México D.F. Sábado 10 de mayo de 2003
En una carta al procurador Bátiz, explica por qué lo denunció el legislador panista
Fernández de Cevallos "se sintió aludido", dice López Obrador
Sostiene que el marco legal está hecho para facilitar el tráfico de influencias; por ello el senador argumenta que su cargo no le impide litigar contra instituciones del sector público
ELIA BALTAZAR
Diego Fernández de Cevallos presentó su denuncia por "sentirse aludido" al darse a conocer los litigios sobre los terrenos de Santa Fe recuperados por la administración capitalina, respecto de los cuales "dije que hay un equipo de abogados bien pagados, vinculados a un partido político, que están queriendo arrebatar bienes que son de la ciudad, en beneficio de particulares".
Así lo advierte el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, en un escrito presentado al procurador capitalino, Bernardo Bátiz, en el cual expresa su disposición a declarar ante las autoridades competentes para esclarecer los hechos que menciona Fernández de Cevallos en su denuncia.
"No sé qué busca el senador Diego Fernández de Cevallos, no sé cuál sea realmente su problema; a lo mejor está necesitado de desviar la atención, pero yo no caeré en ninguna jugarreta", sostiene López Obrador.
En el documento, de cuatro cuartillas, el jefe de Gobierno insiste en la necesidad de "precisar en las leyes la prohibición del tráfico de influencias y el conflicto de intereses", pues "para algunos los cargos de representación popular son meras franquicias para el tráfico de influencias".
Así, apunta, senadores, diputados y otros servidores públicos "hacen gestiones, trámites y litigan sin escrúpulos en contra del interés general".
López Obrador señala que el actual marco legal está hecho "deliberadamente" para facilitar el tráfico de influencias, pues el Código Penal Federal sólo lo considera cuando en alguna tramitación o resolución se cometa algún "ilícito", concepto "intencionalmente ambiguo", dice el jefe de Gobierno. Y "el conflicto de intereses ni siquiera está tipificado en nuestros códigos penales como delito". Por todo lo anterior, apunta, "Diego Fernández de Cevallos argumenta que ser senador no le impide litigar en contra de instituciones del sector público y cobrar honorarios como abogado particular".
Como ejemplo, el jefe de Gobierno menciona el litigio que el panista llevó en favor de la empresa Jugos del Valle, para reclamar a la Secretaría de Hacienda la devolución de mil 400 millones de pesos por concepto de IVA.
"Esta negociación, al más alto nivel, llevada a cabo antes de que hubiera una resolución judicial definitiva, implicó que, unilateral e injustamente, la Secretaría de Hacienda recortara por ese mismo monto el presupuesto de los gobiernos de los estados, incluido el Distrito Federal".
Agrega que Fernández de Cevallos también representó legalmente a la familia Ramos Millán por la presunta afectación de un predio de 32 hectáreas en Santa Ursula Coapa, lo que obligó a la Secretaría de la Reforma Agraria a pagar una indemnización por mil 200 millones de pesos, cantidad que equivale al presupuesto anual de esa dependencia, asegura López Obrador en su escrito.
Y sobre los casos por los que "se sintió aludido" Fernández de Cevallos, el jefe de Gobierno indica que Juan Miguel Alcántara Soria, ex diputado federal y ex procurador general de Justicia de Guanajuato, "reconoció públicamente que, junto con (el ex procurador general de la República) Antonio Lozano Gracia, participa en los asuntos de los terrenos La Mexicana, en Santa Fe, y Paraje San Juan, en Iztapalapa". Dichos abogados, agrega, "están asociados en diversos negocios con el senador Fernández de Cevallos".
Finalmente, López Obrador advierte que su responsabilidad como jefe de Gobierno le exige actuar con prudencia. Además, "si se trata de polemizar o debatir, ahora no es el momento, pues ya lo hicimos cuando fui candidato y creo que quedaron claras nuestras diferencias".
Responde Fernández de Cevallos
Ayer mismo, por la tarde, Fernández de Cevallos respondió a los señalamientos de López Obrador: "me está imputando, sencillamente me ha difamado y no sabe por dónde salir (...) el jefe de Gobierno miente, engaña, alega que hay pruebas, sin apego a la verdad".
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