Reanudan acusaciones contra Siria, que podría
ser el nuevo enemigo
El júbilo de los "iraquíes libres", escena
que roba el aliento: Rumsfeld
Habrá más combates y, sin duda, más
muertos; urge restaurar el orden público, señala
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 9 de abril. Era la imagen
que el gobierno de George W. Bush había esperado.
Todas las cadenas nacionales de televisión interrumpieron
su programación normal esta mañana para mostrar en vivo la
imagen del derrumbe de una estatua de Saddam Hussein por un tanque estadunidense
en el centro de Bagdad ante el júbilo de los iraquíes.
"Las
escenas de los iraquíes libres celebrando en las calles, subiendo
a los tanques estadunidenses, derrumbando las estatuas de Saddam Hussein
en el centro de Bagdad roban el aliento", declaró un excitado secretario
de Defensa, Donald Rumsfeld en el Pentágono.
"Al verlas, uno no puede sino pensar en la caída
del muro de Berlín y el colapso de la Cortina de Hierro... Saddam
Hussein ahora ocupa su lugar correcto al lado de Hitler, Stalin, Lenin,
Ceausescu... en el panteón de los dictadores brutales fracasados,
y el pueblo iraquí está ya bien encaminado hacia la libertad",
afirmó.
La Casa Blanca anunció que el presidente Bush interrumpió
sus actividades programadas esta mañana para ver por televisión
cuando los soldados estadunidenses colocaron una bandera de ese país
sobre una estatua de Saddam Hussein.
Pero obviamente esa no era la imagen que deseaban proyectar
los funcionarios estadunidenses y en pocos minutos se les ordenó
a los soldados sustituir su bandera por una iraquí.
Con todo, ese momento fue transmitido en vivo a todo el
mundo y quedó claro que por lo menos algunos soldados estadunidenses
todavía no habían entendido el mensaje de los encargados
de control de imagen en Washington: Estados Unidos llegó a Irak
como "liberador" y no como "ocupador".
Por cierto, en Washington, el secretario Rumsfeld y otros
altos funcionarios insistieron en que era una hazaña de liberación
y no otra cosa. "No tenemos la práctica de salir y buscar la riqueza
y los bienes raíces de otros", dijo Rumsfeld, y subrayó que
"Estados Unidos no permanecerá en ese país para ocuparlo.
"Este es un buen día para el pueblo iraqui", agregó,
pero como varios otros altos funcionarios lo hicieron a lo largo del día,
advirtió que este conflicto aún no ha concluido. "Habrá
más combates. Más gente morirá; de eso no hay duda.
Esto no se acaba todavía, a pesar de todas las celebraciones en
las calles". El presidente Bush y el vicepresidente Dick Cheney reafirmaron
este punto en el transcurso de la jornada.
Al mismo tiempo, Cheney, tal vez quien más promovió
la guerra contra Hussein, elogió la hazaña bélica.
"La conclusión de la guerra marcará una de las campañas
militares más extraordinarias jamás realizadas".
Los funcionarios estadunidenses reconocieron que mientras
sus tropas ocupan gran parte del sur del país y el centro de Bagdad,
todavía hay fuerzas iraquíes operando en la misma capital
y en el norte del territorio.
El general Richard Myers, jefe de la Junta de Jefes Militares,
explicó en conferencia de prensa que aún hay por lo menos
10 divisiones del ejército regular iraquí y una brigada de
la Guardia Republicana que siguen luchando.
Las fuerzas estadunidenses, según Rumsfeld, continúan
cazando al presidente Saddam Hussein y su familia, intentando asegurar
los campos petroleros del norte del país y siguen buscando armas
químicas, biológicas o nucleares. También informó
que las tropas comenzaron a distribuir alimentos y medicinas al pueblo
iraquí.
Los funcionarios señalaron que uno de los asuntos
más urgentes ahora es la restauración del orden público
y establecer algún tipo de presencia policiaca para evitar el desmoronamiento
de la seguridad. Pero mientras se hablaba de cómo consolidar la
ocupación, también ya se hablaba de otros enemigos en la
región.
Rumsfeld acusó nuevamente hoy a Siria de continuar
ofreciendo asistencia al régimen de Hussein, posiblemente permitiendo
el ingreso a su territorio de altos funcionarios iraquíes, y enviando
bienes a Irak, y reiteró que esto no era visto con agrado.
En un indicio de lo que podría ser una línea
de ataque en el futuro, altos funcionarios estadunidenses indicaron que
tal vez no han hallado armas de destrucción masiva en Irak porque
han sido trasladadas a Siria.
Pero sí había preocupación por cómo
este "buen día" sería percibido en el mundo islámico.
"Lo que la gente debería ver en la región es que fue Estados
Unidos y nuestros socios de la coalición quienes pusieron sobre
la línea nuestra sangre y tesoro para un par de grandes poblaciones
musulmanas: una en Afganistán y ahora en Irak", afirmó el
general Myers.