La defensa alega que la Legislatura sesionó
a destiempo para tomar la decisión
Se inicia en el Congreso de BC juicio político
contra 11 ex funcionarios del Poder Judicial
JORGE ALBERTO CORNEJO CORRESPONSAL
Tijuana, BC., 1º de marzo. El
pleno del Congreso local se constituyó en gran jurado e inició
juicio político contra tres magistrados y ocho ex integrantes del
Tribunal Superior de Justicia del Estado (TSJE), a quienes se acusa de
actos y omisiones en el ejercicio de sus funciones, motivo por el cual
fueron destituidos por la anterior Legislatura.
El diputado perredista Jesús Alejandro Ruiz Uribe
terminó de notificar a los 11 la denuncia de juicio político
presentada contra ellos por el consejero del TSJE, Eleazar Verástegui
Galicia.
En octubre, cuando se presentó la denuncia, el
Congreso local votó en favor de la creación de la Comisión
Instructora, y designó para tal efecto al priísta Enrique
Acosta Fregoso, en calidad de presidente, y al panista Raúl Felipe
Ruiz como secretario, para que se aboquen a la sustanciación del
procedimiento mencionado.
En ese entonces Gilberto Cota Alaniz, presidente del TSJE,
consideró improcedente el juicio político porque consideró
que para ello debe existir, aparte de la violación a la Constitución,
perjuicio al Estado, y "esto no ocurrió".
Fulvio Cortez Téllez, abogado de tres de los 10
magistrados destituidos por la anterior Legislatura, señaló
que en todo caso a quien debe fincarse juicio político es a los
ex diputados, pues para relevar a los miembros del Poder Judicial cometieron
una simulación ilegal.
El defensor indicó que en el proceso de amparo
que promovió a favor de los magistrados Oscar Valenzuela, Jaime
Rico y Félix Herrera se detectó que la anterior Legislatura
simuló una sesión el 29 de abril de 2001, en la que supuestamente
decidió no ratificar a los integrantes del TSJE, cuando en realidad
dicha sesión se realizó el 3 de mayo, es decir, a destiempo.
Cortez Téllez dijo que los magistrados habrían
aceptado retirarse si en los días posteriores los diputados no hubieran
declarado a los medios de comunicación que habían expulsado
a los magistrados por ineptos, incapaces, incompetentes y faltos de preparación.
A raíz de tales acusaciones, los magistrados decidieron
reivindicar su imagen y promovieron juicios de amparo, mismos que les fueron
concedidos en una primera instancia, ante lo cual el Congreso apeló.
El defensor detalló que los diputados tenían
el 30 de abril de 2001 como límite para relevar a los entonces magistrados
porque, de lo contrario, a partir del primero de mayo, por ley, se convertirían
en inamovibles y ocuparían sus puestos de por vida, pero por dedicarse
a otros asuntos, señaló, no percibieron esta situación.