En una novatada en Chicago, adolescentes causaron graves lesiones a las migrantes

Indocumentadas fueron obligadas a comer excremento

AFP

Washington, 8 de mayo. Adolescentes indocumentadas que participaron en un juego de futbol americano femenil fueron sometidas a una novatada en la que se les hizo comer excremento, vísceras de animales y recibieron brutales golpes que a algunas les ocasionaron fracturas y descalabradas.

Cinco de ellas, de entre 16 y 18 años, fueron golpeadas el domingo y debieron ser hospitalizadas. Una resultó con un tobillo fracturado y otra fue herida en la cabeza y debió recibir 10 puntos de sutura.

Las autoridades estadunidenses estudian las sanciones que se aplicarán a los autores de la novatada, que se convirtió en pesadilla para varias ilegales de Illinois, que terminaron la fiesta en un hospital.

Los investigadores policiales de Northbrook, un suburbio de clase alta al norte de Chicago, analizan el video de un aficionado para identificar a los participantes de este rito estudiantil.

Según la cadena de televisión local WGN-Ch.9, podría inculparse rápidamente a los responsables de estos hechos de violencia.

Ni la policía de Northbrook ni las autoridades judiciales habían confirmado el jueves estas informaciones.

La novatada ocurrió el domingo en un parque, tras una partida femenina de touchfootball, una versión de futbol americano, en la que están prohibidas las tacleadas.

Bautizado power puff (literalmente, bocanada de polvo), este juego, apadrinado, aunque no oficialmente, por el colegio, se convirtió en una tradición que se cumple cada año. Enfrenta a las chicas del último año (17 o 18 años) del liceo Glennbrook North, las senior, con sus camaradas más jóvenes de la clase siguiente, las juniors, maquilladas y cubiertas de polvo y pintura blanca.

Pero después del juego, lo que debía ser un simple encuentro deportivo generó una pelea salvaje y un cúmulo de brutalidades, según una cinta de video obtenida por la cadena televisiva de Chicago.

Ante un grupo de alrededor de 50 alumnos, algunos de los cuales filmaban la escena, las seniors comenzaron a atacar violentamente a sus víctimas, arrodilladas en el pasto.

"Me dijeron que si intentaba huir me perseguirían tres o cuatro muchachas. Me aconsejaron que si ocurría algo me quedara sentada y cubriera mi cabeza", explicó una de las agredidas.

De inmediato, las que debían ser "iniciadas" fueron bombardeadas con barro, pintura y los proyectiles más diversos, y fueron obligadas a comer excremento y vísceras de animales.

"Las muchachas golpearon y maltrataron a las más jóvenes, arrojándoles tarros de pintura", narró Zac Baum, de 18 años.

El director del liceo, Michael Riggle, dijo que estaba "entristecido" por este episodio sórdido, pero negó cualquier responsabilidad.

No descarta, sin embargo, que los alumnos involucrados en estos episodios sean excluidos en el futuro de las actividades deportivas.