Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 15 de marzo de 2003
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Espectáculos
La cinta de Alexander Payne, estelarizada por Jack Nicholson, se estrenó ayer

Las confesiones del señor Schmidt, una comedia que surge del dolor

Es la historia de un hombre de 66 años que pierde todo de golpe e inicia un viaje de autoconocimiento El filme está basado en la novela About Schmidt, de Louis Begley

JORGE CABALLERO

Después de su debut como cinerrealizador con Citizen Ruth, comedia ubicada en el mundo de la protesta contra el aborto, y Election, una mirada cómica y salvaje de la política estudiantil, el director Alexander Payne nos presenta su nueva obra, Las confesiones del señor Schmidt, una historia irónica con ácida crítica social, sobre un hombre depresivo y alienado de 66 años que emprende un viaje de auto-conocimiento.

"Schmidt es únicamente un tipo de la región centro-oeste que ha jugado con las reglas que le enseñaron a jugar. Lo que me interesó fue quitarle todo a este hombre, todas las instituciones que le habían dado cierto sentido de seguridad. Sin esas cosas tal vez un hombre deba encontrarse con quien es realmente. Y tal vez a su edad sea demasiado tarde. Tal vez no cuenta con las herramientas ni el conocimiento necesarios para lograrlo", precisa el director de la cinta.

Las confesiones del señor Schmidt está estelarizada por Jack Nicholson (postulado al Oscar como mejor actor por esta soberbia interpretación), el guión fue escrito por el mismo Payne en colaboración con Jim Taylor y está basado en la novela About Schmidt, de Louis Begley; ayer, la película comenzó su corrida comercial en nuestro país.

Cuando se estrenó Election, en 1999, Payne y Taylor fueron reconocidos como "los únicos realizadores de sátira social que trabajaban en películas estadunidenses". Sus personajes se destacan como pulgares heridos en una hilera de héroes de películas. A sus personajes ni siquiera se les puede calificar de antihéroes, son simplemente personajes como el resto, gente normal con egoísmos, ambiciones poco altruistas y cierta ética dudosa.

"Sé que tanto Jim como yo sentimos muy fuerte la parte patética de nuestras vidas e intentamos transformar esa parte en comedia", confiesa Payne. El escritor Taylor agrega a este punto: "La mayoría de las verdaderas comedias surgen del dolor, de alguna situación incómoda"; esto es exactamente Las confesiones del señor Schmidt.

"Me gusta la idea de la encrucijada en la vida de una persona, en una época en la que pasas de una fase de tu vida a otra y, en el mejor de los casos, se supone que debes sentirte orgulloso y estar ansioso por lo que está por llegar. Sin embargo, lo que sueles sentir es vacío y alienación"; comenta Payne.

El director Payne ya había escrito un guión anteriormente para la Universal que trataba el tema de manera parecida, se llamaba The Coward: "lo comencé a escribir en la escuela de cine -confiesa Payne- y lo terminé para el estudio, pero no estaban interesados en hacerlo. Después realicé dos películas, pero nunca me olvidé de ésta. Y últimamente pude combinarla con las ideas de Louis Begley, escritor de la novela original".

Los productores, Harry Gittes y Michael Besnam, pensaron que el proyecto era perfecto para Jack Nicholson. Bessman le dio el libro a Gittes para que lo leyera; cuando terminó de leer dijo: "Me gustó inmediatamente para Jack, la novela trata sobre el comportamiento humano y de eso se trata Jack Nicholson".

Bessman estaba bastante escéptico con la idea de que un actor de la estatura de Nicholson siquiera leyera el libro, sin contar que aceptara participar en la película. Bessman recuerda: "Harry leyó bastante rápido el libro y se lo llevó a Jack. Unas semanas más tarde Harry regresó y me dijo 'a Jack le encantó el libro'"; la película tomó forma.

El método beatnik

En la cinta se cuenta cómo Warren Schmidt (Nicholson) llegó a varias encrucijadas en su vida, todas al mismo tiempo. Para empezar se jubiló, toda su vida fue actuario en la compañía de seguros Mundial, y eso lo hace sentirse completamente a la deriva. Además, su única hija, Jeannie (Hope Davis), está a punto de casarse con un perdedor. Y su mujer, Helen (June Squibb), muere repentinamente después de estar con él 42 años. Sin trabajo, sin esposa, ni familia, Warren está buscando desesperadamente algo que le dé sentido a su vida; entonces emplea el método beatnik y hace un viaje de autoconocimiento para explorar sus raíces en Nebraska, en una casa rodante con la cual pretendía recorrer el país al lado de su esposa. Su destino final es Denver, donde pretende llenar el vacío entre él y su hija; quiere llegar antes de la ceremonia para persuadir a su hija de que no se case con Randall (Dermont Mulroney), un completo mediocre vendedor de camas de agua. Para colmo, Warren conoce a su familia política, de naturaleza libertina.

A lo largo de su travesía, Warren detalla sus aventuras y comparte sus opiniones con un nuevo e inesperado amigo y confidente, Ndugu Umbo, un huérfano de seis años de edad de Tanzania. El viejo es patrocinador del niño africano por 22 dólares al mes. A través de las cartas enviadas a su protegido, Warren comienza a ver la vida que ha llevado hasta ese momento y necesita reflexionarla.

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