México D.F. Sábado 3 de mayo de 2003
Formar un "segundo pilar" dentro de la OTAN,
pide el canciller federal alemán
Acuerdan países de la Unión Europea el
regreso de sus embajadores a Irak
Determinar cuál será la arquitectura de
seguridad en el mundo, lo importante ahora: Putin
AFP, DPA Y PL
Rodas, 2 de mayo. Los cancilleres de la Unión
Europea acordaron este viernes el regreso a Bagdad de los embajadores de
los países que la integran, y estudiaron otras medidas para apoyar
el proceso de reconstrucción en Irak sin tener aún claro
el papel que debe desempeñar la Organización de Naciones
Unidas (ONU) tras la guerra.
"Los 25 países (los 15 y los futuros 10 miembros)
hemos decidido el regreso de nuestros encargados de negocios en Irak",
anunció el canciller griego, Georges Papandreu, cuyo país
preside la Unión Europea este semestre, tras un encuentro con sus
ho-mólogos en la isla griega de Rodas.
También estudiaron la posibilidad de abrir una
oficina de ayuda humanitaria en Bagdad cuanto antes para distribuir mejor
los 100 millones de euros que pretenden desembolsar, lo que por el momento
se hace desde la delegación de Ammán, según un documento
de la presidencia de la Unión Europea.
Asimismo,
se plantean negociar en un futuro un acuerdo de cooperación con
el país tras la celebración de elecciones para apoyar las
reformas económicas, la prohibición del tráfico de
elementos del patrimonio cultural e histórico procedentes de Irak,
o el envío de una fuerza policiaca para restablecer el orden público.
Por su parte, el canciller federal de Alemania, Gerhard
Schroeder, abogó este viernes por una Europa "más convencida
de sí misma", para que las relaciones con Estados Unidos puedan
funcionar.
El jefe de gobierno alemán señaló
en una conferencia ante estudiantes extranjeros en Dresden, que se debe
"formar un segundo pilar dentro de la Organización del Tratado del
Atlántico Norte que verdaderamente merezca este nombre", aunque
aseguró que su llamado no se dirige en contra de nadie sino que
más bien va en interés de Europa y las relaciones trasatlánticas.
Por otra parte, el gobierno de Schroeder saludó
la declaración del presidente estadunidense, George W. Bush, sobre
el final de los combates en Irak, pero reiteró que no ha abandonado
su rechazo a la guerra y señaló que ésta jamás
tuvo que haber tenido lugar, indicó el portavoz del gobierno, Bela
Anda.
Mientras, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, abogó
por resolver la crisis iraquí sobre la base de principios democráticos,
justos, de igualdad y respeto a los intereses mutuos de los estados.
Durante una conferencia de prensa en la localidad ucraniana
de Yalta, el mandatario consideró que lo importante ahora es determinar
cuál será la arquitectura de seguridad en el mundo.
El jefe del Kremlin se refirió así al abierto
desafío al derecho internacional protagonizado por Estados Unidos
y Gran Bretaña al agredir a Irak sin la autorización del
Consejo de Seguridad de la ONU, y a pesar de que la mayoría de la
comunidad mundial se oponía a esa acción militar.
En Londres, el secretario de Defensa estadunidense, Donald
Rumsfeld, quien llegó este viernes procedente de Afganistán,
se reunió con el primer ministro, Tony Blair, y su homólogo,
Geoff Hoon, y advirtió que la guerra en Irak aún no ha terminado
y que espera que en el futuro la ONU juegue un papel importante en la reconstrucción
del país árabe devastado por las tropas de primera potencia
mundial.
Hoon afirmó, por su parte, que las fuerzas armadas
de Estados Unidos creen que encontrarán las presuntas armas de destrucción
masiva de Saddam Hussein, pero que eso aún tomará algún
tiempo.
La reunión entre Rumsfeld, Hoon y Blair se produce
un día después que el presidente Bush anunciara el final
de las operaciones militares en Irak.
Mientras tanto, el Partido Laborista de Blair enfrentó
un significativo revés en los comicios municipales realizados durante
la víspera en amplias regiones del país, según los
primeros resultados divulgados este viernes en esta capital.
La formación gobernante perdió más
de 600 mandatos en las elecciones para la renovación de 340 asambleas
locales en Gales y Escocia, lo cual fue interpretado como un barómetro
político después de las elecciones para la Cámara
de los Comunes de hace dos años.
La derrota laborista benefició principalmente al
opositor Partido Conservador, y en alguna medida al Partido Liberal, agrupaciones
que consiguieron importantes avances en esta consulta.
El partido de Blair, socialdemócrata de derecha,
no obtuvo apoyo especialmente en localidades con alto índice de
población musulmana, donde muchos de sus habitantes se opusieron
a la decisión del primer ministro de aliarse con Estados Unidos
para agredir militarmente a Irak.
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