Abstinencia sexual, al margen de la realidad
Abstenerse o no abstenerse, es el falso dilema en el que al parecer el gobierno de Bush quiere colocar a la juventud estadunidense a la hora de decidir sobre su vida sexual. Desde que asumió la presidencia de su país, ha buscado imponer programas de educación sexual y prevención del VIH/sida basados sólo en la abstinencia, lo que han aprovechado sectores de la derecha religiosa en nuestro país y en otros lugares para impulsar programas similares. En la siguiente entrevista, el especialista William Smith hace una crítica a esta política de Bush y advierte del peligro que significa su exportación a otros países.
El presidente Bush ha declarado la guerra al sexo.
En cuestiones de sexualidad, no quiere que en su administración
se hable de otra cosa que no sea la abstinencia. Por eso ahora está
condicionando todo apoyo a los programas de educación sexual, prevención
de embarazos adolescentes y de lucha contra el VIH/sida a la promoción
exclusiva de la abstinencia sexual. El condón ha sido proscrito
y el celibato, enaltecido. Sin embargo, sus programas de "sólo abstinencia"
han sido muy criticados por educadores y especialistas en sexualidad, por
su ineficacia. Y es que detrás de esos programas hay una intención
política difícil de ocultar. Uno de los más asiduos
críticos a esa política es el politólogo estadunidense
William Smith, director de políticas públicas del Consejo
de Información y Educación Sexual de los Estados Unidos.
Letra
S aprovechó la participación del especialista de 27 años
en el Congreso de Salud Reproductiva, organizado por el Instituto Nacional
de Perinatología el pasado mes de marzo, para entrevistarlo sobre
la pertinencia de estos programas que ahora amenazan con expandirse, a
la par de los fondos en dólares, a otros lugares del mundo.
¿Están fuera de la realidad los programas
de "sólo abstinencia"?
¿Y los condones no están accesibles?
¿"Sólo abstinencia" es una política
opcional o se trata de una imposición?
¿Tienen alguna resonancia estos programas?
Por otra parte, la mitad de los matrimonios termina en
divorcios. La gente se vuelve a casar, y tiene que saber cómo protegerse.
Aun cuando la gente joven hiciera lo que se supone debería hacer,
según los criterios de Bush, y esperara hasta estar casada para
tener sexo, aun así, debe saber cómo protegerse, su pareja
podría estar divorciada o ser sexualmente activa. Necesitas además
hacerte pruebas clínicas, pero si no tienes la información
acerca de las ITS, no tendrás siquiera idea de la necesidad de estos
exámenes.
¿Qué propósito político
encierran estas políticas de abstinencia?
A este programa de sólo abstinencia se oponen todas
las instituciones de salud y la población misma, porque no es un
mensaje de salud pública, sino un mensaje político basado
únicamente en la moralidad y la religión. Y es una vergüenza
que en la medida en que avancen estas políticas, y consigan exportarse,
más gente joven en Estados Unidos y otras partes del mundo, tengan
que padecer sus efectos. Estos programas son dañinos. La ciencia
social nos señala que están socavando las prácticas
contraceptivas, sin mencionar que la mitad de las infecciones por VIH ocurren
entre gente menor de 25 años.
¿A qué países se exportan estas
políticas?
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¿Cuántos y quiénes se abstienen en México?
Si se promedian los tres rangos de edad establecidos en la Encuesta Nacional de Jóvenes 2000, más de la mitad de la población joven de México es sexualmente activa: 60 por ciento de los hombres y 50.4 por ciento de las mujeres entre 15 y 29 años de edad. Antes de los 20 años de edad la mayoría de los mexicanos no ha iniciado aún su vida sexual, pero conforme se rebasa esa edad los jóvenes son cada vez más sexualmente activos.
¿Has tenido relaciones sexuales?
15-19 años
20-24 años
25-29 años
H
M
H
M
H
M
Sí %
26.7
18
72.6
58
89.9
82
No %
72.4 81.2
26.4
41.3
9.1 17.4
¿Por qué se abstienen?
Entre los y las jóvenes que aún no tienen
vida sexual, llegar virgen al matrimonio es una ilusión más
de las mujeres que de los hombres. El miedo al sida, por el contrario,
es una razón de mayor peso para ellos que para ellas. El temor a
un embarazo es una razón compartida, así como la espera de
la pareja ideal. La nota curiosa es la disparidad entre varones y mujeres
que no lo han hecho tan sólo porque no se ha presentado la oportunidad.
Su religión no cuenta para nada, ni para ellos ni para ellas.
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Fuente: Encuesta Nacional de Jóvenes 2000. Instituto Mexicano de la Juventud, SEP.