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México D.F. Sábado 3 de mayo de 2003
La obra será inaugurada hoy en la avenida
Insurgentes
La evolución del hombre y su nexo con la energía
en mural pintado por niños
Los hijos de trabajadores electricistas dicen no a la
privatización y rechazan la guerra
MARIANA NORANDI ESPECIAL
A veces, cuando intentamos imaginar cómo los niños
perciben la realidad social y política de un país (o del
mundo) creemos que no entienden bien los acontecimientos que nos rodean,
que viven la realidad de un país como una película de aventuras
o que para ellos carece de importancia lo que pasa en el mundo. Es entonces
cuando necesitamos enfrentarnos a ciertas manifestaciones infantiles para
darnos cuenta que los menores conocen y comprenden nuestra realidad mucho
más de lo que imaginamos, la diferencia es que ellos la interpretan
desde un punto de vista distinto al de los adultos, desde una perspectiva
mucho más simple y sincera.
Este
es el caso del mural que han pintado los hijos de los trabajadores del
Sindicato Mexicano de Electricistas y que será inaugurado este sábado,
a las 11 de la mañana, en la avenida Insurgentes número 100.
Propuesto por la actriz Miriam Calderón y dirigido por la pintora
Marcela Zacarías, tiene unas dimensiones de 25 metros de ancho por
cinco de largo, y resume la historia del hombre y su relación con
la explotación de energías naturales. Pintado por niños
de cinco a 12 años, y titulado Nuestra energía no está
en venta, el mural está compuesto por cuatro partes. En una
primera, los niños se trasladan a la época del hombre de
las cavernas y a su relación energética con el fuego. Asimismo,
destacan la importancia de las energías primitivas del sol y el
carbón. A medida que vamos recorriendo el mural empezamos a encontrar
otras fuentes de energía, como el petróleo y la luz eléctrica,
y el uso que el hombre ha hecho de éstas. Lámparas, focos,
barcos y máquinas de vapor ilustran el inicio de la Revolución
Industrial y la sobrexplotación energética que comenzó
en esa época.
Lleno de colorido y creatividad, en el mural los niños
nos transportan en una segunda parte a nuestra época actual. En
esta fase observamos aviones, naves espaciales y televisiores. Entre toda
esa modernidad vemos a sus padres, subidos en los postes, instalando los
cables que hacen posible la iluminación de toda esa modernidad actual.
En el siguiente tramo del mural los pequeños se preguntan qué
podemos hacer para defender nuestra energía. Respondiendo a la realidad
que viven en sus hogares, ilustran un México que defiende un "No
a las privatizaciones". Imágenes de los trabajadores de Luz y Fuerza
del Centro en las calles pidiendo parar las privatizaciones, cartas al
Presidente de la República, pobres con velas y ricos con dinero,
reflejan el sentimiento de estos niños hacia nuestra energía
eléctrica.
El mural acaba con la situación actual del mundo
respecto de la energía. Un avión se estrella contra las Torres
Gemelas de Nueva York, un gigantesco globo terráqueo con un pozo
de petróleo observado por un árabe, un chino, un japonés,
un latino y un estadunidense, y una paloma de la paz sobrevolando el mundo
completan el mural en donde la voz de los niños se alza solicitando
un mundo en paz, en donde cuidemos la energía y respetemos las fuentes
energéticas de otros países.
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