México D.F. Miércoles 30 de abril de 2003
Rechaza "sociedades de convivencia" y el control natal
Urge la Iglesia a sanear a la sociedad de tendencias gays
Advierte la CEM al gobierno que se opondrá al Instituto Nacional de Medicina Genómica si busca "objetivos perversos"
DAVID CARRIZALES Y JOSE ANTONIO ROMAN CORRESPONSAL Y ENVIADO
Monterrey, NL., 29 de abril. En el inicio de su 75 asamblea plenaria, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) rechazó las políticas de control natal, las llamadas "sociedades de convivencia" y el uso de preservativos como método para prevenir el VIH sida; asimismo, se identificó a la homosexualidad como "desviación" y se cuestionó al gobierno federal por la creación del Instituto Nacional de Medicina Genómica.
El presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral de la Familia, Rodrigo Aguilar Martínez, señaló la urgencia de "sanear" a la sociedad mexicana de estas tendencias homosexuales que "atentan contra la unidad de la familia y la salud misma de la sociedad".
Durante la primera conferencia de prensa, en la que se informó sobre el inicio formal de los trabajos de la asamblea, el también obispo de la diócesis potosina de Matehuala precisó que la Iglesia católica está atenta a los desafíos y graves problemas que enfrenta la integración familiar, como las uniones de hecho, las sociedades de convivencia, la violencia intrafamiliar, el adulterio y los divorcios.
Asimismo, se refirió a los avances de la ciencia y la biotecnología, que ofrecen nuevas oportunidades al ser humano para tener una vida más satisfactoria, pero donde está presente también la "tentación de usar" estos logros científicos para afectar la dignidad del hombre y la mujer, como el uso de anticonceptivos y preservativos, el aborto, la clonación humana, la reproducción asistida y la eutanasia.
Reunidos en el seminario mayor de la arquidiócesis regiomontana, ubicado en el municipio conurbado de Benito Juárez, los obispos iniciaron desde temprano los trabajos de la asamblea plenaria, con el tema La familia, santuario de la vida, buena nueva para el tercer milenio.
"La importancia del tema es muy grande, y se desprende del hecho de que la Iglesia tiene conciencia de que entre los caminos que tiene que recorrer, la familia que nace del matrimonio es el primero y el más importante de ellos. Por otro lado, ante un mundo que ha visto perturbada la paz, queremos cuestionarnos sobre lo que es necesario hacer para reafirmar la dignidad de las personas y el respeto a la vida humana", señalan los prelados en el primer comunicado de la asamblea.
El obispo Aguilar advirtió que las llamadas sociedades de convivencia, con las que se pretende reconocer legalmente la unión de dos personas del mismo sexo, son "absolutamente innecesarias". Lo que se pretende, dijo, es "confundir" a la sociedad y a los legisladores para aprobar dichas sociedades, con el falso argumento de poder heredar a sus "parejas", cuando es posible hacerlo por medio de un testamento protocolizado ante notario público. Sostuvo que los argumentos utilizados por quienes impulsan esta iniciativa de ley son totalmente falsos.
Respecto a la reciente creación del Instituto Nacional de Medicina Genómica, que pertenece a la Secretaría de Salud, el prelado aclaró que la Iglesia católica "no está contra el progreso de la ciencia", pero sí contra la clonación, la "manipulación" de los genes y todas las acciones que atenten contra la dignidad del ser humano.
Por ello, agregó, si el instituto se conduce bajo los principios éticos de la ciencia no habrá ningún problema, pero si pretende alcanzar "objetivos perversos", sin duda la Iglesia católica se opondrá a su operación y funcionamiento. Esta es una condicionante que las autoridades del sector salud deben de tomar en cuenta, advirtió.
No obstante, se señaló que una de las tareas pendientes por parte de los legisladores, y que es necesario resolver lo más pronto posible, es crear una ley que impida la clonación humana en todas sus formas, pues de lo contrario se pueden encontrar resquicios legales que permitan realizar actos que atenten contra la dignidad de la persona.
Acompañado por otras autoridades eclesiásticas, inclusive provenientes de Roma, las cuales participarán durante los cuatro días de trabajo, el obispo Aguilar insistió en que la homosexualidad no es un asunto cultural o de tolerancia, sino que "es algo propio de la naturaleza humana. La sexualidad es masculina o femenina.
"La homosexualidad es una desviación sexual, no significa que vayamos a rechazar a la persona, sino aceptarla, pero se le debe ayudar a que integre y reoriente la forma en que esté viviendo su sexualidad, de modo que pueda sanear sus tendencias", apuntó el jerarca eclesiástico.
Por otra parte, lamentó que continúen las denuncias de esterilización forzada en instituciones públicas de salud, prueba de ello son las múltiples recomendaciones que en este sentido ha emitido la Comisión Nacional de Derechos Humanos a autoridades de estados como Guerrero, Veracruz, Hidalgo y Oaxaca, entre otros.
Finalmente, apuntó que aun cuando gran parte de la sociedad no lo acepta, lo real es que el único método seguro para prevenir el sida es la abstinencia, "el virus del VIH es mucho más pequeño que las hendiduras del latex con el que están hechos los preservativos, es decir, lo traspasa fácilmente", según el prelado.
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