Para Jean Chrétien, el plan de Bush "es
nuevo" y "no es la política oficial" ante la ONU
Además de desarmar a Hussein, EU quiere ahora
su expulsión del poder
A la caída del régimen será difícil
establecer un gobierno democrático en Irak, admite Washington
"Un juego", el anuncio de que Bagdad comenzó
a destruir cohetes prohibidos, dice la Casa Blanca
AFP
Washington, 1º de marzo. Estados Unidos está
ahora decidido a obtener no sólo el desarme del presidente de Irak,
Saddam Hussein, sino también su salida del poder para remplazarlo
por un régimen de-mocráticamente electo.
El cambio de régimen exigido por Washington es
una condición que, a diferencia de la eliminación de arsenales
de destrucción masiva, no figura en ninguna resolución de
la Organización de Naciones Unidas (ONU) y no está contemplada
en las políticas del organismo mundial.
"Será difícil ayudar a que la libertad perdure
en un país que ha vivido tres décadas de dictadura, políticas
secretas, divisiones internas y guerra", dijo este sábado el presidente
estadunidense, George W. Bush, en su tradicional programa radial sabatino.
"La seguridad de nuestra nación y esperanza de
millones depende de nosotros, y los estadunidenses no abandonan sus responsabilidades
porque son difíciles. Pasamos por grandes pruebas en otros mo-mentos
y asumiremos las pruebas del presente", agregó.
Sin embargo, Bush reconoció que será difícil
establecer un régimen democrático en Irak.
El mandatario republicano reiteró que Estados Unidos
no tiene la intención de decidir la forma y la composición
del gobierno iraquí que remplazará a Hussein.
"Esa elección pertenece al pueblo iraquí.
Pero actuaremos para que un dictador brutal no sea remplazado por otro.
Los iraquíes de-ben poder expresarse a la hora de elegir su nuevo
gobierno y los de-rechos de todos los ciudadanos deben protegerse", indicó
Bush, al repetir el pronunciamiento expresado el miércoles en un
discurso en que recalcó que el desarme de Irak y el derrocamiento
de su régimen ayudarán a democratizar Me-dio Oriente y resolver
el conflicto israelí-palestino.
Endurecimiento estadunidense
Este
nuevo endurecimiento en la actitud de la administración Bush se
hizo patente en declaraciones del vocero de la Casa Blanca, Ari Fleischer,
y que trascendieron este sábado: "Creo que el presidente ha sido
perfectamente claro y ha dicho varias veces que es necesario el desarme
y el cambio de régimen" en Bagdad.
Añadió que "las acciones de Irak son propaganda
envuelta en mentira y falsedad", y también que Bush "mantiene la
esperanza de que se pueda prevenir la guerra. El presidente tiene la esperanza
de que Hussein y sus altos líderes salgan al exilio o que se desarme
completa y totalmente".
En octubre pasado, mientras presionaba al consejo de Seguridad
de la ONU para que apoyara a Estados Unidos respecto de la resolución
1441, el gobernante expresó un punto de vista mucho más moderado
que no exigía un cambio en el régimen iraquí.
"La política establecida de Washington es un cambio
de régimen porque por 11 años Hussein ha ignorado a la ONU
y al mundo libre", dijo entonces.
Bush agregó: "Si (Hussein) cumple con todas las
condiciones de Naciones Unidas eso será en sí mismo una señal
de que el régimen cambió".
Mientras, la Casa Blanca calificó este sábado
como "un juego" el anuncio de Irak de que comenzó a destruir sus
misiles Al Samoud 2 a partir de hoy, como le exigió el Consejo
de Seguridad de la ONU.
"El presidente Bush siempre pronosticó que Irak
destruiría sus misiles Al Samoud 2 como parte de su juego
y engaños", indicó una de las portavoces presidenciales,
Mercy Viana.
Fleischer, a su vez, aseveró que "desarme total
es desarme total. Si alguien saca una bala del cargador de un arma mientras
tiene otras seis, no se ha desarmado".
Para el gobierno de Bush, la salida de Saddam Hussein
del po-der beneficiará a todo Medio Oriente, incluyendo al conflicto
entre Israel y Palestina.
No obstante, el deseo del gobierno de Estados Unidos respecto
del futuro del mandatario iraquí recibe fuertes reservas por parte
de varios de sus países aliados.
El primer ministro canadiense, Jean Chrétien, rechazó
el viernes el objetivo de Washington de de-rrocar al líder iraquí,
y afirmó que esa meta choca con la política de desarme diseñada
por la ONU.
"Eso es nuevo. No es la política oficial ante Naciones
Unidas", indicó el gobernante en una conferencia de prensa en México
y televisada en Canadá.
Por otro lado, más de 20 agencias gubernamentales
de Estados Unidos se fusionaron para dar forma al Departamento de Seguridad
Interior, en operaciones desde este sábado, que constituye la reforma
más importante de la administración estadunidense después
de la creación del Departamento de la Defensa, en 1947.
En total, 200 mil personas -de 22 servicios federales-
serán em-pleadas por este nuevo departamento encargado de la lucha
contra el terrorismo en Estados Unidos, el cual estará dirigido
por Tom Ridge, cercano a Bush y ex gobernador de Pennsylvania.
El servicio secreto, que dependía hasta ahora del
Departamento del Tesoro, también se suma a esta nueva oficina federal,
así como los guardacostas, que hasta ahora dependían del
Departamento del Transporte, o incluso las aduanas.
Esta nueva secretaría de Estado tendrá también
el Servicio de Naturalización e Inmigración, y muestra la
voluntad del gobierno de tratar la inmigración como un problema
de seguridad nacional.
La fusión de estos diferentes servicios en un solo
ministerio busca una mejor coordinación entre las agencias, indicaron
responsables estadunidenses.
Bush insistió en que los fondos serían desbloqueados
para "el entrenamiento y el equipamiento de policías, bomberos y
servicios médicos de emergencia con el fin de prepararse para potenciales
ataques terroristas y responder".
Respecto de este nuevo departamento, la oposición
demócrata criticó en varias oportunidades al gobierno republicano
acusándolo de haber creado un "superministerio" de Seguridad Interior
sin haberle otorgado los medios para cumplir su misión.