México D.F. Sábado 3 de mayo de 2003
Denunció que en 2002 ocho comunicadores fueron presionados para revelar sus fuentes
Agresiones y amenazas a periodistas son moneda corriente en México: Reporteros Sin Fronteras
NOTIMEX
Paris, 2 de mayo. Las violaciones a la libertad de prensa persisten en México, sobre todo en los estados, pese a los avances legislativos de los años anteriores en defensa de este derecho, señaló hoy el reporte anual de Reporteros Sin Fronteras (RSF).
"Pese al avance que constituye la adopción de una ley sobre el acceso a la información el año pasado en México, subsisten problemas sensibles" en esta materia, indicó el documento, publicado la víspera del Día Internacional de la Libertad de Prensa.
La adopción de dicha ley, abundó, "constituye la última etapa de una progresión regular de la libertad de prensa en México en el curso de los cinco años anteriores".
Sin embargo, RSF denunció que las presiones, las amenazas y las agresiones contra los periodistas siguen siendo "moneda corriente" en México.
De acuerdo con el informe, un periodista murió en México en 2002, probablemente por causas ligadas a su ejercicio profesional, 22 reporteros fueron agredidos, nueve fueron detenidos y cuatro más amenazados.
El director del semanario Nueva Opción, de Tamaulipas, Félix Alonso Fernández García, fue asesinado a balazos en 2002, en un crimen que hasta ahora se desconoce si está relacionado con su actividad profesional.
Días antes de su asesinato, agregó el reporte, Fernández García había denunciado la supuesta relación de un político local con narcotraficantes.
Sobre los 22 reporteros agredidos en el transcurso de 2002, la organización no gubernamental señaló que varios de ellos fueron víctimas de golpes propinados por policías municipales de ciudades de varios estados del país.
Con relación a los trabajadores de los medios de comunicación amenazados, el informe precisó que se trató de cuatro redactores o colaboradores de diarios o semanarios de Tabasco, Tijuana, Oaxaca y Michoacán.
"A menudo, los diputados locales, funcionarios y policías, que aceptan todavía difícilmente el contrapoder que representa la prensa, están detrás de este tipo de actos" de violencia, denunció.
La agrupación, que vela por la libertad de prensa en el mundo, también comentó que durante 2002 ocho periodistas fueron convocados por jueces e interrogados sobre sus fuentes de información, "lo que compromete así el periodismo de investigación".
En su apartado de "presiones y trabas" al ejercicio periodístico, el informe incluyó la denuncia contra el presidente del diario Reforma, Alejandro Junco, acusado de difamación por el diputado mexiquense Carlos Galán.
Al respecto, Reporteros Sin Fronteras destacó el hecho de que los tres periodistas del rotativo capitalino que escribieron el artículo por el que Junco fue denunciado ante la justicia corren el riesgo de ser condenados a tres años de prisión.
El reporte mencionó, asimismo, el caso de Maribel Gutiérrez, redactora del diario El Sur, de Acapulco, en el Pacífico mexicano, quien fue interrogada por la justicia del estado de Guerrero en el juicio abierto por el asesinato de la abogada Digna Ochoa.
Según la organización, en ocasiones la justicia mexicana se convierte en "un instrumento de intimidación o de presión sobre los periodistas", debido a que la ley no contempla su derecho a no revelar sus fuentes y a la existencia del delito de difamación.
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