Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 2 de marzo de 2003
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El clima electoral oscila entre el escándalo panista y las ya conocidas prácticas priístas

Favorables expectativas para el PRD en el estado de México

El partido del sol azteca espera arrebatar Tultitlán a los blanquiazules y Valle de Chalco al tricolor

ISRAEL DAVILA, SILVIA CHAVEZ, JAVIER SALINAS Y RENE RAMON CORRESPONSALES

Después de un proceso de selección de candidatos que le permitió salir con bien de la contienda interna, el perredismo mexiquense concurrirá el próximo domingo ante el padrón más numeroso de todo el país -más de 8 millones de sufragantes- para intentar dejar el tercer lugar en una elección que será el prólogo de la jornada del 6 de julio venidero.

El método ecléctico que entreveró la encuesta, la candidatura de unidad, el acuerdo entre corrientes y el rescate de priístas y panistas escindidos, configuró el escenario sobre el que se movió la selección de los aspirantes perredistas a 124 alcaldías y 45 diputaciones locales. El avance en el oriente mexiquense y la posibilidad de arrebatarle un gran municipio al PRI (Valle de Chalco) y otro al PAN (Tultitlán, y eventualmente Ecatepec), además de hacerse de al menos un tercio de las curules, resumen las expectativas perredistas en estos comicios.

La elección del próximo 9 de marzo, más que un laboratorio para los comicios del 6 de julio, cuando se renovará la diputación federal, decantará a las tres principales fuerzas políticas nacionales para la elección de 2006. Para el panismo, el panorama se presenta entre escándalos e ilícitos que presagian varias derrotas en territorios como Ecatepec, Atizapán, Tultitlán, Toluca y Huixquilucan, entre otros. Y en cuanto al PRI, que conserva su proclividad a recurrir a los añosos métodos de compra e inducción del voto, tiene posibilidades de derrota en la cuna de los programas neoliberales salinistas: Valle de Chalco.

La historia perredista de esta elección empezó en octubre pasado, cuando el Comité Ejecutivo Nacional y el estatal decidieron ensayar nuevas fórmulas para evitar las históricas fracturas partidistas. A partir del análisis se determinó que en 36 municipios se designaran candidatos de unidad, en 40 más por plebiscito y en 48 "prioritarios" -que concentran 80 por ciento de los 13 millones de mexiquenses- la selección recayó en el Comité Ejecutivo Nacional, apoyado en las encuestas que harían las empresas Alduncin y Parametría. Se aprobó también la postulación de ex priístas y ex panistas.

Los primeros en conocerse fueron los 36 de "unidad", conformados esencialmente por ayuntamientos rurales o aquellos gobernados por perredistas, como Almoloya del Río, Villa Guerrero o Zacazonapan. Para la definición se configuró una mesa con los dirigentes estatales y las corrientes.

Las principales corrientes están integradas por el Grupo de Acción Política (GAP), encabezado por Higinio Martínez; el Movimiento Vida Digna (Movidg), de Héctor Bautista López; la Unión General de Obreros y Campesinos de México (UGOCM), de Valentín González Bautista, y el Movimiento de Lucha Nezahualcóyotl, de Emilio Ulloa, el cual perdió la candidatura por ese municipio con Luis Sánchez.

En las postrimerías de noviembre se efectuó el plebiscito en 40 municipios más. De ahí emergieron Antonio Saavedra, para Acolman, quien ya gobernó en 1996; la diputada federal María de los Angeles Sánchez, para Calimaya, un territorio que perdieron los perredistas en 2000; Julio César Linares en Capulhuac, y en el nuevo de Luvianos se lanzó a Antonio Duarte.

Cerca de 20 por ciento fue integrado por ex priístas y ex panistas. Los ex tricolores fueron lanzados en Almoloya de Alquiciras, San Felipe del Progreso, Chapultepec y Rayón, Amatepec (Diego Barrueto), Valle de Chalco (Miguel Luna), Huixquilucan (Alvaro Flores), Ecatepec (Marcela González Salas), Villa Victoria (Raúl Velázquez), Zinacantepec (Raúl Ramírez) y Temamatla (Jesús Moreno), además de dos ex panistas: Hesiquio López por Toluca y Mario Enrique del Toro por Tlalnepantla.

En el caso de los municipios "prioritarios", el comité recurrió a las encuestas. Arturo Hernández en Tonatico, Crescencio Suárez en Tejupilco, Raúl Carpinteiro en Chimalhuacán y Francisco Robles Berlanga (hermano de Rosario) por Naucalpan. En este último caso, la candidatura fue ofrecida al dirigente sindical de burócratas, David Parra, pero no se concretó, aunque se pudo aglutinar a los priístas inconformes por la designación del neopriísta César Gómez.

En la elección de 2000, el PRD obtuvo 974 mil votos por un millón 623 mil del PRI y un millón 835 mil del PAN. La apuesta por el efecto López Obrador es en la zona conurbada y Lázaro Cárdenas Batel es figura fundamental en municipios del sur (colindantes con Michoacán), como Tejupilco, Luvianos, Zacualpan, Tlataya y Amatepec, entre otros. Esperan mantenerse Neza, Los Reyes, Chicoloapan y Amecameca, y ganar en Valle de Chalco y Chimalhuacán.

Nos abrirnos a las "nuevas corrientes democráticas", explicó Víctor Manuel Bautista, líder estatal perredista, en consonancia con las declaraciones al respecto de la dirigente nacional Rosario Robles. Hay "candados" para los candidatos externos, apuntó.

Nezahualcóyotl y Texcoco conforman las "joyas de la corona" perredista en el estado de México. Han refrendado un voto cautivo que les ha permitido renovarse en la alcaldía, circunstancia que hoy prevalece. Esa certeza y una contienda cerrada llevó a repetir las encuestas aplicadas. Finalmente, Luis Sánchez -ex secretario particular de Heberto Castillo- se alzó con la victoria en Neza, e Higinio Martínez -quien fuera compañero de fórmula de Rosario Robles en la contienda interna por la directiva-, será el aspirante por Texcoco.

El ascenso en el voto perredista en la zona oriental de la entidad ha sido directamente proporcional a la disputa interna, especialmente en las zonas de sufragio cautivo. En esa región, el PRD desplazó al PAN del segundo lugar electoral. Hoy le resta el triunfo sólo en Chimalhuacán, Valle de Chalco, Ixtapaluca y Chalco.

No obstante, las encuestas no estuvieron exentas de conflictos. La UGOCM y la Unión Popular Revolucionaria Emiliano Zapata (UPREZ) se fracturaron y sus dirigentes abogaron por Emilio Ulloa, quien ahora es candidato a una curul local y logró para sus partidarios una sindicatura y tres regidurías.

En Valle de Chalco, municipio con más de un millón de habitantes y otrora bastión del salinismo, está a punto de ser ganado por los perredistas. Miguel Angel Luna, ex priísta y ex secretario del ayuntamiento, es el aspirante del sol azteca. Aquí los perredistas resintieron la protesta de los grupos de Eduardo Mucino, la UPREZ, Leodegario Denova y Adela Juárez, del Movimiento Idea, quienes quedaron fuera de la contienda.

En Los Reyes La Paz, gobernado por el perredista Dino Ortiz Rodríguez, la mayoría de los ediles y directores de área renunciaron al PRD y ahora compiten por el PT, porque la candidatura a la alcaldía la ganó Mariano Muñoz Vega.

En relación con Chimalhuacán, el regidor Daniel Mendoza renunció porque Raúl Carpinteiro se alzó, por segunda ocasión consecutiva, como aspirante a la alcaldía. Mendoza Bello y el dirigente local panista, Concepción Pérez, así como otros líderes priístas que en su momento simpatizaron con Guadalupe Buendía Torres -conocida como La Loba, actualmente en la cárcel-, son los principales aliados de Gonzalo López Luna, aspirante de Convergencia por la Democracia.

Carpinteiro encabezó la lucha civil y exigió al gobierno de Arturo Montiel durante año y medio castigo para los dirigentes de Antorcha Campesina, considerados copartícipes de los hechos violentos de 2000 en los que La Loba fue protagonista.

En Ixtapaluca la situación es más complicada para los perredistas, aunque hay expectativas por los escándalos de los dirigentes cetemistas, acusados de asesinar e inhumar clandestinamente a dos guardaespaldas de Adolfo Toledano -hasta hace unas semanas dirigente regional de esa central obrera- y de su hermano Roberto, tercer regidor del ayuntamiento. Además, tendrá que hacer frente a Antorcha Campesina, una de las organizaciones priístas violentas.

En el sur de la entidad, al amparo de la figura del gobernador Lázaro Cárdenas Batel en el colindante estado de Michoacán los perredistas tienen elevadas expectativas de triunfo, circunstancia que no ha estado exenta de enfrentamientos con los priístas.

En Tejupilco, el ex dirigente de la Confederación Nacional Campesina local, Isael Villa Villa, se enfrentará a Crescencio Suárez Escamilla. Una condición similar se vive en Amatepec, donde el PRD postuló al ex priísta Diego Barrueta, quien también fue desplazado por los priístas. Los del sol azteca apuestan a retener Zacazonapan, Tlatlaya e Ixtapan del Oro.

Los atencos

San Salvador Atenco requirió un tratamiento especial. El comité ejecutivo conformó un grupo evaluatorio que dialogó con el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT), principal organización que se opuso a la construcción del aeropuerto en Texcoco. Los perredistas ofrecieron la candidatura, pero el FPDT rechazó la invitación y designó a Germán Núñez.

Tanto en Acolman como en Teotihuacán -y al parecer Otumba- se prevé que el PRD repita sus triunfos. En el corredor azul, los perredistas fincan sus expectativas en Huixquilucan, Tultitlán e, incluso, Naucalpan. En el primero de ellos hubo inconformidad por la designación del ex priísta Alvaro Flores Rojas, conocido como el líder de Los rudos, un grupo de golpeadores que con la fuerza mantuvieron posiciones políticas en el ayuntamiento. Incluso el líder moral perredista en la región, Hilario García, anunció que abandonaría a los perredistas.

En Naucalpan, Francisco Robles Berlanga, hermano de la dirigente nacional, fue designado candidato, contra la opinión del comité estatal, que buscó hasta el fin la candidatura del líder de burócratas David Parra. Aquí la apuesta es a la conjunción de los desprendimientos priístas como el propio Parra y Luis René Martínez, inconformes con la designación del joven César Gómez.

Con Juan Antonio Preciado hay cierto margen de certidumbre para que el PRD triunfe en Tultitlán, otro de los ayuntamientos del corredor azul marcado por un escándalo en los años recientes, el del alcalde y actor José Antonio Ríos Granados.

De los resultados mexiquenses dependerá no sólo el apoyo que el perredismo tendrá el 6 de julio, sino sus posibilidades de acercarse a panistas y priístas y disputar, con margen de triunfo, la gubernatura en un par de años.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
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