En los pasados 100 años, el clima de la ciudad de México aumentó 5 grados

Urgen acciones para enfrentar el incremento permanente de la temperatura en el país

La pasividad ocasionará graves crisis económicas y sanitarias, advierten investigadores

KARINA AVILES

El país se encuentra frente a la amenaza de un aumento permanente de la temperatura -tan sólo en la ciudad de México se registró un récord de 34 grados y el año próximo podría subir hasta 35-, por lo que es necesario realizar de inmediato un programa estratégico de desarrollo de conservación de energía, de agua y en general de los recursos naturales, ya que de lo contrario los costos sanitarios y económicos serán muy altos, advirtieron investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Como un ejemplo de las consecuencias que el aumento de la temperatura puede ocasionar en la ya precaria economía del país, recordaron que en 1998 el fenómeno de El Niño, que se tradujo en graves sequías, inundaciones, incendios forestales, afectación a la agricultura y a la pesca, tuvo un costo para la nación de 2 mil millones de dólares.

En conferencia de prensa, el director del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA), Carlos Gay García; el investigador del CCA, Víctor Magaña Rueda, y el jefe de Servicio de Hidratación Oral del Hospital Infantil y académico de la Facultad de Medicina, Felipe Mota Hernández, destacaron que este cambio de temperatura representa un problema estratégico para la seguridad del país.

Magaña Rueda precisó que durante los pasados 100 años, la temperatura de la ciudad de México aumentó entre cuatro y cinco grados centígrados. Actualmente es "una isla de calor como efecto de su urbanización". subrayó.

En 1998, la temperatura récord que alcanzó fue de 33 grados y en 2003 rompió ese máximo histórico al llegar a los 34 grados. De manera que en los años venideros podría aumentar aún más.

Manifestó que el intenso calor que ahora se siente podría extenderse unas tres semanas más. Mientras las lluvias no lleguen las altas temperaturas continuarán, indicó. El investigador enfatizó que el aumento de temperatura representa una amenaza, y si el país tuviera una estrategia, los riegos serían menores.

Sin embargo, al no contar con una política específica, el riesgo se vuelve alto, destacó. Explicó que dicho aumento se debe a tres factores: la variabilidad natural, las alteraciones del hombre al medio ambiente y un factor muy importante es el calentamiento global del planeta, que se incrementa de forma paulatina en todas los países del mundo.

Este cambio climático se produce por la emisión de gases que provocan el efecto invernadero, como lo son el bióxido de carbono y el metano, indicó Carlos Gay García.

El investigador señaló que desde este momento es necesario poner en práctica medidas para que cuando "venga lo peor" las condiciones no sean demasiado graves. En ese sentido, propuso crear una política de conservación de energía, de agua y, en general, de los recursos naturales.

También subrayó la necesidad de que se destinen recursos a los estudios del cambio climático en México. Mientras en Estados Unidos se gastan 2 mil millones de dólares para realizar investigaciones en la materia, en el país la cantidad que se gasta es de "cero". Al respecto, Víctor Magaña precisó que el dinero que se utiliza en México para hacer estudios sobre el tema provienen de fondos internacionales y no llegan a los 10 millones de dólares.

Felipe Mota Hernández señaló que aunque en el país la deshidratación se presenta siempre asociada al factor de la diarrea, no se puede desatender la problemática. Cuando hay mucho calor los alimentos se echan a perder más rápido y en muchas ocasiones las personas los ingieren sin darse cuenta de su estado de descomposición, y en consecuencia se enferman. En el año 2000, murieron 2 mil 500 niños por diarrea. Son decesos injustificados que no hubieran ocurrido si se hubieran seguido las recomendaciones.

Entre las medidas para evitar la deshidratación recomendó consumir atole de arroz, de maíz, líquidos a los que se agrega sal como sopas y caldos, y agua simple.

Finalmente, los investigadores apuntaron que en los próximos 100 años el planeta podría registrar un incremento de temperatura de hasta seis grados, lo que tendría efectos catastróficos en principio en las latitudes altas y posteriormente en el resto del planeta.