomó
porque la activista "residía en un sector declarado zona militar
cerrada, donde nada tenía que hacer, además de que está
acusada de haber molestado a las tropas durante sus operaciones".
La víspera, el ejército de Tel Aviv restringió
el acceso de extranjeros y civiles israelíes a la franja de Gaza,
y estableció que quienes entren allí eximen a Israel en caso
de muerte o heridas.
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