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México D.F. Miércoles 30 de abril de 2003
Día Internacional de la Danza en el Centro
Nacional de las Artes
Soslayado en México, el arte dancístico
se manifestó por los niños y por la paz
Público y espacios abiertos disminuyeron en contraste
con el aumento de precios en los recintos cerrados La riqueza del género
folclórico no está documentado, deplora docente
CESAR GÜEMES
''Por
los niños, por la paz", fue el lema del Día Internacional
de la Danza, celebrado en el Centro Nacional de las Artes (CNA), que esta
vez registró una asistencia menor en comparación con versiones
anteriores, debido, señalan coreógrafos participantes, a
factores como la disminución de espacios abiertos, el incremento
del precio en los cerrados y a la propia política de selección
de grupos o solistas participantes. Sin embargo, se danzó, se leyó
y se observó la imagen fija de la disciplina, como explican lo mismo
fotógrafos, libreros, profesores de danza y bailarines.
La danza mexicana, en particular la autóctona,
que pareciera brotar por generación espontánea, en realidad
ha de cultivarse, explica la profesora Corazón Sánchez, de
la Escuela Nacional de Danza Folklórica: ''La danza tradicional
es la que se mantiene en nuestras comunidades para satisfacer las necesidades
físicas y emocionales que tienen las personas. Los bailes mestizos,
por su parte, se practican sólo en fiestas regionales".
A propósito del registro de ese tipo de danza,
señala la docente que ''su riqueza no está documentada, por
desgracia, ni en video ni en libro. El registro siempre es mínimo.
Si la cultura en general es poco apoyada, la danza folclórica parece
que no existe, aunque figure aquí y allá, en escuelas o investigaciones
particulares, sobre todo fuera de México".
Carteles, postales, calendarios
Roberto Aguilar, fotógrafo especializado, estuvo
al frente de uno de los sitios más visitados del CNA, en el cual
ofreció al público interesado lo mismo carteles que postales
o calendarios con imágenes de la danza mexicana. La teoría
de Aguilar respecto de por qué nos acercamos a este arte en el país,
aunque lo mismo vale para cualquier otra latitud, es por la transformación
que se opera en quien se ejercita bailando: ''Una persona muy cercana a
mí sufrió un gran cambio, me enteré que era por la
danza; acudí a ver su espectáculo y desde entonces, hace
ya varios años, hice fotos y he incorporado la danza a mi obra".
Aguilar explica que el público cautivo es quien
más se acerca para adquirir su trabajo, sin embargo, este martes
las ventas sobre todo de una imagen de La cuadra de Sevilla, que
curiosamente no es una compañía de danza sino de teatro,
fue su mejor oferta.
Y si bien la disciplina está pensada para verse
o ejecutarse, los libros editados por el Cenidi Danza José Limón
también tienen demanda, como señala Francisco Domínguez,
de la subdirección editorial de Instituto Nacional de Bellas Artes,
''el público se interesa por algún solista o un grupo en
particular y busca llevárselo de este modo; aunque desde luego los
bailarines mexicanos en formación son quienes más nos apoyan,
porque requieren estar informados".
Frutos de mujer, de Margarita Tortajada; La
coreografía, un caso concreto: Nellie Happee, de María
Cristina Mendoza Bernal; El ballet de cámara y sus antecedentes,
de Tulio de la Rosa, y En busca de la danza moderna mexicana, de
Josefina Lavalle, son, cuenta Domínguez, las obras más solicitadas.
Rescate de la danza andina
Entre los grupos más celebrados la tarde de ayer
estuvo el Ensamble Kantuta, con una propuesta que rescata la danza andina.
Sara Romero, perteneciente a esta compañía que fundó
Lina Pradel Serrano, explica así el buen recibimiento: ''Los latinoamericanos
somos más cercanos de lo que pensamos al ver un mapa. A nosotros
nos basta con promover la danza andina, en particular la de Bolivia, para
darnos cuenta de la riqueza y la hermandad que mantenemos con las manifestaciones
artísticas de ese país".
La presencia masiva que se esperaba para este martes en
el CNA, no ocurrió del todo. Marina Acevedo y Ulises Jacinto Ponce,
quienes provienen del Centro de Investigación Coreográfica,
escuela dedicada a la formación de coreógrafos, coinciden
en señalar que si bien el espacio en el que ofrecieron su espectáculo
fue adecuado, ''en comparación con otros años es claro que
la asistencia del público bajó tal vez a la mitad; los boletos
para los espacios cerrados subieron de precio, en ocasiones al doble, y
los espacios abiertos que en anteriores versiones del día de la
danza se tuvieron, hoy se han restringido al mínimo".
Y, aclaran, esto no se debe a que las compañías
de danza se hayan reducido en un año, sino ''a que la política
hacia la danza nacional cambió, y eso no siempre es para beneficio
de todos", finaliza Ponce.
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