De puerco espines marinos

Andrés López Pérez

Universidad de Iowa

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Tania Herrera Escalante

Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas

Correo electrónico: [email protected]

Aunque "puerco espín marino" sería un nombre que describiría a la perfección a estos animales, los hombres de ciencia los bautizaron como equinodermos. Es un nombre que, traducido literalmente del griego, significa "piel espinosa", lo cual no se aleja mucho de la primera denominación. Los equinodermos carecen de sistema óseo, es decir, no poseen huesos; y aunque en sus primeras etapas de vida poseen simetría bilateral (si los partimos por la mitad obtenemos dos partes iguales), tratan de despistarnos al poseer, en su mayoría, simetría radial y extremidades en grupos de cinco, por lo que pueden tener, cinco, diez o quince extremidades, y así sucesivamente.

Una de las características más sorprendentes del grupo es su habilidad para regenerar extremidades cuando por alguna causa han sido dañadas, y más sorprendente aun, es que son capaces de generar nuevos organismos a partir de extremidades separadas del cuerpo.

Entre los equinodermos más conocidos se encuentran las estrellas de mar y los erizos. Curiosamente, ambos producen efectos antagónicos en los bañistas: mientras que las estrellas reciben el calificativo de hermosas, son tocadas y casi todos quieren posar para el álbum familiar con ellas, los erizos son feos, evitados y hasta satanizados cuando algún vacacionista despistado los pisa.

Existen otros equinodermos que, aunque abundantes, son poco conocidos porque sus hábitos y apariencia los hacen menos evidentes. Tal es el caso de las arañas de mar u ofiuros, los pepinos de mar u holoturias y los crinoideos o plumas de mar. Los dos primeros gustan de vivir enterrados, entre y por debajo de las rocas, mientras que los últimos tienen apariencia de plantas y algunos de ellos pueden estar fijos en el fondo del mar. Mención especial merecen las galletas de mar, ya que comúnmente son encontradas en las playas para luego pasar a formar parte de la decoración del baño, sin saber siquiera que son los parientes más cercanos de los temibles erizos.

Los equinodermos son exclusivamente marinos y capaces de habitar tanto en aguas someras como a grandes profundidades. De hecho en este ultimo ambiente son de los animales más abundantes y exitosos. Dicha abundancia no es mera coincidencia, sino que es fruto de su forma de alimentación. Los equinodermos poseen una variada manera de allegarse comida. En efecto, los hay carnívoros, como las estrellas de mar, las cuales se alimentan de almejas, corales y en general de una amplia gama de animales fijos al fondo de mar; vegetarianos, como los erizos, que se alimentan de algas que crecen sobre el piso marino. No obstante, la forma de alimentación más extendida en el grupo proviene de la materia orgánica presente en el lodo o sedimento, por lo que reciben la denominación de detritívoros.

Los equinodermos son especialmente importantes en dos tipos de ambientes: los fondos arenosos de zonas someras y profundas, así como en los arrecifes coralinos de todo el mundo. En los primeros, algunos científicos ociosos han llegado a estimar que los pepinos de mar pueden remover entre 500 y mil toneladas de sedimento al año en una área no mayor a seis kilómetros cuadrados. Por eso son considerados como pieza clave en la distribución de sedimentos de fondo, así como de la repartición de energía en el sistema al comer, excretar y ser comidos. En los arrecifes coralinos, por su parte, su sino pareciera contradictorio, pues dependiendo del numero de erizos en el área, pueden actuar como benignos promotores del desarrollo y mantenimiento de los sistemas coralinos o crueles destructores de tan bellos sistemas.

¿Confuso?, permítanos explicarle lo anterior. Generalmente, los erizos son voraces vegetarianos que, raspando el fondo con sus poderosas mandíbulas, se alimentan de las algas que se desarrollan en los sistemas arrecifales y, de paso, de algunos trozos de coral. Como se sabe, las algas son organismos de rápido crecimiento, capaces de alcanzar, colonizar y apropiarse de cualquier sustrato, especialmente de aquel preferido por los corales para desarrollarse. De no ser por la cosecha continua que ejercen los erizos sobre las algas, estas últimas irremediablemente ganarían en la competencia uno a uno con los corales. No obstante, cuando por alguna clase de disturbio, se altera el fino equilibrio del sistema arrecifal (sobrecrecimiento de las algas por exceso de nutrientes, mortalidad coralina, incremento en el número de erizos por ausencia de sus depredadores), por causas naturales o antropogénicas (aunque estas últimas cada vez más frecuentes), su actividad alimenticia raspadora y el movimiento de las espinas, destruyen, debilitan y erosionan los arrecifes.

Así, trátese de fondos blandos, duros, zona somera, profunda o arrecifes de coral, los puerco espines marinos se erigen como un grupo de organismos de vital importancia en los ambientes marinos. En algunos casos se posicionan como eficientes recicladores que ponen a disposición de los demás organismos un alimento que, de otra manera, no estaría a disposición de nadie.