Premio Nacional de Derechos Humanos
"Don Sergio Méndez Arceo"
Guadalupe Cruz Cárdenas
Don Sergio Méndez Arceo fue un hombre que nunca renunció a su libertad ni a su lugar en la Iglesia. Decretó la pena de excomunión a los torturadores; se comprometió con la causa de los cristianos por el socialismo; abrió la Catedral de Cuernavaca y su corazón a la solidaridad humana internacional, principalmente a exiliados políticos de América Latina, y a las luchas sociales. En momentos críticos, como el golpe militar en Chile, llamó a la conciencia y a la toma de posición de los cristianos. En medio del rechazo y del estigma --algunos le llamaron el obispo rojo--, continuó abriendo el diálogo entre la Iglesia católica y el mundo, con lo que contribuyó a un pensamiento cristiano moderno. Por estas razones, personas y organismos cercanos a Don Sergio decidieron crear un premio que hiciera honor a su testimonio invaluable. Así, hace once años nació en Cuernavaca, Morelos, el Premio Nacional Don Sergio Méndez Arceo, establecido por 42 grupos que en su mayoría son de inspiración católica y trabajan por los derechos humanos.
Indudablemente, el comité organizador debe sentirse satisfecho porque en once años ha cumplido con su cometido de "reconocer, estimular y apoyar" a quienes se han destacado por su valor en la defensa y promoción de los derechos humanos.
El último premio se otorgó a Católicas por el Derecho a Decidir (CDD) "por el trabajo que han realizado desde adentro de las instancias religiosas, en defensa de los derechos sexuales y reproductivos, así como por la promoción de la equidad de género". Además, se entregó un reconocimiento póstumo a Digna Ochoa por su incansable lucha en defensa y promoción de los derechos humanos.
El jurado entregó el premio 2003 a Mujeres por México en Chihuahua, A.C. Así, los grupos convocantes hicieron suya la causa de frenar la impunidad que existe frente a las más de 300 mujeres asesinadas en Ciudad Juárez. Como mencionó el jurado, "aunque se dará el premio a un grupo, sabemos que ningún organismo o individuo representa la lucha de muchísimas personas y organismos, nacionales e internacionales, que están luchando contra los asesinatos de las más de 300 mujeres en Ciudad Juárez". También se entregó un reconocimiento especial al Frente Cívico Pro Defensa del Casino de la Selva, por su ardua defensa del patrimonio histórico y ambiental de Cuernavaca, labor que beneficia a toda la sociedad morelense.
Como Católicas por el Derecho a Decidir pensamos que este premio se entrega una vez más a una causa. Ahora, a la que intenta animar y fortalecer la incansable lucha de todas las personas, familiares y organizaciones de Ciudad Juárez en contra de los asesinatos de más de 300 mujeres. Es un premio a favor de la vida y en contra del horror y la inhumanidad que camina con permiso del gobernador de Chihuahua, así como sucede en Irak. Es un premio en contra de la muerte que camina descarada con la indiferencia de las autoridades municipales, estatales y federales, así como lo hicieron los misiles estadunidenses en Bagdad frente a los ojos del mundo. Es un premio en contra de la muerte que se pasea burlona y sin preocupación frente al Supremo Tribunal de Justicia de Chihuahua y frente a la complicidad del silencio federal. Es un premio que invita a luchar contra la descomposición del tejido social juarense y que llama a fortalecer la unidad de las familias y de las organizaciones que están luchando para defender mejor ésta, su causa, que es nuestra causa.
¡Todas son mujeres¡ ¡Todas son nuestras hijas! ¡Todas son nuestras muertas!