México D.F. Domingo 11 de mayo de 2003
Se debe envíar nota diplomática
contra presiones de republicanos: senadores de PRI y PRD
López Obrador: no permitiremos que se comprometa
el petróleo
Robles exige a Fox que "se faje los pantalones"
y asuma la defensa de los hidrocarburos mexicanos
ELIA BALTAZAR, ANDREA BECERRIL Y RENATO DAVALOS
En México no permitiremos a-cuerdo alguno que signifique
comprometer o hipotecar el petróleo, advirtió ayer el jefe
de Go-bierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador,
en referencia a la propuesta de congresistas republicanos de Estados Unidos
de negociar un acuerdo migratorio con México a cambio de abrir Petróleos
Mexicanos (Pemex) a empresas de ese país.
Sobre el tema, la dirigente nacional del PRD, Rosario
Robles, pidió al presidente Vicente Fox que "se faje los pantalones"
y defienda el petróleo mexicano, mientras el coordinador de los
senadores perredistas, Jesús Ortega, y el secretario de la Comisión
de Relaciones Exteriores del Senado, Germán Sierra Sánchez,
coincidieron en que el Ejecutivo federal debe hacer llegar a Washington
una nota diplomática en protesta por la actitud "ofensiva y cínica"
de los congresistas estadunidenses.
En entrevista aparte, López Obrador dijo que el
problema migratorio entre México y Estados Unidos no puede someterse
a un criterio de trueque. "Las cosas no pueden tratarse así", agregó,
porque el petróleo es un bien nacional que ni siquiera pertenece
al Estado y mucho menos al gobierno federal.
"El petróleo es de la nación, del pueblo
de México y no permitiremos su privatización ni tampoco de
la industria eléctrica", aseguró.
Al respecto también se manifestó el secretario
de Gobierno del DF, Alejandro Encinas, quien advirtió que Estados
Unidos no puede condicionar la apertura de la industria petrolera a un
acuerdo migratorio. El gobierno y el pueblo de México, agregó,
merecen respeto de sus bienes nacionales, "y el petróleo es de todos
los mexicanos".
La
privatización de Pemex es inaceptable, sostuvo, luego de hacer un
llamado al gobierno federal para conducirse con prudencia ante "las amenazas"
de Estados Unidos.
También la presidenta nacional del PRD se refirió
a la decisión adoptada por el Comité de Relaciones Exteriores
de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, con el voto a
favor de 24 republicanos -contra 22 de los demócratas-, en el sentido
de condicionar la negociación del acuerdo migratorio a la apertura
de Pemex al capital estadunidense.
Robles pidió a Fox actuar con firmeza en defensa
de la riqueza energética del país. "Que se faje los pantalones
y defienda el petróleo; no vamos a permitir que sucumba ante la
voz del gigante que se siente dueño del mundo".
El coordinador de la fracción del PRD en el Senado,
Jesús Ortega, consideró que el gobierno foxista debe responder
de inmediato ante la "grosera y cínica postura" de los congresistas
republicanos. "Mañana mismo deberían enviar una nota diplomática,
en protesta por ese intento descarado de pretender apoderarse del petróleo
y de chantajear con la posible firma del acuerdo migratorio".
Reveló que desde ayer comenzó a cabildear
con las otras fuerzas políticas la posibilidad de convenir una postura
unitaria y formular, el próximo miércoles en la sesión
de la Comisión Permanente, un pronunciamiento del Poder Legislativo
mexicano en repudio de la resolución de los congresistas estadunidenses,
"no sólo por el inaceptable trueque que plantean, sino también
por la forma ofensiva en que caracterizan a Pemex".
Dijo que ya comenzó a hablar con senadores y diputados
del PRI y del PAN en torno a la necesidad de que el Congreso de la Unión
asuma una postura muy firme en defensa del país, toda vez que aunque
"no son todos los legisladores de Estados Unidos, sí son los más
influyentes".
El hecho, agregó Ortega, debe hacer que en el Congreso
se discuta en qué condiciones irán los legisladores mexicanos
a la próxima Reunión Interparlamentaria México-Estados
Unidos, programada para junio en el vecino país del norte.
Al respecto, el secretario de la Comisión de Relaciones
Exteriores del Senado, el priísta Germán Sierra Sánchez,
precisó que lo acordado por los legisladores estadunidenses los
obliga a revalorar la reunión que ya tienen programada para el próximo
día 15 en Washington.
"Es un encuentro en el Congreso para discutir los efectos
del tratado de libre comercio en materia agropecuaria. Ya habíamos
estado allá el 15 de febrero. En esa ocasión jamás
se aludió a condicionar la firma de un convenio migratorio a cambio
de que les entreguemos Pemex a sus trasnacionales".
El senador poblano destacó que la actitud de los
representantes republicanos con los que hablaron fue muy distinta e incluso
"se mostraron muy conscientes de la necesidad de mejorar el tratado de
libre comercio para incorporar a los sectores perdedores, y reconocieron
que el mayor perdedor, por la afectación que enfrenta, es el agro
mexicano.
"Tienen muy claro que de no haber un acuerdo bilateral
sobre migración el problema se puede desbordar y repercutir en su
seguridad nacional, de ahí que accedieran a sostener pláticas
con un grupo plural de senadores mexicanos", añadió.
La reunión es el próximo día 15,
pero ahora, con el nuevo contexto, "tendremos que discutir si vamos o no
y cómo trataremos el tema, que es muy delicado, porque tampoco podemos
ir como si no hubiera sucedido nada".
Defensa de migrantes
En esa comisión plural están integrados
Silvia Hernández, quien preside la Comisión de Relaciones
Exteriores para América del Norte; el también priísta
José Bonilla Robles, titular de la Comisión de Desarrollo
Rural; el panista Rómulo Campuzano, el perredista Rodimiro Amaya
y Emilia Patricia Gómez, del PVEM, quienes en conjunto decidirán
si viajan a Washington.
Sierra Sánchez consideró que independientemente
de ello, el presidente Fox debe demostrar que en realidad defiende a los
mexicanos, documentados o indocumentados, que laboran en Estados Unidos.
Además de una nota diplomática para protestar por la resolución
de los congresistas tendría también que acudir a la Comisión
de Derechos Humanos de la ONU, dijo.
"Además de insultante, se trata de una propuesta
cínica e injusta que no toma en cuenta la gran riqueza que han generado
los migrantes mexicanos en Estados Unidos", concluyó.
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