México es el cuarto productor de miel a escala mundial

Fenómenos climáticos causan estragos en la producción apícola

Fenómenos meteorológicos como los huracanes registrados en los pasados 10 años han afectado la producción apícola del país y han hecho que de ocupar el tercer lugar como productor mundial de miel, México haya bajado al cuarto lugar, después de China, Argentina y Estados Unidos.

Según información del Programa Nacional para el Control de la Abeja Africana, los huracanes que han golpeado el sureste mexicano han reducido la producción del endulzante -en esa zona se encuentran gran parte de los apicultores-, razón por la que se pusieron en marcha diversos planes de apoyo para los productores.

Debido a tal respaldo y al trabajo de los apicultores, asegura, el sector ha empezado a registrar una recuperación importante y sostenida a partir de los cinco anteriores años, equivalente a un 3 por ciento anual en promedio, y pese a los problemas derivados de la presencia de la abeja africana.

De esta manera, agrega que la producción de miel en México supera las 56 mil 300 toneladas anuales, de las cuales se exporta entre 40 y 50 por ciento a Alemania, Inglaterra, Estados Unidos y los Emiratos Arabes, lo que genera ingresos anuales de 32 millones de dólares. De la venta de miel dependen 40 mil apicultores, quienes cuentan con 2 millones de colmenas.

Pese a la importancia de este producto, señala que México tiene un bajo consumo de miel. El promedio per cápita anual es de 350 gramos, mientras países como Grecia, Alemania, Suiza y Estados Unidos mantienen un consumo superior a un kilogramo. Para incrementar la ingesta del endulzante y sus derivados en el país, el organismo dependiente de la Secretaría de Agricultura organizó la Expomiel 2003, que se inaugura este domingo en el Museo Nacional de Culturas Populares, en el centro de Coyoacán, en la ciudad de México. La muestra, que concluye el 18 de mayo, reúne a productores de Veracruz, Zacatecas, Morelos, Michoacán, Oaxaca, Guerrero, Tabasco, México, Yucatán y Puebla. GEORGINA SALDIERNA