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México D.F. Viernes 9 de mayo de 2003
Muestra monográfica del pintor valenciano
en el Museo de San Carlos
José de Ribera, El Españoleto,
primera exposición de su tipo en Latinoamérica
Incluye 40 cuadros del máximo exponente de la
escuela tenebrista del Barroco español
Perfección anatómica y manejo colorístico,
rasgos de su obra, dice la directora del recinto
MERRY MAC MASTERS
La exposición José de Ribera, El Españoleto,
de 40 cuadros, recién inaugurada en el Museo Nacional de San Carlos,
viene a ser la cuarta muestra monográfica de ese pintor del siglo
XVII que se hace en el mundo, y la primera de su tipo en Latinoamérica.
Todavía está por llegar el óleo La mujer barbuda,
una de las obras más reproducidas del artista. Entre las piezas
incluidas están tres ''san Jerónimos", uno de los santos
más representados por De Ribera, y El arrepentimiento de San
Pedro, modelo que repitió ''más de 30 veces".
Las
primeras exhibiciones del Españoleto se hicieron hace 11
años en el Museo del Prado, gran poseedor de acervo del valenciano,
avecindado en Nápoles, Italia, y en el Museo Metropolitano de Arte,
en Nueva York, donde una tercera parte de las obras eran dibujos y grabados.
Una tercera se realizó después en Nápoles. La muestra
de San Carlos sólo incluye pinturas. No obstante que De Ribera dejó
un legado de casi 400 obras, resulta muy difícil reunir un conjunto
de la producción del máximo exponente de la escuela tenebrista
dentro del barroco español.
Parteaguas en el arte pictórico
José de Ribera (1591-1652), quien influyó
en Francisco de Zurbarán, Murillo y Diego Velázquez, vivió
a partir de los 23 años en Italia. Antes de establecerse en Nápoles,
el nativo de Játiva, Valencia, pasó por Parma y Roma, donde
estudió en la Academia de San Lucas de esta última ciudad.
De acuerdo con Roxana Velázquez, directora del Museo Nacional de
San Carlos, la obra de El Españoleto destaca no sólo
por la perfección anatómica, la calidad del dibujo, el manejo
colorístico, los contrastes, sino por la introspección de
los personajes -santos mártires y ermitaños-, que además
creó escuela.
Si las obras de De Ribera son ''disímiles" es porque
con la edad sufrió de hipertensión, lo que afectó
sus movimientos. Hacer una exposición de El Españoleto
implica ser ''muy cuidadosos" en cuanto a su calidad autógrafa.
Velázquez acotó: ''Existen muchas réplicas y copias
en el mundo porque De Ribera marcó un parteaguas y fue un hito dentro
de la pintura. Muchas veces, por ejemplo, la obra de su discípulo
Luca Jordano se ha confundido con la suya".
Curaduría científica
Los especialistas Alfonso Pérez Sánchez,
ex director del Museo del Prado, y Nicola Spinosa, superintendente del
Polo Museal Napolitano, realizaron la curaduría científica
de la muestra, en colaboración con el Departamento de Curaduría
de San Carlos. Ambos personajes también elaboraron las primeras
tres exposiciones sobre De Ribera, así como el catálogo razonado.
Hasta el 18 de septiembre el público podrá
disfrutar de la muestra dividida en cuatro núcleos: en primera instancia
De Ribera deja la España católica por la Italia cosmopolita.
Admirador de la pintura de Caravaggio, en una segunda etapa, encontrará
un estilo propio. El tercer momento, la Contrarreforma y los dictados del
Concilio de Trento, tuvieron un impacto directo en la iconografía
de su obra. En el último periodo, a partir de sus 40 años,
se aprecian los ''cambios drásticos" en su creatividad debido a
su enfermedad, que se reflejó en una pincelada tosca, casi ''descuidada".
El 2 de septiembre se realizará un coloquio sobre
El Españoleto.
(José de Ribera, el Españoleto se
puede visitar en Puente de Alvarado 50, colonia Tabacalera.)
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