México D.F. Sábado 10 de mayo de 2003
Urge información: Ssa
Una de cada 6 mujeres tiene su primer hijo antes de cumplir 18 años
MARIA RIVERA
Aunque la adolescencia no es la mejor etapa para formar una familia, porque las parejas no pueden enfrentar con responsabilidad ni la educación ni la manutención de un niño, explica la doctora Lourdes Quintanilla, directora general de Salud Reproductiva de la Secretaría de Salud. En México una de cada seis mujeres tiene su primer hijo antes de cumplir la mayoría de edad.
La funcionaria atribuye la magnitud del problema al hecho de que la pirámide generacional se ha ensanchado. Recuerda que de los 103 millones de mexicanos que existen actualmente, casi 22 millones tienen entre 15 y 19 años.
"Las cifras hablan de más embarazos porque hay una población joven cada vez más grande. Sin embargo, la cantidad de mujeres de 15 a 19 años que dan a luz ha disminuido, y esperamos que decrezca aún más para 2006. Este año prevemos 272 mil embarazos adolescentes, en comparación con los 366 mil de 2000.
"De los casi 5 mil partos diarios que ocurren en el país, mil entran en esta categoría, pero lo ideal es que fuera menor (en los países desarrollados el porcentaje está entre 10 y 15 por ciento), y que también se aplazara la primera relación sexual, porque mientras más amplio es el periodo fértil de la mujer se incrementan las posibilidades de que tenga más hijos, pero también hay otro dato por el que hay que retrasarla: entre la primera relación y el primer embarazo sólo hay un intervalo de cuatro meses. Como están estrenando cuerpo muy fácilmente quedan en estado de gravidez.
"Pero sí se ha adelantado en la solución del problema, cada vez hay más campañas de prevención y también más jóvenes están siendo educados en la abstinencia, y ese es un camino muy bueno. Estos muchachos tienen una mejor actitud hacia la vida, buscan otras formas de diversión, otras maneras de saciar su hambre de amor."
La directora general de Salud Reproductiva señala que para entender el problema hay que tener en cuenta el complejo mosaico que existe en el país, ya que si bien para las adolescentes indígenas su estado no es un problema social, porque su cultura lo acepta, sí lo es desde el punto de vista biológico, debido a que, sus cuerpos les falta todavía madurar, por lo que existen muchos embarazos de alto riesgo.
Pero también en el medio urbano las cosas se complican, porque las chicas muchas veces viven su estado de gravidez a escondidas, por lo que no reciben ni atención médica prenatal y ni alimentación adecuada. Y cuando regresan a su casa tras el parto juegan el papel de hermanas y madres, mientras que sus madres lo hacen de abuelas y mamás, y los padres de abuelos y papás, lo que repercutirá en la salud mental de los niños.
La funcionaria sostiene que aunque existen mecanismos para prevenir el embarazo adolescente, y generalmente son accesibles, los jóvenes no los utilizan por temor o falta de experiencia. "Cada vez tenemos más aceptantes de métodos anticonceptivos y orientación -48 por ciento de jóvenes contra 70 por ciento de adultos-, pero siguen existiendo huecos. Existe 27 por ciento de muchachos y muchachas que todavía podrían ser informados, pero que por la forma de trabajar del personal de salud, los maestros y toda esta parte punitiva, de represión que existe, no se acercan a buscar orientación".
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