Un triunfo para el presidente, que sólo
2.7 de votos fueran anulados, estiman analistas
Llama Duhalde a apoyar a quien gane en mayo la presidencia
de Argentina
Kirchner se compromete a generar la reconstrucción
del país en un marco de pluralidad
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 28 de abril. En su primer mensaje
público después de las elecciones de la víspera, que
determinaron una segunda vuelta electoral para el próximo 18 de
mayo entre dos candidatos peronistas, el ex presidente Carlos Menem y el
gobernador Néstor Kirchner, el actual mandatario Eduardo Duhalde
solicitó el apoyo de los argentinos para quien resulte electo dentro
de tres semanas.
Pero también dio el puntapié para la campaña
en favor de su candidato, Kirchner, al comentar que "cuando anuncian que
del sur viene aire fresco, limpia", en alusión a que Kirchner es
gobernador de la sureña provincia de Santa Cruz, donde arrasó
en la votación, al igual que en provincias vecinas.
Duhalde, designado por el Congreso en enero pasado tras
el desfile de presidentes provisorios al renunciar Fernando de la Rúa
por el argentinazo de diciembre de 2001, había manifestado
previamente que durante su administración que culmina el 25 de mayo
había hecho "lo que podía, no lo que hubiera querido hacer",
dada la gravedad de la crisis.
Con 24.3 por ciento de los votos, sólo algo más
de dos puntos por encima de Kirchner, el ex presidente Carlos Menem se
impuso sobre el sureño gobernador que lo enfrenta desde los años
90, en un resultado que se considera un empate técnico.
Pero un hecho que fue muy acallado por las propias empresas
de sondeos y el periodismo aquí es que la ultraderechista Unión
de Centro Democrática, del ingeniero Alvaro Alsogaray, uno de los
más activos antiperonistas en el pasado y luego aliado de Menem,
contribuyó con algo más de cuatro puntos a la raída
victoria del ex mandatario. Esto se logró porque en la boleta de
ese partido figura la fórmula de Menem.
Contrariedad del ex presidente
Con
esto el puntaje real de la llamada "meseta" peronista se ubica en 20 por
ciento. Menem había preparado un palco en el hotel Presidente, en
pleno centro porteño, porque estaba plenamente confiado de que ganaría
en primera vuelta con 45 o 46 por ciento, y por eso hizo viajar a la familia
de su esposa, la chilena Cecilia Bolocco, para estar presente en los festejos.
Y aunque luego apareció sonriente, estaba evidentemente
contrariado.
En el comando menemista, el ex secretario de la Presidencia
Alberto Kohan debió admitir este lunes que se pensaba que iba a
"ganar por más", pero planteó que, "en definitiva, se ganó
apenas, pero se ganó". Hablando para una radio local, Kohan fustigó
al gobierno actual y no reconoció en ningún momento la responsabilidad
de la gestión menemista en la dramática crisis y la pobreza
en el país. "Va a ganar Menem", insistió.
En tanto, el hombre que gobernó entre 1989 y 1999,
años en que se acabó la hiperinflación pero se duplicó
la deuda externa y se entregó la infraestructura del país
en procesos corruptos, se dedicó a jugar al golf este día.
"Los resultados están dentro de lo que habían
anticipado los analistas y encuestadores", dijo por su lado Duhalde, quien
recordó que muchos habían especulado con que no se podían
hacer elecciones en orden, "pero a pesar de todo finalmente no ocurrió
nada malo".
Según analistas, la alta participación registrada
en la votación, con un mínimo porcentaje del voto de "protesta",
en cierto modo representa un triunfo para Duhalde. Apenas 2.7 por ciento
de los votos fueron en blanco o impugnados.
Desde Santa Cruz, donde Kirchner festejó con sus
seguidores en un ambiente nada ostentoso, el representante del ala progresista
del peronismo estimó que "la gente terminará acompañándonos
fuertemente" en la segunda vuelta.
Kirchner se comprometió a generar "un piso de reconstrucción
y de refundación nacional muy importante en un marco de pluralidad",
ya que "es fundamental que el sistema político se modernice".
En el controvertido tema de seguridad tomó distancia
del discurso de Menem, que prometía sacar a la calle a los militares
para acabar con el "caos", y también del derechista Ricardo López
Murphy, al aclarar: "no soy ni garantista ni mano dura", ratificando que
promoverá una limpeza en las fuerzas de seguridad, para sacar
a "los pocos delincuentes" que hay ahí.
"Para combatir el delito no hay que caer en la atrocidad
que decía el ex presidente Menem de arreglar las cosas a tiro limpio,
tienen que existir normas de convivencia", subrayó.
Kirchner dijo en su mensaje que siente el deber de acabar
con la falta de credibilidad generada por políticos y dirigentes
que dieron imágenes falsas de sí mismos y destruyeron la
confianza popular: "Soy tal cual soy, los argentinos no tengan duda, soy
un sureño corajudo, decidido y responsable".
El candidato a vicepresidente que lo acompaña en
la lista Frente para la Victoria, el otrora menemista Daniel Scioli, también
confió en que ganarán en la segunda vuelta y que serán
acompañados por votantes de otras fórmulas. "Nosotros somos
la fórmula que representa mejor a los votantes de (la centroizquierdista)
Elisa Carrió, (el peronista populista) Adolfo Rodríguez Saá
y (el derechista disidente de la Unión Cívica Radical, Ricardo)
López Murphy", afirmó Scioli.
El mapa de alianzas
Aunque aún no parecen haberse iniciado los encuentros
para dibujar alianzas, ya se vislumbra por las declaraciones de algunos
cómo se conforma el mapa para el 18 de mayo. Elisa Carrió,
de Afirmación para una República Igualitaria, cuarto lugar,
ya adelantó que no votará a Menem, y sus electores (14 por
ciento) se volcarían a Kirchner. Mientras, un sector piquetero
(desempleados), el de Luis D'Elía, de la Federación de Tierras
y Viviendas, anunció que votará a Kirchner, al considerar
que podría ser lo que Fernando Henrique Cardoso fue para Brasil,
"una especie de transición muy buena".
En cuanto a López Murphy (quien obtuvo poco más
de 16 por ciento), si bien ese candidato comparte el ideario económico
de Menem, algunos de sus votantes son antimenemistas o recuerdan los escándalos
de corrupción que rodearon a aquella administración.
En todo caso, Kirchner y Menem se disputarán los
votantes del tercer peronista, Adolfo Rodríguez Saá.
Mientras, los mercados finacieros mostraron su desilusión
por no haber logrado que junto a Menem, un neoliberal, no quedara como
rival López Murphy, economista ortodoxo de los Chicago boys.
Como una señal, el mercado de acciones se desplomó hoy 8.62
por ciento, aunque la moneda se mantuvo estable, a poco menos de tres pesos
por dólar. Entre las principales bajas se ubicaron Transportadora
Gas del Sur, donde está nada menos que la familia Bush como socia
y el Grupo Banco Galicia y Banco Francés, ambos de capitales españoles.
Según cita el diario Clarín, Rodolfo
Acosta, de Mercado Abierto, dijo que el mercado reaccionó de manera
negativa "adelantándose a un teórico triunfo de la formula
Kirchner-Scioli". En cambio, desde Brasil llegaron buenas nuevas para la
fórmula que desafía a Menem, ya que varios funcionarios de
la cancillería y también el ministro de Desarrollo brasileño,
Luiz Fernando Furlan, "confiaron hoy que el presidente Luiz Inacio Lula
da Silva prefiere que Néstor Kirchner sea el próximo presidente
de Argentina", publicó el diario Clarín. Furlan dijo
preferir al candidato que "mira hacia adelante", según una agencia
brasileña, en alusión a Kirchner.
El presidente Luiz Inacio Lula da Silva, por lo pronto,
llamó en la mañana a Duhalde para felicitarlo por la "limpieza"
de los comicios. Durante la campaña Menem había moderado
su discurso con respecto al Mercosur y los brasileños también
dejaron la puerta abierta para una buena relación en caso de que
triunfara, aunque todos conocen su apuesta por el ALCA que impulsa Estados
Unidos en detrimento de la unión regional.
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