Los dirigentes expusieron sus propuestas de
cara a los comicios del 6 de julio
Coinciden líderes de diez partidos en que el
debate político se ha vulgarizado
Vayamos a una elección limpia, sin Pemexgate
ni Amigos de Fox, propuso Rosario Robles
ALONSO URRUTIA
Convocados por la Universidad Nacional Autónoma
de México (UNAM) y el Instituto Federal Electoral (IFE), diez dirigentes
partidistas acudieron al Palacio de Minería para analizar la actual
forma de hacer política y las plataformas para el futuro. En el
foro abundaron las confesiones de culpabilidad por la "vulgarización"
de las discusiones, autoincriminaciones por el hartazgo social hacia quienes
deberían ser servidores públicos y críticas a la abundancia
de promesas en tiempos electorales.
En la reunión prevaleció la alta
política para que los representantes partidistas no convirtieran
el foro en una ejercicio de mutua crítica destructiva y no acusarse
por los rumbos que ha tomado el país, luego de la alternancia, aunque
no faltó el recordatorio de la presidenta del Partido de la Revolución
Democrática (PRD), Rosario Robles: "vayamos a una elección
limpia y equitativa, sin Pemexgate ni Amigos de Fox".
La
declaración provocó la risa del líder del Partido
Revolucionario Institucional (PRI), Roberto Madrazo, y del consejero presidente
del Instituto Federal Electoral, José Woldenberg.
El único instituto político que contenderá
en las elecciones del próximo 6 de julio y que no envió a
representante fue el Partido del Trabajo (PT).
Incómodo y evasivo, el dirigente del Partido de
la Sociedad Nacionalista, Gustavo Riojas, reiteró la inocencia de
su instituto político respecto a las acusaciones de manejo fraudulento
de sus finanzas, que le implicará una multa de 140 millones de pesos.
Riojas intentó achacar al IFE las desventuras de
su partido: "No hay indicio de ilícito, ningún desvío,
ni de malversación, que es lo más importante. Ellos mismos,
en el dictamen, aceptan que no es legal ni es prohibido ninguno de los
casos por los que se impone la multa... pero bueno, les gusta mucho multar".
Dos horas de discursos que arrancaron con la introducción
del rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, al encuentro UNAManera
de dialogar por México, seguido de la oratoria de Madrazo: "La democracia
no se agota en la alternancia, ni por sí sola propicia el desarrollo,
mucho menos la equidad que tanto reclama el país".
Madrazo insistió en la necesidad de elaborar un
pacto nacional que permita consensar el proyecto de nación, y habló
de que su partido aspira a "construir un nuevo régimen político
al que está obligado la nación a alcanzar. Hay que sustituir,
por supuesto, los aspectos que se desmantelaron o que se agotaron en una
etapa diferente, que ya rindió o que ya no da para más".
Luego, Madrazo arremetió contra lo que definió
como "aquellas voluntades neutralizadas abruptamente por el neoliberalismo"
y que hoy no tienen razón de seguir existiendo en un proyecto que
garantice una nueva distribución del poder. Todo ello para concluir
con la sentencia de que el país no tiene un claro compromiso con
un proyecto de nación y se encuentra con un plan social a la deriva.
Aunque subrayó la ausencia de un cambio democrático
real, Rosario Robles centró sus críticas en el modelo económico,
al censurar el largo proceso por el que el Estado ha ido renunciando a
su responsabilidades sociales y al combate a la desigualdad. En los 20
años pasados, las finanzas públicas han sido agotadas en
grado tal que ahora no existen recursos suficientes para mejorar la educación,
la seguridad social y la atención médica.
Robles fijó una de las metas centrales del perredismo
en la próxima contienda electoral: romper con el programa neoliberal
para detener el empobrecimiento y la profundización de la desigualdad
a la que hemos sido sometidos por los gobiernos del PRI y que siguen siendo
promovidos por las actuales autoridades federales".
En este contexto aludió al Tratado de Libre Comercio
con América del Norte (TLCAN) y la confirmación que los años
han hecho de los errores cometidos por las administraciones pasadas del
PRI y que ahora se requieren corregir para defender la economía
nacional y evitar crisis sociales.
Con una hora de retraso llegó a la reunión
el dirigente panista, Luis Felipe Bravo Mena, quien -en entrevista- deploró
los clichés utilizados por sus adversarios para equiparar al gobierno
de Vicente Fox con los regímenes neoliberales. No abundó
más.
Poco antes, en su discurso arengó con vehemencia
en favor de la corresponsabilidad de los partidos para lograr el cambio
en aras, dijo, del bien de la República. "Hay algo peor que una
república sin democracia, una democracia sin república",
dijo Bravo parafraseando a su extinto antecesor Carlos Castillo Peraza.
Bravo Mena volvió al tema de la reforma hacendaria
y consideró urgente la definición de los partidos para darle
viabilidad económica al gobierno, pues "si el Estado no tiene viabilidad
económica no es capaz de generar ni políticas sociales, ni
condiciones para responder a las demandas sociales".
Si el Estado no es capaz de sustentar económicamente
sus responsabilidades, estamos hablando de "ilusiones y papel mojado en
cualquier plataforma".
Quien fue más crítica al papel de los partidos
fue la dirigente de México Posible, Patricia Mercado, quien reprochó
a "la clase política -me incluyó- haberla convertido (a la
política) en un lago de vulgaridad" y a su estancamiento. Deploró
que los partidos censuren la desigualdad cuando han sido ellos los que,
al menos por omisiones, han provocado esta situación.
En su intervención, Woldenberg destacó el
papel de la UNAM para generar debates de ideas y llamó a los partidos
a que antes de debatir "e inclusive antes de competir" fortalezcan sus
diagnósticos del país para ofertar alternativas al desarrollo
del país.
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