México D.F. Domingo 11 de mayo de 2003
Se utilizaría el argumento de apoyar
a los legisladores para "atención ciudadana"
Los diputados podrían repartirse 196 millones
de pesos ahorrados
Con la salida de Batres y la llegada de Villanueva,
los perredistas reavivan la esperanza
ROBERTO GARDUÑO
Niegan tener interés en recibir un bono de marcha
a la hora de terminar su función como servidores públicos,
pero del lado opuesto de la moneda los grupos parlamentarios en la Cámara
de Diputados crearon un grupo de trabajo para hacer transparente el uso
del presupuesto de ese órgano camaral, y tener, antes del 31 de
agosto próximo, posibilidad de dividir 195 millones 800 mil pesos
entre los 500 integrantes de la 58 Legislatura. De ser así, a cada
uno le correspondería poco menos de 400 mil pesos.
Esos recursos extras se sumarían al ahorro de los
legisladores en cada uno de sus grupos, a la proporción de aguinaldo
y el apoyo legislativo que recibirán legalmente en agosto. Ya no
sería el millón de pesos que reclaman de más, no obstante,
de fructificar esa situación, la Cámara de Diputados incurriría
en una ilegalidad, porque recortaría gastos autorizados por ella
misma en el Presupuesto de Egresos del año 2003.
Resulta
que si la Junta de Coordinación Política -integrada por los
coordinadores de los grupos parlamentarios- aprueba que los 195 millones
800 mil pesos "descubiertos" por el grupo de trabajo de trasparencia se
dividan entre los 500 legisladores, utilizaría el argumento de apoyar
a los diputados bajo los rubros de "atención ciudadana y gestoría
social".
El pasado 7 de abril, en sesión, la Junta de Coordinación
Política llegó al acuerdo de crear un grupo de trabajo conformado
por un legislador de cada grupo parlamentario, nombrado por los líderes
de cada fracción, con el objetivo de elaborar "un programa de austeridad
y racionalización del gasto de la Cámara de Diputados".
Se propuso que el resultado de esas economías se
destinara a "reforzar el trabajo legislativo, la atención ciudadana
y la gestoría social". No obstante, por desacuerdo del PAN y el
PRD se omitió esa leyenda. El entonces presidente de la junta, Martí
Batres Guadarrama, rechazó esa pretensión, y se decidió
borrar definitivamente la frase. Una vez que Batres fue removido de la
coordinación del grupo perredista por una veintena de sus correligionarios,
y se espera a Eric Villanueva Mukul como presidente de ese órgano,
la esperanza para quienes desean un pago extra al final de la Legislatura
se reavivó.
Inclusive, en aquel acuerdo se sumó un párrafo
nuevo para acotar cualquier posibilidad de desviar dinero hacia los bolsillos
de los legisladores: "Las economías que se generen por la implementación
del programa de austeridad y racionalización del gasto de la Cámara
de Diputados no podrán destinarse al gasto de bono alguno".
Aceptadas esas condiciones, los coordinadores de las bancadas
en San Lázaro nombraron a sus representantes en el grupo de trasparencia.
Por el PRI quedó Florentino Castro (líder priísta
en el Distrito Federal); por el PAN, Manuel Luna Salas; por el PRD, Héctor
Sánchez; por el Partido Verde, Francisco Agundis, y por parte del
PT, Jaime Cervantes.
En cuestión de días el grupo elaboró
un ambicioso programa de austeridad y racionalización (cuya copia
se encuentra en este diario), y en dos fases se descubrió que en
la Cámara de Diputados se pueden economizar 195 millones 800 mil
pesos, es decir, casi la décima parte del presupuesto total de ese
órgano legislativo.
El desglose
El resultado del análisis de lo que se gasta en
San Lázaro llevó al grupo de trabajo integrado por los cinco
legisladores a elaborar "propuestas que requieren consulta" con sus respectivos
coordinadores, y de donde se pueden ahorrar, en una segunda fase, 88.4
millones, mientras que en la primera las economías ascenderían
a 107.4 millones. Algunas sugerencias son descabelladas, porque implicarían
disminuir los salarios de trabajadores, y otras increíbles, porque
se contempla ahorrar recursos no ejercidos: reducción de 25 por
ciento en los ingresos del personal por honorarios que colabora con presidentes
y secretarios de comisiones (el ahorro calculado entre mayo y agosto sería
de 6.7 millones de pesos); reducción de 25 por ciento en los salarios
del personal por honorarios que colabora con presidentes y secretarios
de la Junta de Coordinación Política, Mesa Directiva y Comunicación
Social (la economía en ese rubro sería de 1.5 millones).
En el caso del presupuesto a las comisiones, éste
se cancelaría por no haberse ejercido y se dejaría un fondo
de 10 mil pesos para actividades; el ahorro sería de 6.7 millones.
El Canal del Congreso también sería objeto de una reducción
en sus recursos, calculada en 1.2 millones, mientras que en honorarios
para los empleados de los centros de estudio de la cámara el monto
es de 2 millones.
En lo que se refiere a los vales de alimentación
del personal administrativo, en aquellos destinados a los órganos
de gobierno, comisiones y comités, y para las áreas administrativas
en general, el grupo para la trasparencia propuso un ahorro de 6.8 millones
de pesos. En los servicios de telefonía celular en órganos
de dirección y comisiones, así como en el arrendamiento de
maquinaria y equipos (fotocopiadoras), se pretende economizar 4.5 millones
de pesos.
En el campo de las asesorías para la Cámara
de Diputados, servicios de informática, capacitación e investigaciones,
patentes, regalías, otros servicios comerciales, mantenimiento y
conservación de mobiliario y equipo, así como de mantenimiento
y conservación de vehículos de limpieza y terrestres, los
ahorros llegarían hasta 23.5 millones de pesos.
Otros rubros afectados por los afanes de trasparencia
y racionalización serían impresión y elaboración
de publicaciones oficiales, congresos, convenciones, equipos y aparatos
de comunicación y telecomunicación, bienes informáticos
y vehículos y equipo de transporte. Ahí se descubrieron sobrantes
por 21.5 millones de pesos.
En obra pública y en la Unidad de Seguimiento al
Organo Superior (en este caso los recursos no ejercidos hasta la fecha)
el ahorro suma 12 millones.
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