Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 2 de marzo de 2003
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  CineGuía
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  Librería   
  La Jornada de Oriente
  La Jornada Morelos
  Correo Electrónico
  Búsquedas 
  >

Mundo

La variante afgana, improbable; Tommy Franks, futuro gobernante, vaticina

Derrocado Hussein, EU ocupará Irak por varios años, dice estratega militar ruso

Además de petroleras, impulsan la guerra las corporaciones fabricantes de armas, afirma

JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL/II Y ULTIMA

Moscu, 1Ɔ de marzo. El general retirado y académico Vladimir Slipchenko, el máximo es-tratega militar ruso, tiene en claro que Estados Unidos, una vez derrocado Saddam Hussein, ocupará Irak.

Un importante sector de oposición y los principales grupos kurdos rechazan como eventual líder de transición a Ahmed Chalabi, dirigente del Congreso Nacional Iraquí con sede en Londres, cuya candidatura promueve Zalmay Khalilzad, el mismo cabildero que, en nombre de las grandes petroleras estadunidenses, logró imponer a Hamid Karzai en calidad de presidente interino de Afganistán.

Salpicado Chalabi, además, por graves acusaciones de corrupción, la variante af-gana por ahora parece tener menos probabilidades de reditarse en Irak que instalar una administración militar de Estados Unidos y poner al frente de ésta al general Tommy Franks, jefe del comando central.

Al mismo tiempo, la ocupación directa sin un "gobierno de transición", integrado por opositores a Hussein, no se corresponde con la idea que quiere vender el gobierno estadunidense de que busca "liberar" al pueblo iraquí del "tirano".

Y, para cerrar el círculo vicioso, ningún gobierno de transición podría sobrevivir sin una abrumadora presencia militar foránea.

Slipchenko llama las cosas por su nombre: "La ocupación de Irak por parte de Estados Unidos durará de dos a tres años. Después, a lo largo de un año o un año y medio más, es probable que algunas unidades estadunidenses sean sustituidas con soldados de Polonia, República Checa y otros países de reciente ingreso a la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte)".

Slipchenko dice que, durante el periodo de ocupación, las compañías estadunidenses en primer término se beneficiarán de los contratos para reconstruir el devastado Irak y, por supuesto, se dará prioridad a restablecer la industria petrolera.

Vaticina: "Dentro de cinco años la producción iraquí de petróleo será del orden de los 5 millones de barriles diarios y los precios internacionales del crudo caerán a un rango de entre 12 y 15 dólares por barril. Con ello, la economía de Estados Unidos comenzará a dar señales de recuperación".

El experto ruso coincide con quienes indican que un eventual ataque militar contra Irak se debe inscribir en la intención de Washington de hacerse con el control del petróleo iraquí, y tampoco descarta que sea parte de un plan más ambicioso de establecer su dominación indiscutida en el mundo.

Presión de las trasnacionales

Pero Slipchenko cree que existe una poderosa razón adicional que hace casi inevitable esta guerra: la enorme presión que ejercen las grandes corporaciones de la industria armamentista de Estados Unidos sobre el gobierno de George W. Bush.

"Están en juego -argumenta- los 50 mil millones o 60 mil millones de dólares que dichas corporaciones dejan de recibir, cada año, al estar impedidas de suscribir contratos para suministrar al Pentágono su armamento más moderno".

Y explica: "Para poder colocar un buen contrato, lo que se dice un buen contrato, cualquier nuevo tipo de armamento tiene que ser probado por el ejército estadunidense en condiciones de una guerra real".

Agrega que, en este afán de demostrar la eficiencia de su mortífera producción, las corporaciones de la industria militar de Estados Unidos no escatiman recursos y proporcionan de modo gratuito numerosas muestras de sus más recientes armas.

"Podría pensarse que las corporaciones, al poner las armas, exigen que la Casa Blanca ponga las guerras, y lo consiguen", subraya.

El general ruso está convencido de que esta guerra contra Irak, en grado determinante, tendrá un carácter "experimental", será un peculiar polígono para probar novedosos modelos de armamento en busca de jugosos contratos.

Ejemplifica: "No hay duda que el ejército de Estados Unidos va a utilizar, por vez primera, varios tipos de misiles crucero de alta precisión. Se pondrá el acento en perfeccionar los lanzamientos desde submarinos, que el Pentágono quiere convertir en principal rampa para sus ataques con cohetes".

Slipchenko señala que habrá ensayos con equipos que se utilizan para apuntar hacia el blanco un misil de alta precisión, toda vez que el Pentágono lleva años escaneando desde el espacio la superficie terrestre y cuenta ya con un mapa con coordenadas exactas de 80 por ciento del planeta.

"El mapa es tan detallado -comenta el experto- que se puede identificar un blanco del tamaño de una ventana. O sea, por poner un caso, desde un satélite militar es posible apuntar hacia Bagdad, después hacia la zona de la ciudad que se quiera, luego hacia uno de los palacios de Hussein y finalmente hacia la ventana de su dormitorio. Dentro de unos minutos, con un margen mínimo de error, un misil crucero de alta precisión entrará por esa ventana".

Probar este tipo de armamento, sostiene el general ruso, es uno de los objetivos encubiertos de esta nueva guerra de Estados Unidos contra Irak.

Ante un panorama como el expuesto por Vladimir Slipchenko, sólo queda confiar en que, por primera ocasión desde que se dedica a pronosticar la evolución de los conflictos bélicos, el experto se equivoque.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año